Señor mío y Dios mío, Tú eres grande, eres fuerte y estoy seguro de que me
llenas de tu fuerza para hacer frente a la vida
.
Qué dichoso me siento de poder compartir mis primeros momentos del día a tu lado. Este momento de oración es para mí una bendición siempre, porque no solo te hablo, sino que también me siento escuchado y, además, siento que me hablas, que me haces sentir amado y respetado.
Gracias por darme valor, por recordarme que me has creado por puro amor y que debo amarme más. Hoy salgo a vivir mi vida procurando tener mucho más amor propio, amando mis virtudes y trabajando en mis debilidades.
Permíteme escuchar tu voz en todo este día y a no desaprovechar ni ignorar los detalles sencillos que vienen de Ti. Me pongo en tus manos y te pido que me bendigas y que bendigas también a los que amo.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario