Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

10 de mayo de 2024

VIERNES DE LA VI SEMANA DE PASCUA 2º SEMANA DEL SALTERIO. (CICLO B) TIEMPO DE PASCUA.. MES DEDICADO A LA VIRGEN



 LITURGIA DE LA PALABRA.

Hch 18,9-18: “Muchos de esta ciudad son pueblo mío”
Sal 46: Dios es el rey del mundo
Jn 16,20-23a: “Nadie les quitará su alegría”


En este pasaje se pueden señalar algunos aspectos interesantes en el manejo del “ahora” y el “después”, típico del estilo joánico. Jesús se vale de la imagen de la mujer parturienta, que pasa de la tristeza a la alegría una vez que ha llegado la hora del parto. Jesús aplica esta imagen a la experiencia de los discípulos, que tienen que pasar por la tristeza para llegar a la alegría; los discípulos pasarán de no pedir nada “ahora”, a pedir todo al Padre “después”. Jesús utiliza la imagen del parto para indicar que los discípulos experimentarán una nueva luz en el camino de la fe. Todos huimos del dolor y el sufrimiento. Quisiéramos que todas las cosas fueran fáciles. Pero no; vivir la experiencia de Jesús es participar de su pascua. Y el camino pascual une la cruz con la resurrección. Si la resurrección es una nueva vida, entonces el discípulo de Jesús debe nacer a esa nueva vida, pero pasando por el dolor del parto. ¿Cómo vives en tu entorno familiar y eclesial la experiencia del sufrimiento como camino pascual que es capaz de dar vida?

  

REFLEXIÓN DE LA PRIMERA LECTURA: HECHOS DE LOS APÓSTOLES 18,9-18 MUCHOS DE ESTA CIUDAD SON PUEBLO MÍO



Después de Filipos y de Atenas fue Corinto la tercera ciudad de Europa que recibió el Evangelio. Una vez más Pablo será citado ante la Justicia, acusado de ser un perturbador.

-Una noche, en una visión, el Señor dijo a Pablo: "No temas, habla sin callar nada, porque yo estoy contigo."

Cuando se leen las Epístolas de san Pablo se las encuentra siempre llenas de la presencia de Jesús. Su nombre está tres o cuatro veces en cada página. ¡No era simplemente una "manera de hablar"! Pablo y Jesús vivían juntamente.

Continuamente se comunicaban uno al otro. ¡Una oración incesante, dirá un día! (Rm 1,9)

Los primeros cristianos estaban convencidos de la Presencia de Cristo y esto constituía su fuerza. En las dificultades cotidianas se agarraban a esta certeza.

«¡No temas!» «¡estoy contigo!» Danos también, Señor, esta seguridad.

-Siendo Galión procónsul, los Judíos se sublevaron contra Pablo, decían: «Persuade a la gente para que adore a Dios de un modo extraño a la Ley...»

Este procónsul era hermano de Séneca. Gobernó en Acaya el año 52. Es un punto de referencia histórica para la cronología. Unos de esos detalles en los que la historia de la Iglesia empalma con la gran historia del Imperio romano. Una Iglesia en el tiempo, en el mundo, en medio de políticas y de gobiernos.

En ese invierno del año 52, Pablo queda bloqueado a causa de la estación rigurosa y no puede seguir navegando.

En Corinto funda una comunidad vigorosa y bulliciosa.

Retenido en Corinto, recibe noticias de las dos últimas comunidades fundadas -la de Tesalónica y la de Filipos-.

Les dicta dos cartas para fortalecerlos en su fe. Son los primeros escritos del Nuevo Testamento, veintidós años después de la resurrección: Epístolas a los Tesalonicenses.

-Pablo permanece en Corinto un año y seis meses, enseñando entre los corintios la palabra de Dios.

Es preciso tratar de imaginar esa pequeña comunidad naciente, en sus comienzos, durante ese primer año de existencia. Pablo está allí, él, el apóstol. Y Pablo proclama la Palabra de Dios. Y Jesucristo está allí, presente en sus eucaristías.

El cristianismo no puede vivirse aisladamente. Desde el principio, instintivamente los cristianos se organizaron en pequeños grupos que se reunían en torno al evangelio y a la partición del Pan y del Vino.

En Corinto, ciudad pagana no había un lugar destinado al culto cristiano. Las ceremonias cultuales eran todas ellas destinadas a sus dioses: Atenea, Zeus, Dionisos y otros.

Los cristianos se reunían en la casa de alguno de ellos. Sin duda en casa de Priscila y Aquila, un matrimonio fabricante de tiendas, como Pablo.

Ayúdanos, Señor, a saber profundizar y comentar entre nosotros el evangelio.

-Algún tiempo después, Pablo se embarcó, rumbo a Siria acompañado de Priscila y Aquila.

Ha nacido una nueva comunidad. Pablo marcha a otra parte.

En cuanto juzga que pueden prescindir de él se va en vistas a otra fundación, dejando la responsabilidad a unos «ancianos» -presbíteros- a quienes ha nombrado cabeza de grupo.

Señor, haz que los cristianos sean activos y responsables.

Meta de la acción misionera de Pablo son siempre los centros más importantes. Ahora lo será Corinto, «la ciudad de los mares», puente entre Oriente y Occidente, capital de la provincia romana de Acaya y floreciente centro comercial. En año y medio, seguramente, Pablo funda la Iglesia, que sería la destinataria de dos de sus principales cartas. El relato destaca la dramática ruptura con la sinagoga (vv 5-7), las angustias del principio y el extraordinario éxito de la misión (8-11) y la persecución de los judíos, que conducirán a Pablo ante el procónsul Galio (12-17). Este episodio permite fechar los hechos, casi con certeza, en el año 52. En la parte final del relato (18-28) la acción cambia de escenario. Pablo vuelve a Antioquía de Siria, donde concluye el segundo viaje (18-22) y comienza el tercero, que haría de Efeso la base de sus operaciones misioneras (23-28).

Este capítulo narra cosas muy importantes sobre los ministerios en la Iglesia primitiva. Los vv 2-3 nos presentan a Pablo trabajando con el matrimonio Aquila y Priscila en su oficio de fabricante de tiendas. En este trabajo manual del Apóstol ponen gran énfasis Hch 20,33 y varios pasajes de las cartas paulinas: 1 Tes 2,7-9, 2 Tes 3,8, etc. Eso ahorraba sobrecargas a las comunidades, a menudo pobres, y manifestaba el desinterés del predicador y contribuía a una presentación humilde del mismo evangelio, a la vez que eliminaba tropiezos a la misión. Surgen espontáneamente los servicios de evangelización, y sin solución de continuidad se convierten en ministerios estables: Apolo (24-28), una figura que puede calificarse como cristiano casi marginal, predica con celo y fruto en Efeso, llevado por su carisma y su erudición sobre las Escrituras, más tarde, en Grecia y en Corinto, llegará a ser un apóstol y colaborador, más o menos autónomo, de Pablo. La comunidad colabora y siente la misión como una responsabilidad común: Crispo, prosélito temeroso de Dios, acoge a Pablo en su casa en el momento de la ruptura con la sinagoga (8); también Aquila y Priscila le habían ofrecido su hospitalidad en los tiempos difíciles del comienzo (2-3), lo acompañaron a Efeso (18-19), completaron la formación cristiana de Apolo y lo introdujeron de lleno en la corriente principal de la Iglesia (24-26).

Todo esto podría ser una fuente de inspiración en nuestra Iglesia posconciliar, que por todas partes necesita liberarse de las ayudas económicas del Estado y se ve obligada a poner en marcha nuevos estilos ministeriales. Sólo una comunidad solidaria y corresponsable y un espacio abierto generosamente a las nuevas iniciativas podrán desembocar en el futuro ministerial que la Iglesia necesita.



REFLEXIÓN DEL SALMO 46. DIOS ES EL REY DEL MUNDO



Este es el primer salmo que canta y celebra la realeza del Señor. Menciona en cuatro ocasiones que el Señor es rey (3.7.8.9), no sólo de Israel, sino de toda la tierra (3.8.9). La palabra Dios aparece siete veces. Con frecuencia, este número significa totalidad. Dios, por tanto, es el rey de toda la tierra.

Este salmo ha llegado hasta nosotros muy bien estructurado y organizado, lo que indica que fue importante en la historia y en las fiestas del pueblo de Dios. Tiene dos partes (2-6 y 7-10) bien armonizadas entre sí. Los temas y elementos de la primera combinan con los temas y elementos de la segunda. Podemos comparar las dos partes del salmo con las dos filas de una procesión, que discurren en paralelo. Primera fila: 2.3.4.5.6; segunda: 7,89.10a.10b. Al frente de cada una de ellas van las invitaciones (2 y 7); en la primera (2), a batir palmas, a aclamar a Dios con gritos de júbilo; y, en la segunda (7), a tocar instrumentos (la invitación tocad se repite cuatro veces).

Detrás de las invitaciones vienen los motivos (3 y 8): ¿Por qué habría que hacer lo que se pide? Los motivos son varios, pero todos ellos van encabezados por este: «Porque el Señor Altísimo es terrible» (3a) y es «el gran rey sobre toda la tierra» (3b y 8a).

A continuación, vienen las consecuencias de la realeza universal de Dios (4 y 9): la realeza del Señor se lleva a cabo mediante las acciones de Israel, que conquista a otros pueblos y los domina. Dios pone los pueblos bajo los pies de los israelitas (4). De este modo, el Señor reina sobre las naciones y se sienta en su trono sagrado (9).

A continuación vienen otras consecuencias (5 y 10a). Conquistando naciones, el pueblo de Dios toma posesión de la tierra prometida en heredad, tierra que es el orgullo del pueblo, al que se llama «Jacob» (5). En lugar de rebelarse, los jefes de los pueblos dominados se alían con el pueblo del Dios de Abrahán (10a), pues la promesa que se le hizo a este patriarca, fue esta: que se convertiría en padre de pueblos numerosos. Por su medio, los pueblos dominados sellan una alianza con el Señor y aceptan su realeza sobre todo el mundo.

La procesión termina mostrando la subida de Dios (6 y 10b). ¿Cómo sube Dios? Entre las aclamaciones y los aplausos del pueblo, acompañados de toques de trompeta, es decir, del toque de cuernos de carnero que, desde la época de la conquista, daban la señal que convocaba para el ataque a los ejércitos del pueblo de Dios (6). El Señor sube como jefe de los grandes de la tierra, y sube hasta el punto más alto (10b), como rey universal.

Las procesiones nos recuerdan celebraciones populares. Este salmo nació en el contexto de las celebraciones en torno a la realeza del Señor. El pueblo participaba en ellas activamente, acompañando con palmas (2a), gritos de júbilo y aclamaciones (2b.6a) la música que interpretaban correctamente los instrumentos (7.8b) y el toque de las trompetas (6b). Nuestras fiestas populares también suelen ser muy alegres, con procesiones festivas, danzas, palmas, instrumentos y aclamaciones.

En el trasfondo de este salmo podemos intuir una procesión. Dios asciende, no sólo simbólicamente, sino también en sentido real. Tal vez la marcha ascendiera a los lugares más altos de la ciudad de Jerusalén (templo), aclamando los participantes a Dios como rey de toda la tierra.

El salmo habla de naciones sometidas y de pueblos puestos bajo los pies de los israelitas (4); habla de conflictos a propósito de la herencia (la tierra prometida, 5) y de los jefes de Estado que se someten al pueblo de Dios, cumpliéndose así la promesa hecha a Abrahán (10a), padre de Israel, de que se convertiría en padre de naciones (Gén 12,3; 17,5-6), Se pensaba que Dios iba a convertirse en rey universal por medio de las armas y las conquistas militares de su pueblo, favoreciendo de este modo un imperialismo que contaba con las bendiciones del mismo Dios. Este tipo de mentalidad es contraria a la que hoy conocemos como autodeterminación de los pueblos.

Podemos rezar este salmo cuando queremos que todos conozcan el proyecto de Dios, Cuando soñamos con la libertad de los pueblos. Cuando queremos que nuestras celebraciones sean más vivas. Cuando necesitamos sentir la presencia de Dios en nuestro caminar.,

Los salmos de la realeza del Señor, así como los que hablan de la persona del rey, están cargados de una ideología que favorece la dominación y el imperialismo. Con toda su buena voluntad, el salmo 47 pretende hacer reinar a Dios por medio de los ejércitos, las armas y las conquistas de Israel. Todo esto no deja de ser ambiguo y peligroso. Israel pretende mostrar que el Señor es el único Dios (Dt 6,4-5), pero lo logra con la fuerza de las armas. Cuanto mayor sea el número de las conquistas, más se manifiesta Dios como aliado y rey de toda la tierra. Así es como pensaba este salmo.

El Señor Altísimo y terrible es el gran rey sobre toda la tierra (3), porque la espada de Israel es terrible y somete por la fuerza a los pueblos y las naciones (4). Desde la distancia en que nos encontramos, podemos preguntarnos si la explotación y las muertes que se producen en esas circunstancias también engrandecen la realeza del Señor. También podemos preguntarnos si vale la pena celebrar a un Dios como este.

Mirando a Jesús, el salmo 47 cobra tintes nuevos y adquiere un rumbo diferente. Jesús cambió por completo el sentido de la realeza, dando una nueva orientación al ejercicio del poder. El es rey universal, pero su ascensión fue a la cruz, para dar vida a todos (Jn 10,10). Desde la cruz atrae a todos hacia sí, como rey universal (Jn 12,32). Como el grano de trigo que muere para dar fruto (Jn 12,24), resucita y vuelve al Padre, convirtiéndose en camino para la humanidad que busca la vida Un 14,6).

Los cuatro evangelios presentan a Jesús como Rey, sobre todo en los relatos de la pasión (la liturgia reza este salmo en la fiesta de la Ascensión). Pero su realeza no se identifica con la que propone este salmo. El pueblo de Dios tiene, ciertamente, una misión histórica indispensable: hacer que todos acepten a Dios y a Jesús como lo absoluto de la vida. Pero los métodos y caminos para lograrlo no pueden ser los que se proponen en el salmo 47.

Hemos de rezar este salmo teniendo muy presente el modo en que Jesús ejerció la realeza y el poder.


REFLEXIÓN PRIMERA DEL SANTO EVANGELIO: JUAN 16,20-23A NADIE LES QUITARÁ SU ALEGRÍA

 

Jesús, cuando apenas ha terminado de señalar una de las constantes de la experiencia cristiana (la dura espera del encuentro gozoso y definitivo con él: v. 20), se vale de la imagen eficaz y delicada de la mujer que va a dar a luz un hijo (v. 21) para expresar el paso de la aflicción a la alegría sobreabundante.

La alegría de la mujer es doble: han terminado sus propios sufrimientos y ha dado al mundo un nuevo ser. La alegría cristiana va unida al dolor, pero desemboca en la vida nueva que es la pascua del Señor. A continuación, sigue Jesús explicando la comparación en sentido espiritual (v. 22). El dolor por la muerte oprobiosa del Hijo de Dios se mudará en gozo el día de la pascua, en una alegría sin fin que «nadie podrá quitar» a los discípulos, porque está arraigada en la fe en Aquel que vive glorioso a la diestra de Dios.

Jesús ha hablado del tiempo inaugurado con su resurrección; en la continuación, añade: “Cuando llegue ese día, ya no tendréis necesidad de preguntarme nada” (v. 23b). La expresión «ese día» no se refiere sólo al día de la resurrección, sino a todo el tiempo que comenzará con ese acontecimiento. Desde ese día en adelante, la comunidad cristiana, iluminada plenamente por el Espíritu Santo, tendrá una nueva visión de las cosas y de la vida, y el Espíritu Santo iluminará interiormente a sus miembros y les hará conocer todo lo que sea necesario.

Seguimos con la alegría. En las palabras que aquí pronuncia Jesús subyace la idea del sufrimiento misionero como condición necesaria y lugar privilegiado de la alegría eclesial. De esta alegría fue maestro y protagonista el apóstol Pablo. En medio de las persecuciones que le vienen a causa de la predicación del Evangelio, afirma: «Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones» (2 Cor 7,4). Siguiendo su ejemplo, los convertidos acogen «la Palabra con gozo del Espíritu Santo en medio de muchas tribulaciones» (1 Tes 1,6). Los ministros de la Palabra están «como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos» (2 Cor 6,10).

Hoy como ayer, quien se compromete en el inmenso y minado campo de la difusión de la Palabra, en la tarea misionera, seguramente encontrará grandes tribulaciones, pero tiene garantizada la alegría. Se trata de la alegría que procede de poner en el mundo un «hombre nuevo», de ver reconstruidas a personas destruidas, de volver a dar sentido y vitalidad a vidas marchitas y apagadas, de ver aparecer la sonrisa en rostros sin esperanza. Es la alegría de ver aparecer la vida allí donde sólo había ruinas. Ese es el milagro de la misión. ¿Por qué no superar el miedo al fracaso, para gozar de esta segurísima alegría, garantizada a los apóstoles generosos?


REFLEXIÓN SEGUNDA DEL SANTO EVANGELIO: JUAN 16,20-23A . VUESTRA TRISTEZA SE CONVERTIRÁ EN GOZO.



Lloraréis y estaréis tristes, pero el mundo se alegrará. No es consolador oír profetizar que lloraremos y estaremos tristes. Un antiguo dicho indio dice: «Cuando naciste, tú llorabas y los que estaban a tu alrededor reían. Vive de modo que, en la hora de la muerte, a tu alrededor lloren, y que sólo tú rías».

Se dice que el llanto del recién nacido es la reacción al impacto con el nuevo ambiente. Pero el llanto aparece muchas veces en la vida.

A menudo, en los momentos de gran sufrimiento nos encontramos solos, sin nadie que nos entienda y que comparta con nosotros nuestro dolor, Es más fácil que alguien se levante para juzgar, o que nos dé buenos y sabios consejos, como los tres amigos de Job. O que alguien se ría de nosotros y halle gusto en nuestras desgracias.

¡No nos preocupemos! Uno no se convierte en cristiano sólo con una conversión, sino con continuas conversiones durante toda la vida. Necesitamos cambios radicales si seguimos en serio a Cristo. No tengamos en cuenta nuestra tristeza ni todo lo que la rodea, sino tengamos fe en superarlo todo.

La mujer, cuando da a luz, está triste, porque ha llegado su hora. La comparación con la mujer que da a luz es muy adecuada.

Verdaderamente, el principio de una nueva vida es un gran cambio. Todos los cambios de la vida cristiana son «vitales», forman parte de la vida de Jesús.

Hoy se habla de parto sin dolor: hay toda una preparación psicológica para el parto y una técnica de respiración para afrontar el dolor de un modo natural, con alegría y sin miedo.

En Francia, en un pueblecito de fieles cristianos que tratan de vivir como las primeras comunidades descritas en los Hechos de los Apóstoles, cuando una mujer va a dar a luz se oscurece la habitación, y sólo se deja encendida una lámpara delante de la imagen de la Virgen. El marido toma a su mujer de la mano y rezan juntos, esperando el nacimiento de su niño. Cuando el pequeño nace, enseguida se le sumerge en una bañera de agua templada para recrear el ambiente en el que ha vivido hasta ese momento. El parto se convierte en un hermoso momento, y nadie llora. Quizás no es siempre así; pero también los psicólogos están de acuerdo en decir que si un cambio se acepta sin oponer resistencia, el dolor desaparece.

El crecimiento en la vida espiritual es natural y el llanto que acompaña cada paso puede convertirse en gozo.

Cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del dolor por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. Las heridas del pasado no siempre se curan; algunas permanecen abiertas incluso después de muchos años. Las desilusiones, las ofensas, las frustraciones pinchan en la memoria como espinas. En cambio, reímos cuando contamos que nos han robado la cartera y que la hemos encontrado intacta, o que estábamos aterrorizados antes de un examen difícil que después hemos superado con la máxima nota. Si nos hace sonreír algo que nos podía hacer sentir mal es por la conciencia de que a la alegría, a cualquier alegría, se llega a través del sufrimiento.

La consolación que Cristo nos da es de un tipo completamente distinto. También Jesús nos asegura que el sufrimiento en esta tierra será breve, pero que la muerte cristiana no es destrucción ni ejecución, sino el paso definitivo a una vida nueva.



REFLEXIÓN TERCERA DEL SANTO EVANGELIO: JUAN 16,20-23A  TRISTEZA Y ALEGRÍA.



Una creencia muy generalizada en la época de Cristo era que el tiempo último estaría precedido de grandes tribulaciones y violencias. El gozo y la alegría de la «edad futura» seguirían a un tiempo de sufrimientos tales que no tenían precedentes. Para describir este tiempo surgió la imagen de la mujer a la que le llegan los dolores del parto. Dolores intensos, poco duraderos y compensados por la alegría posterior.

Esta pequeña sección establece un contraste muy fuerte entre «vosotros», la Iglesia, y el «mundo». Unos sufren, otros gozan. ¿Por qué? La causa de la tristeza es la soledad. Soledad en medio del mundo, de aquéllos que, no siendo del mundo, tiene que vivir en el mundo. Soledad que nace también del odio del mundo. El mundo no puede amar aquello que no es suyo, que no piensa como él que contradice su propia seguridad y autosuficiencia. Odio que nazca de una contradicción permanente, aunque no sea más que por la mera existencia de algo, que en este caso se llama creyentes o Iglesia, que contradice su manera de enfocar la vida.

Frente a la tristeza del creyente, de la Iglesia, está la alegría del mundo. El mundo se alegra de la partida de Jesús, porque su predicación y su presencia constituyen in ataque a su seguridad y auto-afirmación. Se alegra, del dolor, tribulación y persecución de la Iglesia, de los creyentes, sencillamente porque son continuación de lo, que Cristo significó.

Pero la tristeza se convertirá en gozo. No sólo porque después de la tormenta viene la calma. La alegría nace de la misma causa de la que surge la tristeza. El distanciamiento «interno» del mundo produce la tristeza y, al mismo tiempo, es causa de la alegría. Esta alegría tiene sus raíces en que en ese distanciamiento «interno» del mundo se tiene la verdadera libertad (8, 32). Liberación que se produce, a su vez, por el encuentro con Cristo. Y como este encuentro es «espiritual», no es sólo con Jesús de Nazaret tangible apresable y condenable, sino con el Cristo resucitado, el mundo no podrá quitarles su alegría.

Por otra parte, esta alegría descansa sobre la base de reconciliación entre el hombre y Dios, llevada a cabo por la obra de Cristo y expresada, sobre todo, en la oración comunitaria, expresión de alegría.

La tristeza transformada en gozo aparecerá ilustrada en los cap. 20—21: la Magdalena y los discípulos se alegraron al ver al Señor. Alegría que depende, por tanto, de la presencia de Jesús y de su victoria. En aquel día no me preguntaría nada. Sencillamente porque el Espíritu les habrá llevado a la verdad completa (ver el comentario a 16, 12-15) Habrá cesado la incomprensión Jesús dejará de ser para ellos tan desconcertante Como lo ha sido hasta ahora.

Esta plena comprensión caracteriza la situación escatológica. Ya no habrá más preguntas. El misterio de la existencia humana se halla definitivamente aclarado a la luz de la fe. Esto explica que la natural tristeza pasada sea reemplazada por la alegría. A la alegría la caracteriza la ausencia de todo interrogante o la respuesta a todos los que pueden hacerse.



REFLEXIÓN CUARTA DEL SANTO EVANGELIO: JUAN 16,20-23A . TODOS LOS APÓSTOLES HAN SIDO DETENIDOS

 

Después de Filipos y de Atenas fue Corinto la tercera ciudad de Europa que recibió el Evangelio. Una vez más Pablo será citado ante la Justicia, acusado de ser un perturbador.

-Una noche, en una visión, el Señor dijo a Pablo: "No temas, habla sin callar nada, porque yo estoy contigo."

Cuando se leen las Epístolas de san Pablo se las encuentra siempre llenas de la presencia de Jesús. Su nombre está tres o cuatro veces en cada página. ¡No era simplemente una "manera de hablar"! Pablo y Jesús vivían juntamente.

Continuamente se comunicaban uno al otro. ¡Una oración incesante, dirá un día! (Rm 1,9)

Los primeros cristianos estaban convencidos de la Presencia de Cristo y esto constituía su fuerza. En las dificultades cotidianas se agarraban a esta certeza.

«¡No temas!» «¡estoy contigo!» Danos también, Señor, esta seguridad.

-Siendo Galión procónsul, los Judíos se sublevaron contra Pablo, decían: «Persuade a la gente para que adore a Dios de un modo extraño a la Ley...»

Este procónsul era hermano de Séneca. Gobernó en Acaya el año 52. Es un punto de referencia histórica para la cronología. Unos de esos detalles en los que la historia de la Iglesia empalma con la gran historia del Imperio romano. Una Iglesia en el tiempo, en el mundo, en medio de políticas y de gobiernos.

En ese invierno del año 52, Pablo queda bloqueado a causa de la estación rigurosa y no puede seguir navegando.

En Corinto funda una comunidad vigorosa y bulliciosa.

Retenido en Corinto, recibe noticias de las dos últimas comunidades fundadas -la de Tesalónica y la de Filipos-.

Les dicta dos cartas para fortalecerlos en su fe. Son los primeros escritos del Nuevo Testamento, veintidós años después de la resurrección: Epístolas a los Tesalonicenses.

-Pablo permanece en Corinto un año y seis meses, enseñando entre los corintios la palabra de Dios.

Es preciso tratar de imaginar esa pequeña comunidad naciente, en sus comienzos, durante ese primer año de existencia. Pablo está allí, él, el apóstol. Y Pablo proclama la Palabra de Dios. Y Jesucristo está allí, presente en sus eucaristías.

El cristianismo no puede vivirse aisladamente. Desde el principio, instintivamente los cristianos se organizaron en pequeños grupos que se reunían en torno al evangelio y a la partición del Pan y del Vino.

En Corinto, ciudad pagana no había un lugar destinado al culto cristiano. Las ceremonias cultuales eran todas ellas destinadas a sus dioses: Atenea, Zeus, Dionisos y otros.

Los cristianos se reunían en la casa de alguno de ellos. Sin duda en casa de Priscila y Aquila, un matrimonio fabricante de tiendas, como Pablo.

Ayúdanos, Señor, a saber profundizar y comentar entre nosotros el evangelio.

-Algún tiempo después, Pablo se embarcó, rumbo a Siria acompañado de Priscila y Aquila.

Ha nacido una nueva comunidad. Pablo marcha a otra parte.

En cuanto juzga que pueden prescindir de él se va en vistas a otra fundación, dejando la responsabilidad a unos «ancianos» -presbíteros- a quienes ha nombrado cabeza de grupo.

Señor, haz que los cristianos sean activos y responsables.

Meta de la acción misionera de Pablo son siempre los centros más importantes. Ahora lo será Corinto, «la ciudad de los mares», puente entre Oriente y Occidente, capital de la provincia romana de Acaya y floreciente centro comercial. En año y medio, seguramente, Pablo funda la Iglesia, que sería la destinataria de dos de sus principales cartas. El relato destaca la dramática ruptura con la sinagoga (vv 5-7), las angustias del principio y el extraordinario éxito de la misión (8-11) y la persecución de los judíos, que conducirán a Pablo ante el procónsul Galio (12-17). Este episodio permite fechar los hechos, casi con certeza, en el año 52. En la parte final del relato (18-28) la acción cambia de escenario. Pablo vuelve a Antioquía de Siria, donde concluye el segundo viaje (18-22) y comienza el tercero, que haría de Efeso la base de sus operaciones misioneras (23-28).

Este capítulo narra cosas muy importantes sobre los ministerios en la Iglesia primitiva. Los vv 2-3 nos presentan a Pablo trabajando con el matrimonio Aquila y Priscila en su oficio de fabricante de tiendas. En este trabajo manual del Apóstol ponen gran énfasis Hch 20,33 y varios pasajes de las cartas paulinas: 1 Tes 2,7-9, 2 Tes 3,8, etc. Eso ahorraba sobrecargas a las comunidades, a menudo pobres, y manifestaba el desinterés del predicador y contribuía a una presentación humilde del mismo evangelio, a la vez que eliminaba tropiezos a la misión. Surgen espontáneamente los servicios de evangelización, y sin solución de continuidad se convierten en ministerios estables: Apolo (24-28), una figura que puede calificarse como cristiano casi marginal, predica con celo y fruto en Efeso, llevado por su carisma y su erudición sobre las Escrituras, más tarde, en Grecia y en Corinto, llegará a ser un apóstol y colaborador, más o menos autónomo, de Pablo. La comunidad colabora y siente la misión como una responsabilidad común: Crispo, prosélito temeroso de Dios, acoge a Pablo en su casa en el momento de la ruptura con la sinagoga (8); también Aquila y Priscila le habían ofrecido su hospitalidad en los tiempos difíciles del comienzo (2-3), lo acompañaron a Efeso (18-19), completaron la formación cristiana de Apolo y lo introdujeron de lleno en la corriente principal de la Iglesia (24-26).

Todo esto podría ser una fuente de inspiración en nuestra Iglesia posconciliar, que por todas partes necesita liberarse de las ayudas económicas del Estado y se ve obligada a poner en marcha nuevos estilos ministeriales. Sólo una comunidad solidaria y corresponsable y un espacio abierto generosamente a las nuevas iniciativas podrán desembocar en el futuro ministerial que la Iglesia necesita.



ELEVACIÓN ESPIRITUAL PARA EL DÍA. 


Que el que guía a las almas esté cerca de cada uno con la compasión y esté más dedicado que todos los demás a la contemplación, para asumir en él, con sus vísceras de misericordia, la debilidad de los otros y, al mismo tiempo, para ir más allá de sí mismo en la aspiración a las realidades invisibles, con la altura de la contemplación. Y así, si mira con deseo hacia lo alto, no despreciará las debilidades del prójimo, o si, viceversa, se acerca a ellas, no descuidará la aspiración a lo alto. Como la caridad se eleva a maravillosas alturas cuando se arrastra con misericordia hasta las bajezas del prójimo, cuanto con mayor benevolencia se pliegue a las debilidades, con más potencia subirá hacia lo alto.



REFLEXIÓN ESPIRITUAL PARA ESTE DÍA. 


La compasión consiste en tener el atrevimiento de reconocer nuestro recíproco destino, a fin de que podamos ir hacia adelante, todos ¡untos, hacia la tierra que Dios nos indica. Compasión significa también «compartir la alegría», lo que puede ser tan importante como compartir el dolor. Dar a los otros la posibilidad de ser completamente felices, dejar florecer en plenitud su alegría. Ahora bien, la compasión es algo más que una esclavitud compartida con el mismo miedo y el mismo suspiro de alivio, y es más que una alegría compartida. Y es que tu compasión nace de la oración, nace de tu encuentro con Dios, que es también el Dios de todos.

En el mismo momento en que te des cuenta de que el Dios que te ama sin condiciones ama a todos los otros seres humanos con el mismo amor, se abrirá ante ti un nuevo modo de vivir, para que llegues a ver con unos ojos nuevos a los que viven a tu lado en este mundo. Te darás cuenta de que tampoco ellos tienen motivos para sentir miedo, de que tampoco deben esconderse detrás de un seto, de que tampoco tienen necesidad de armas para ser humanos.
Comprenderás que el jardín interior que ha estado desierto durante tanto tiempo, puede florecer también para ellos.

 

EL ROSTRO DE LOS PERSONAJES, PASAJES Y NARRACIONES DE LA SAGRADA BIBLIA Y EL MAGISTERIO DE LA SANTA IGLESIA: PABLO EN CORINTIO.


Corinto era una ciudad cosmopolita. Había sido destruida dos siglos antes de Cristo. Julio César la reconstruyó como colonia romana. Era, por tanto, una ciudad más romana que griega. Corinto era célebre por su situación geográfica (»bimaris»), su comercio y su corrupción moral. Pero fue allí donde surgió una de las comunidades cristianas más florecientes (y que más disgustos costó al Apóstol). La actividad de Pablo en Corinto fue mucho más complicada de lo que el relato del libro de los Hechos nos haría suponer. La presentación que nos hace Lucas está excesivamente estilizada y girando en torno al siguiente centro de gravedad: el evangelio fue anunciado a los judíos; cuando éstos lo rechazaron, es abierto a los gentiles, entre los que Pablo tiene gran éxito. Los judíos intentaron por todos los medios atraer a su parte al gobernador romano, pero fracasaron en su intento.

No resulta difícil la reconstrucción histórica de los acontecimientos. Pablo pasa desde Atenas a Corinto (v. 1). Allí encuentra un matrimonio. Se nos dice la razón de su estancia en la ciudad y Pablo trabaja con ellos (v. 2) Los sábados enseñaba en la sinagoga (v. 4). Al llegar sus compañeros, Pablo intensifica su actividad evangelizadora (v. 5). A esta acción de Pablo responde la reacción hostil de los judíos (v. 6). Entonces Pablo se dirige a los gentiles, para lo cual cuenta con el apoyo de Ticio Justo (v. 7). Pero surge otra complicación: Crispo, jefe de la sinagoga, se convierte (v. 8). Y este hecho produce una oleada de conversiones. En una visión se le dice a Pablo que no cese en su predicación (v. 9). Todo ello va ordenado a preparar el centro de interés de la historia, que alcanza su punto culminante en la conducción de Pablo ante el procónsul Galión (vv. 12ss). Pablo sale vencedor del incidente y ello le permite seguir trabajando.

La narración de Lucas nos ofrece dos datos que garantizan el contacto y el enraizamiento del movimiento cristiano dentro del marco de la historia universal. El primero se refiere al decreto de Claudio, que expulsó de Roma, no de Italia, a los judíos. Esta noticia nos es confirmada por el historiador Tácito. El reinado de Claudio (años 41-54) se caracterizó, al principio, por una política de tolerancia frente a los judíos.

Posteriormente fue dado el célebre decreto de expulsión, motivado, tal vez, por los disturbios que provocaron los judíos cuando hizo allí su aparición la «secta» cristiana. Allí Priscila y Aquila se hicieron cristianos. El decreto de Claudio les hizo caminar hacia Oriente y, en Corinto, se encontraron con Pablo.

El segundo dato histórico habla del procónsul Galión. Era hermano de Séneca y según una inscripción, que se conserva, fue procónsul de la provincia de Acaya desde mayo del año 51 (se llamaba procónsul al gobernador de una provincia romana). Según los datos históricos, la llegada de Pablo a Corinto tuvo lugar entre el 49-50 y desplegó allí su actividad hasta el verano del 51. El cuadro que Lucas nos ofrece no puede tener mayor verosimilitud histórica.

Cuando tiene lugar el incidente, Galión hacía muy poco tiempo que había llegado a Corinto. Los judíos quieren ganárselo y utilizan todos los medios para lograrlo. Quedan vestigios de este intento en nuestro texto: «Se levantaron como un solo hombre» (1. 12). La llegada del nuevo gobernador, aun contando con su inexperiencia, les hacía ser optimistas y esperaban de él que defendiera la ortodoxia judía de cualquier tipo de doctrina considerada por ellos como herética (éste era el caso del cristianismo). Galión debía determinar si los cristianos —en la persona de Pablo— transgredían alguna ley de Roma. Pero como los judíos hablan de la Ley, y Galión entiende que se trata de la ley judía, no quiere ni hablar del asunto. Que se las arreglen entre ellos. La reacción de Galión demuestra que los cristianos no violaban los derechos y las leyes de Roma. Las acusaciones que les imputaban los judíos son de tipo teológico. No se nos dice cuáles eran en concreto, pero, sin duda, harían referencia al Mesías y a la Ley como tal. Es el mismo Galión quien asegura que las divergencias entre los judíos y cristianos son teológicas (v. 15). Políticamente los cristianos son inocentes, no han «pecado» contra el Imperio (sabemos que es tema favorito de Lucas el insistir en la inocencia del cristianismo frente a Roma).

Otro detalle muy importante de la escena (no recogido en la perícopa leída en la liturgia) es el traslado de Pablo a casa de Ticio Justo (v. 7). Comienza así a acentuarse la distancia e incluso la ruptura con el judaísmo. Pablo es el apóstol de los gentiles, pero Lucas quiere que quede bien claro que no ha sido por culpa de los cristianos el que los judíos no hayan aceptado el evangelio. El mismo Pablo se dirige siempre a ellos en primer lugar. La ruptura con el judaísmo es descrita en la escena dramática que tiene como testigo de excepción a Galión, que no puede darles la razón, porque no la tenían, y les echa del ‘tribunal.

En contra de su costumbre, Pablo permaneció largo tiempo en Corinto, aproximadamente año y medio. Las dificultades experimentadas en su tarea evangelizadora tienden a poner de relieve la veracidad de la palabra de Cristo sobre la especial protección que dispensaría a sus testigos. El apóstol se halla acogido a una providencia especialísima. Así lo demuestra con evidencia el suceso ante Galión. +

 

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