30 ABR 2024
LA PAZ DE CRISTO
(HCH 14,19-28; JN 14,27-31)
Introducción
Para llevar a cabo su misión de anunciar el Evangelio,
Pablo -y lo mismo Bernabé- es perseguido, apedreado, echado de un
lugar a otro. Pero él no se rinde; sigue fundando comunidades cristianas y
dándoles una estructura básica de liderazgo, de forma que puedan funcionar por
sí mismas. Tiene incluso el coraje y la fortaleza para animar y “poner un
corazón nuevo en los discípulos” y para reconocer que Dios ha realizado grandes
cosas en ellos.
Así mismo, Cristo, antes de su pasión y muerte, habla de paz
y anima a los apóstoles a no preocuparse ni sentir miedo. Nada ni nadie
le va a impedir a él llevar a cabo su misión de amor. — Nadie tampoco nos va a
arrebatar a nosotros la paz interior, la serenidad y la libertad, si
estamos unidos a Dios en el amor.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro, Padre
todopoderoso:
Tú tienes poder absoluto sobre el mundo,
y, sin embargo, respetas la libertad de los hombres
incluso la de los que persiguen
a tus discípulos y seguidores.
Haz que nos percatemos de que nuestra fe
no nos protege contra el mal
que nos infligimos unos a otros,
sino que tú quieres que construyamos,
según tu plan de salvación,
un reino de justicia, amor y paz.
Ayúdanos, Señor, para que nuestra fe
aguante la prueba
cuando fallen nuestros flacos esfuerzos.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo,
nuestro Señor.
Intenciones
- Para que los cristianos perseguidos por su fe aprendan de Cristo a perdonar y a orar por sus perseguidores, roguemos al Señor.
- Para que, a través de las pruebas y adversidades, crezcamos hasta la madurez perfecta como personas humanas y como cristianos, roguemos al Señor.
- Para que mantengamos siempre nuestra serenidad y nuestra paz de corazón en los sufrimientos y contradicciones, porque sabemos que Dios está con nosotros, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro, Padre siempre
fiel:
Tu Hijo Jesucristo mantuvo su paz y libertad interior
aun en el trance terrible de su pasión y muerte,
porque fue fiel a su misión de amor.
Que él nos dé en esta eucaristía
la misma lealtad y amor,
para que las dificultades de la vida
no perturben nuestros corazones,
sino que nos guarden firmemente anclados en ti,
que eres nuestro Dios y nuestro Padre,
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro, Dios de paz:
Por medio de tu Hijo Jesucristo
tú nos traes paz,
una paz especial que el mundo no puede dar
y que ningún poder terreno
nos puede arrebatar.
Queremos vivir en unión contigo,
para que esa paz de tu Hijo
esté siempre con nosotros
y para que tengamos la serena fortaleza
de animar y rejuvenecer a nuestros hermanos
aun en medio de nuestras tribulaciones,
por medio del mismo Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Jesús nos dijo: “No se
inquieten ni se acobarden”, porque “la paz les dejo; mi paz les doy”.
Esta es la certeza confiada que Jesús nos da.
Estamos en las manos de Dios. — Que la bendición de este Dios providente y
todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos
acompañe siempre.
ciudadredonda.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario