Dios de mi corazón, hoy al terminar este día pongo ante Ti cada uno de mis pensamientos y afectos.
Cuando te he necesitado, cuando me sentí vacío, cuando tenía miedo, cuando me
faltaban las respuestas y mi corazón estaba destrozado, entonces supe que
estabas a mi lado, me di cuenta de que no te vas de mi lado aunque yo me vaya
del tuyo. Sé que me cuidas y me proteges siempre.
No tengo miedo de cruzar el desierto si estás conmigo y me guías, sé que harás
llover maná del cielo cuando tenga hambre.
Tu bondad no tiene límites, tu poder no conoce fronteras, por eso mi confianza
está puesta en Tí.
Deseo ser un fiel servidor tuyo y servirte cada día más y mejor, dame la fuerza
de tu Espíritu Santo, para poder obedecer tu palabra.
Gracias porque sé que me amas de verdad, porque cada día me atraes con tu amor
y me das tus bendiciones como en este momento, en esta noche en la que me
buscas para darme tu amor, por eso, en este momento me dispongo a descansar
plácidamente y a poner en tus manos todo lo que estoy viviendo.
Gracias por tus bendiciones, duermo feliz en tus brazos.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario