Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

23 de abril de 2024

MARTES DE LA IV SEMANA DE PASCUA. HOMILIAS

 



CUARTA SEMANA DE PASCUA

 

Hech. 11, 19-26. El anuncio del Evangelio compete a toda la Iglesia, y nadie puede apagar el fuego del Espíritu, que es quien conduce a la misma Iglesia y ha derramado en ella una diversidad de carismas para la edificación de la misma. Hoy se nos habla de cómo el Evangelio no se queda como una herencia propia de un pueblo, sino que pertenece al mundo entero. Aquellos que no eran judíos también recibieron el anuncio de la Buena Nueva que nos salva. Bernabé, hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe, enviado por la Iglesia Madre, Jerusalén, colabora para que una considerable multitud se adhiera al Señor. Él, junto con Pablo, guiados por el Espíritu Santo, consolidarán la naciente comunidad de creyentes en Antioquía. Quienes tenemos la gran dignidad de ser cristianos, no sólo de nombre, sino en una auténtica fe que nos identifique con Cristo, debemos trabajar constantemente por hacer que el Evangelio de Dios llegue a más y más personas para que todos encuentren en el Señor la salvación y la vida eterna. No trabajemos bajo nuestras propias luces, sino bajo la luz y la guía del Espíritu Santo, que habita en nosotros.

 

Sal. 86. El Señor ha cimentado a su pueblo y ha atraído a todos hacia Él. Nosotros, el nuevo Pueblo de Dios, debemos trabajar constantemente para que la Iglesia de Cristo se afiance constantemente como el Reino de Dios entre nosotros. El Señor nos ha elegido como pueblo suyo. Esto no sólo nos ha de llenar de un santo orgullo, sino que nos debe comprometer a proclamar el Nombre de nuestro Dios a todos los pueblos, para que todos puedan ingresar a formar parte de la Iglesia y, con una vida sincera y llena de amor, vayamos haciendo realidad el Reino de Dios entre nosotros.

 

Jn. 10, 22-30. Nosotros pertenecemos al Padre Dios; pero el pecado, por desgracia, nos alejó de Él. Ahora el Padre nos ha puesto en las manos de su Hijo, quien hecho uno de nosotros, está dispuesto a no perder a nadie de los que el Padre Dios le confió. Nadie nos puede arrebatar de las manos de Cristo, pues nadie es más poderoso que Él. Sin embargo, uno mismo sí puede cerrarse al Don de Dios y vivir lejos del Señor. Quien rechace esta oportunidad que Dios nos da estará despreciando la invitación que Dios nos hace para que, como hijos suyos, permanezcamos con Él eternamente.

 

Quienes nos llamamos Cristianos por estar revestidos de Cristo, nos reunimos para celebrar la Eucaristía. Hemos venido para escuchar la voz de nuestro Pastor, Cristo Jesús; Él nos conoce y nosotros lo conocemos a Él. Ojalá y no seamos sordos a su voz. Él nos alimenta con el Pan de vida eterna. Ojalá y no lo rechacemos por querer continuar alimentándonos de lo pasajero, que finalmente no sacia nuestra hambre ni nuestra sed de amor, de verdad y de eternidad. Aprendamos, por tanto, a escuchar al Señor para caminar conforme a sus enseñanza; aprendamos a alimentarnos de Él para que, transformados en Él podamos ser también, para el mundo, un pan de vida eterna que alimenta la fe y la esperanza de muchos que viven sin un rumbo verdadero en su vida. Todo esto sólo podrá brotar de un amor auténtico que, uniéndonos a Dios, nos una y nos ponga al servicio de nuestros hermanos, especialmente de los más desprotegidos.

 

Jesús y el Padre son uno. Jesús y nosotros somos uno. Quien nos ve a nosotros debe ver al mismo Cristo. Y no son sólo nuestras palabras, sino también nuestras obras y nuestra vida misma, las que indicarán que en verdad Dios permanece en nosotros y nosotros en Dios. La Iglesia está llamada a convertirse en un signo creíble de Jesús, Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas; que se preocupa de que todos aquellos que el Padre puso en sus manos no se pierdan, que nadie las arrebatará de sus manos, sino que, con amor, las llevará hasta que se haga realidad en ellas la salvación definitiva, a la que Dios llama a la humanidad entera.

 

Que Dios nos conceda, por intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, la gracia de saber abrir los oídos de nuestro corazón para dejarnos guiar por Cristo y para que, fortalecidos por el Espíritu Santo, seamos un signo del amor salvador de Dios para nuestros hermanos. Amén.

 

homiliacatolica.com

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