LOS CINCO MINUTOS DE DIOS"... MES DE JUNIO
Tradicionalmente, el mes de junio es el mes dedicado a honrar al Corazón de Jesús, y al Corazón de María. Cuéntese del pintor Führich, que en cierta ocasión le encargaron pintar una imagen del Corazón de Jesús; mas él declinó el compromiso por considerarlo superior a sus fuerzas.
-Tendría necesidad -tal fue su respuesta- de hacer transparentes, de alguna manera, en el rostro de Jesús los sentimientos del Corazón Divino, y no me comprometo a semejante tarea.
Existe una teología del Sagrado Corazón de Jesús. Es la que considera que Dios es el Corazón eterno.
"Dios es caridad" y halla en esta caridad el por qué, ya que no el
cómo de todos los misterios cristianos.
Dios ama: amar es dar. Dios nos lo ha dado todo y se ha dado a sí mismo,
empezando por nuestra existencia y la de todos los seres: he aquí la
Creación.
Dios ama: amar es hablar; he aquí la revelación, las Sagradas Escrituras: La
Ley de Dios.
Dios ama: amar es salvar a toda costa al ser amado y morir por él, si es
preciso: he aquí la Redención.
Dios ama: amar es querer quedarse perpetuamente presente al ser amado: he
aquí la Eucaristía.
Dios ama: amar es querer hacer felices consigo a los seres amados y para
siempre; he aquí la bienaventuranza eterna del Cielo.
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS"... 1 de junio
Pasó ya el tiempo en que se pensaba y afirmaba que entre ciencia y fe había una
oposición irreconciliable; hoy se sabe que cada una tiene sus propios campos,
sus cánones y sus categorías.
Pero la ciencia nos enseña cómo es el cielo, y la fe nos dice cómo se va al
cielo.
La ciencia sirve al hombre de fe para reconocer la realidad temporal; la fe
sirve al hombre de ciencia para iluminar esa realidad temporal, orientándola
hacia lo eterno.
Debemos esforzarnos para, desde el interior de la ciencia, rescatar la verdad
de la fe y, desde el alma de la fe, enriquecer las perspectivas de la ciencia.
El hombre de poca ciencia encuentra dificultades para llegar a la fe; el hombre
de mucha ciencia tiene despejado el camino para llegar a la fe. El hombre de
poca fe no se sentirá satisfecho con la ciencia; el hombre de mucha fe nunca
tendrá miedo de la mucha ciencia.
"Si das acogida a mis palabras y guardas en tu memoria mis mandatos,
prestando tu oído a la sabiduría, inclinando tu corazón a la prudencia...
entonces entenderás el temor de Yahvéh, y la ciencia de Dios encontrarás.
Porque Yahvéh es el que da la sabiduría, de su boca nacen la ciencia y la
prudencia" (Prov, 2, 1-6). La verdadera sabiduría está en saber
encontrara Dios, en descubrirlo en todas las cosas y acontecimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario