Señor, quiero amarte con hechos, que mis acciones te demuestren el amor que profeso hacia Ti, quiero vivir para servirte, para tener palabras de aliento para aquellos que las necesitan, para darle de comer al hambriento, y de beber al sediento, para ayudarte a construir el reino de los cielos.
Quiero agradecerte por esta mañana que me bendices, por la salud, por cada una de las oportunidades que me das para amar, perdonar y vivir. Quiero entregarte mis pensamientos, que sean gratos para Ti.
Sáname, mi Dios, de toda herida que me hicieron; perdóname a mí también por las
heridas que he causado en los corazones de las personas con quien comparto la
vida. Líbrame del mal, llámame siempre a servir a los demás con amor, con
humildad y honestidad. No me desanimo, no me angustio, porque tomo conciencia
de que estás conmigo para bendecirme siempre, porque sé que eres fiel, que
cumples tus promesas.
Sólo Tú sabes cómo me estás bendiciendo, por eso, aunque no comprenda tu lógica, te alabo y glorifico tu Santo Nombre, porque sé que quieres lo mejor para mí. Dame la fe necesaria para seguirte buscando en la oración, que si paso por tormentas, mi esperanza puesta en Ti no tambalee, que se haga más fuerte y cada vez siga creciendo. Gracias por este día, confío en Ti, Señor, haz tu obra en mí.
Amén.
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