Señor, te doy gracias por ellas, porque estoy seguro de que darte gracias es una manera aceptar y asumir la fragilidad de mi ser y prepararme para no dejarme doblegar por ellas. Estoy seguro de que hoy harás que mi corazón esté preparado para seguir revolviendo todas las situaciones conflictivas que se generen. Te suplico que hoy me hagas sentir que me amas y que cuento contigo para ir al campo de batalla que es la vida misma.
Gracias por los triunfos me vas a dar porque me esfuerzo y doy mi capacidad de lucha. Gracias por tu Espíritu Santo que me llena de sus dones para poder andar en paz cada día. Estoy seguro de tu presencia y eso me hace sentir motivado para iniciar este día con mucha fuerza. Que la Virgen María Milagrosa nos cubra con su manto de gracia.
Amén.
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