Gracias, Dios mío, por tanto amor. No puedo dejar de agradecerte por darme a tu
santísima Madre. Por su intercesión quiero pedirte que sepa cambiar o eliminar
todo aquello que me impida vivir el mandamiento de la caridad.
Señor, ¿cómo corresponder a tanto amor? ¿Cómo conservar en el corazón la alegría con la que colmas mi vida? ¡Ven, Espíritu Santo, lléname de tu amor para que pueda cumplir en todo tu voluntad, viviendo el mandamiento supremo de la caridad.
Deseo con todo mi corazón dedicarme en este momento únicamente a ti, Jesús mío, mi Amigo y mi Rey. Enséñame a orar como Tú orabas a tu Padre. Muéstrame tu rostro, quiero conocerte. Mi anhelo más grande es experimentar tu amor y hoy deseo reconocerlo en la contemplación de este Evangelio. Gracias por llamarme a estar contigo. Quiero disfrutar de estos instantes como se está con un Amigo y aprender de ti como mi Maestro.
Así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario