Señor Jesús, para poder evangelizar necesito tenerte en el centro de mi vida. Y eso, ¿qué implica? Tenerte presente a lo largo de todo el día, en mis diversas actividades, para llegar a ser una persona de oración y de acción, que podrá presentar la belleza de tu amor con naturalidad y alegría, con astucia y constancia, de modo que, sobre todo mi testimonio, sea una ayuda para que otros quieran conocerte, amarte y seguirte.
Señor, me llamas a dedicarme a predicar tu Evangelio. ¡Qué privilegio el poder
contribuir en la extensión de tu Reino! Para lograrlo, necesito aumentar mi fe
y mi caridad, por ello te pido que esta oración sea el medio para fortalecer mi
convicción de ser un auténtico discípulo y misionero de tu amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario