Señor en este nuevo día me presento ante Tí para decirte cuánto te amo. Señor eres mi vida misma, eres la razón de todo mi ser, como un loco enamorado me pongo ante Tí en este momento de oración.
Jesús, Tú eres el tesoro más valioso, la joya escondida, eres lo más santo y sagrado que existe en este mundo, pero con vergüenza tengo que decirte que aunque te amo tanto, en más de una ocasión te he fallado.
En más de una ocasión nuestro amor por Tí se ha opacado por nuestros egoísmos, nuestras búsquedas de placer en otras cosas ajenas a Tí, por las falsas ilusiones que nos da el mundo.
En cuántas ocasiones he dejado el tesoro, la perla por ir detrás de la felicidad efímera, dejándome seducir por el maligno que no busca más que separarme de Tí.
Perdóname Señor, perdona mi indiferencia, mi ingratitud, perdona por decir que te amo y dejarte en segundo plano.
Necesitamos Tu ayuda Señor, concédenos la sabiduría que sólo procede de Tí, para que siempre te elijamos, para que siempre te busquemos, para que siempre Señor, Tú seas nuestra prioridad.
Contigo Jesús queremos estar siempre, contigo queremos ir de la mano hasta el final de nuestras vidas, para que contigo también podamos gozar de las glorias eternas y no ser por nuestro pecado desterrados al fuego eterno. María madre nuestra, asístenos y llévanos de Tu mano hasta Tu Hijo, Jesús.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario