Grande eres, Señor y, laudable sobre manera; Grande es Tu Poder, y Tu Sabiduría no tiene número.
¿Y pretende alabarte el hombre, pequeña parte de Tu Creación y, precisamente el
hombre, que, revestido de su mortalidad, lleva consigo el testimonio de su
pecado y el testimonio de que resistes a los soberbios?
Con todo, quiere alabarte el hombre, pequeña parte de Tu Creación. Tú mismo le
animas a ello, haciendo que se deleite en alabarte, porque nos has hecho para
Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en Ti.
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