Señor mío, al pensar en tu presencia poderosa, me acompaña una fuerza que me renueva el espíritu y me hace querer darlo todo por tu amor y tu reino.
Bendito seas porque intervienes en mi historia para no dejarme caer en
actitudes mundanas que me alejen del camino de la humildad y servicio.
El mundo nos ofrece metas materiales, pero a cambio debemos ser individualistas
para lograrlo, sin importar a quien nos llevemos por el medio.
Tú me indicas que debo construir mi vida sirviendo con caridad y alegría, sin
aspirar a grandes cargos donde quede enceguecido por ansias de poder.
Gracias por todo lo que obras en mí, me das todo lo que necesito para ser feliz
y tu sabiduría para no dejarme esclavizar por deseos desenfrenados de poder.
Libera mi alma de esa codicia que me roba mi libertad y me ata a las cadenas
del egoísmo y me hace actuar con desprecio e indiferencia hacia los demás.
Libérame de esas malas inclinaciones que intentan separarme de Ti, de tu
bondad, de tu generosidad y de tu amor por todos.
Sana mi corazón de todos esos oscuros deseos. Transforma mi actitud para que
pueda ver que, solo sirviendo, es que puedo amar viviendo.
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