¿Cómo
vives después de comulgar?
¿Reflejas lo que haz comulgado?
¿Vives según lo que recibes?
¿Das testimonio con tus palabras y gestos que eres Sagrario de Dios Vivo?
¿Vives el Amor?
Comulgar no es una mera acción que se vuelve costumbre o rutina de fin de
semana.
Reflexiona cómo vives cada Común-Unión.
Reflexiona cómo vives en el día a día la Común-Unión recibida.
Espejo, luz, reflejo de Jesús debes ser.
Si tus gestos, palabras, pensamientos no reflejan la Común-Unión recibida,
replantea tus acciones en tu familia y tu trabajo.
Coherencia y amor van de la mano.
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