Señor mío, gracias por todo el amor que has derramado en mi vida. Gracias por estar presente en mí haciéndome comprender que soy tuyo y que tengo valor.
En estos momentos quiero ponerme en tus manos, para que me cuides, me llenes de paz, me hagas sentir seguro y amado.
Confío todo lo que soy en tus manos. Cuando me siento en ellas no tengo miedo y estoy seguro de que todo saldrá bien.
Señor, ayúdame a entender que tu presencia en mi vida no me garantiza cosas materiales, sino que me garantiza la fuerza en el corazón para vencer y salir adelante.
Ahora que voy a dormir, te pido que sigas actuando y que me permitas tener un pensamiento nuevo, un sentir nuevo que me haga ser un verdadero cristiano para Tí.
Necesito estar en tus manos, porque para mí ese es el lugar más seguro que tengo.
No me dejes solo porque sabes que sin Tí nada funciona bien.
Gracias por darme luz en medio de tantas oscuridades. Gracias por llevarme de la mano para que mi corazón no se pierda en medio de tantas emociones.
Confío en tu presencia y en tu palabra. Te alabo y te bendigo porque sé que mientras duermo estarás actuando en mi vida y me estarás llenando de tu amor.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario