Jesús, fortalece mi confianza en tu divina Providencia de manera que ponga mis esperanzas sobre tierra firme. Sé que Tú nunca me abandonas aunque yo muchas veces me aparte de tu presencia y sé que si dejaras de pensar un solo minuto en mí, me desvanecería al instante. Ayúdame a vivir desprendido de todas las realidades materiales para que pueda apegar mi corazón a tu voluntad.
Dios mío, me presento ante ti como un hijo que confía en tu divina Providencia. Señor Jesús, Tú bien sabes todos mis afanes y las cosas que necesito. Te ofrezco esta meditación por todos aquellos que carecen del sustento necesario para la vida diaria y que sufren de hambre y frío. Jesús, enséñame a confiar en tu divina Providencia, que se extiende a cada momento para que nunca me falte casa, vestido y sustento diario para mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario