Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados
En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO
NOTICIAS SOBRE S.S.FRANCISCO

Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

26 de mayo de 2024

Liturgia y Comentario del Evangelio del Domingo, día de la Santísima Trinidad

 

 Primera lectura

 

Lectura del Libro del Deuteronomio 4, 32-34. 39-40

 

Moisés habló al pueblo, diciendo:


«Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?; ¿se oyó cosa semejante?; ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos?


Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre».

 

Sal. 32, 4-5. 6 y 9. 18-19. 20 y 22

 

 R: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió con heredad

 

La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R..

 

La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos,
porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió. R.

 

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R.

 

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R.

 

Segunda lectura

 

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 8, 14-17

 

Hermanos:
Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritan «¡Abba, Padre!». Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.

 

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 28, 16-20

 

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les habla indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».

 

Reflexión del Evangelio de hoy

 

Misterio, asombro y reverencia

 

Esas tres claves nos deja el pasaje de Deuteronomio de la primera lectura de hoy. Asombro ante el misterio, inabarcable a la mera especulación, que nos abre a la reverencia de un Dios que por amor se revela al hombre, para cuidarle, guiarle y llevarle a la felicidad.

Ese Dios en cristiano es el Dios Trinitario que se sostiene en la experiencia de la fe que Pablo le cuenta a los Romanos, y que nace, como no puede ser de otro modo, de la experiencia de Jesucristo, y que algo de más lucidez, dentro del misterio, da a la experiencia de lo inefable.

 

Esa experiencia, según Pablo, en los cristianos que no hemos conocido a Jesús en la historia, es fruto del Espíritu, que nutre la Fe y nos permite reconocer a Dios como Padre de Jesucristo. Tres personas y un solo Dios. Ese Dios al que la primera comunidad se siente enviada a predicar como fuente de plenitud, bautizando en su nombre, como escuchamos en ese final del Evangelio de Mateo.

 

Relación

 

La reflexión teológica sobre el misterio trinitario pese a no agotarse en sí nunca y reforzar siempre el misterio y el asombro, ha dejado una intuición fundamental de la que derivan claves concretas para el cristiano. La Trinidad podría contemplarse como una suerte de relación entre las tres personas divinas, sin por ello dejar de ser un sólo Dios. De esa relación dimanan, a su imagen y semejanza, la identidad relacional del ser humano. Somos relación -con otros, con nosotros mismo, con cuanto nos rodea, con los otros- a imagen de la relación intratrinitaria de Dios. Se trataría así de que esas relaciones que nos hacen ser como somos, sean relaciones de amor, como en la relación de la Trinidad divina.

 

Contemplación

 

De nuevo, ante el misterio y el asombro de la Trinidad, cabría una actitud de desdén, de rechazo por incomprensible, actitud que no es la que la Fe implica, desde luego. La Fe nos impulsa, por contra, a una reverencia contemplativa. Es ya casi un tópico repetir la frase que dice que el cristiano del siglo XXI, para ser cristiano realmente, debería ser un místico. Cabría perfectamente intercambiar “místico” por “contemplativo”. No es la fe de los cristianos principalmente un código ético o solidario de conducta. Es un encuentro personal con el Misterio de un Dios personal y trinitario que es amor profundo por la humanidad y la creación. Ante ese misterio Trinitario sólo cabe abrirse en la contemplación a otra manera de mirar a la existencia, captando las huellas del amor de Dios en ella, y que, entonces sí, nos abrirá a otras formas de conducta, cuidando nuestra naturaleza relacional desde la bondad.

 

Las huellas de Dios

 

Pero no sólo el ser humano es creado a imagen de la Trinidad. Los Padres de la Iglesia utilizaban la imagen de las dos manos para hablar de la creación: Dios Padre utilizó las manos del Hijo y del Espíritu para dar forma a la creación. Como un alfarero o un escultor las utilizan, dejando sus huellas y reflejos en todo lo creado. Por eso la contemplación a la que nos invita el Misterio de la Trinidad no es una mera elucubración conceptual, sino que mira a lo creado pleno de belleza, creación hermosa y buena de Dios, buscando captar esa presencia de Dios Trinidad en cuanto nos rodea. En la hermosura de la naturaleza. En la belleza de las creaciones humanas. En cuanto de bueno, verdadero y justo hay, se puede captar para la mirada de fe y de amor, la presencia de Dios.

 

La reverencia ante la revelación

 

¿Cómo podría el hombre ser capaz de captar esa presencia de amor creadora con sus huellas trinitarias en el mundo, si no se hubiese revelado a sí misma por amor esa Trinidad? Como niños balbucientes que ven sin entender hubiésemos sido sin la revelación de Dios en Jesucristo. Pero sale Dios a nuestro encuentro para dar luz a nuestro corazón, nuestros ojos y nuestra mente para ser capaz de captarle, siquiera en sus huellas. Reverencia y Humildad de reconocer la inmensa distancia con Él, que Él mismo acorta con la encarnación del Hijo, realizada por Amor a la humanidad, es otra de las claves de ese Misterio de la Trinidad.

 

Pro Orantibus

 

En esas claves trinitarias en este Domingo, la Iglesia nos propone la Jornada Pro Orantibus, el día en el que nos aviva el recuerdo y la oración por los contemplativos, los hombres y mujeres entregados al servicio de la oración y la intermediación «cerca de Dios y del dolor del mundo», como reza el lema de este año. Corazón de nuestra Iglesia que ora presentando a Dios al mundo, especialmente a los más sufrientes. Son a su vez signo de Dios Trinidad para el mundo, por su vida de relación, de contemplación, de búsqueda de las huellas de Dios, y de reverencia. En los contemplativos se da de lleno la frase que se le atribuye a la espiritualidad de santo Domingo de Guzmán: que hablaba a Dios de los hombres, y a los hombres de Dios. Asi pues que sea este día memoria y oración del regalo inmenso que son los contemplativos en la Iglesia, y que no dejemos de pedir que el Dios Trinidad toque el corazón de nuevas vocaciones a esta vida de amor entregada en oración y trabajo.

 

¿Qué papel tiene el asombro y la reverencia ante el Misterio en mi fe?

 

¿Cómo las dimensiones relacionales de mi existencia se llenan de mi experiencia de Dios?

 

¿Qué recursos utilizo para profundizar en la identidad contemplativa de mí ser cristiano?

 

Y una sugerencia: Acérquese a algún monasterio contemplativo, tan sólo saludar y preguntar cómo están, le abrirán a un mundo de amor y cuidado, al corazón de la Iglesia.

  Fray Vicente Niño Orti

Convento Santo Tomás de Aquino 'El Olivar' (Madrid)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario