No existen las imágenes
milagrosas. El de los milagros es siempre Dios.
Lo anterior no es doctrina protestante, sino que es doctrina cristiana, enseñada por la Santa Iglesia Católica desde el siglo I hasta nuestros días. Los protestantes han manipulado esa enseñanza, y la han presentado como propia, para confundir a católicos con poca preparación.
Nuestras imágenes sacras no tienen poder alguno, y no sienten, ni ven, ni oyen, porque son solo eso, esculturas, o estampas. Pero son imágenes que nos sirven para conmemorar a esos hombres y mujeres que consagraron sus vidas al Señor. Con solo ver una imagen que los representa, podemos meditar en el heroico ejemplo de santidad que ellos han legado a toda la cristiandad.
Y si Dios quiere manifestar su poder a través de una imagen, pues así será, porque Dios es el dueño absoluto de los milagros, y Él decide cómo deben manifestarse. De ahí que haya milagros que ocurren por medio de algunas imágenes.
¿Puede Dios hacernos llegar su poder sin usar objetos? Claro que sí, porque es Dios y para Él nada es imposible. Sin embargo, Dios usa objetos también, porque Él así lo quiere. El Señor quiso que su poder sanador llegara a los hombres a través de la serpiente de bronce (Números 21,4-9). Dios quiso que un hombre muerto volviera a la vida con solo tocar los huesos del profeta Eliseo (2 Reyes 13,20-21). Dios usó lodo para sanar los ojos de un ciego (San Juan 9,1-7). Dios obró sanaciones con los manteles que San Pablo había usado (Hechos 19,12). Por eso Dios puede manifestar milagros por medio de algunas de nuestras imágenes sacras.
Tampoco podemos olvidar las veces que Dios estuvo, literalmente, flanqueado y hasta rodeado por imágenes:
- Éxodo 25,22: El Señor quiso hablarle a Moisés entre las imágenes de dos querubines de oro (Éxodo 25,22).
- 1 Reyes 9,3: El Señor santificó el templo que Salomón, le había construido en 1 Reyes 7, templo lleno de imágenes de ángeles, animales, y plantas, y lo declaró Su casa para siempre.
Así como las imágenes mencionadas en el Antiguo Testamento no ofendieron a Dios, las imágenes sacras del cristianismo tampoco Le ofenden, porque no son ídolos, son sólo simples imágenes. Nuestra veneración a ellas no se queda en la sustancia que las compone, sino que trasciende hasta la persona que en ellas se ve representada, ya sea un ángel, un santo, la Virgen María, o el propio Jesús.
¿Por qué los cristianos usamos imágenes y reliquias, sabiendo que son sólo objetos inertes y sin poder alguno? Porque desde tiempos del Antiguo Testamento, según se puede constatar en diversas citas en las Escrituras, el uso de imágenes ha sido parte del culto divino.
Ave María Purísima
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