¡Oh María, Virgen Soberana,
gloria de los justos,
Hija humildísima del Padre,
Madre Purísima del Hijo,
esposa amadísima del Espíritu Santo!
Yo te amo y te ofrezco todo mi ser
para que lo bendigas;
Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)
Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.
Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...
Gracias
Maria Beatriz.
¡Oh María, Virgen Soberana,
gloria de los justos,
Hija humildísima del Padre,
Madre Purísima del Hijo,
esposa amadísima del Espíritu Santo!
Yo te amo y te ofrezco todo mi ser
para que lo bendigas;
Una niña de once años, hija de un matrimonio amigo, tuvo un hermoso sueño.
Ella soñó una escena en la que muchas Virgencitas, representando las distintas advocaciones Marianas, cantaban orando con gran devoción. En el centro de todas ellas, una Virgen María de mayor tamaño, dominaba la escena. La mamá de la niña la ayudó a la mañana siguiente a reconocer las distintas advocaciones, mostrándole imágenes que le permitieron identificar a la Medalla Milagrosa, la Rosa Mística, Fátima, Lourdes, Medjugorje, La Salette, San Nicolás, entre varias otras.
María fue una mujer inmensamente feliz… Su presupuesto era de dos reales. No tenía dinero, coche, lavadora, televisor ni computadora, ni títulos académicos. No era directora del jardín de niños de Nazareth. Tampoco presumía de nombramientos, como Miss Nazareth. María a secas. No salió en la televisión ni en los periódicos.
María, fragancia
de la Trinidad
María, Hija predilecta del Padre
María, Madre de Jesús Hijo
María, Esposa del Espíritu
María, Madre de la Iglesia
MARIA Y LA CONVERSIÓN
"El tiempo se ha cumplido y el reino está cerca; convertíos y creed en la
Buena Nueva" (Mc.1, 15).
Buenos días, María. Me siento feliz de haber estado en tu ciudad natal. Ya ves cómo ha cambiado aquella casa pobre en la que viniste a este mundo.
La devoción y amor de la gente sencilla se siente emocionada contigo. Han
convertido aquel lugar sencillo en una bella basílica para darte culto.
¿CONCIBES A UN HIJO que no ame a su madre? ¿O a un caballero que no honre a la dama de sus ensueños?
¿O a un súbdito que no reverencie a su Reina?
ESTA ES UNA HISTORIA ESPIRITUAL, CREADA EN HOMENAJE A LA VIRGEN MARÍA
I. UNA BELLA FLOR GERMINA
En la soledad de las áridas tierras, junto con el ulular del viento, se oye la súplica de dos fieles de Dios, implorando, ahí está Ana y Joaquín tomados de la manos, ojos cerrados ¡Señor, mi único Dios, no puedo impedir una lágrima, por saber si puedo germinar una semilla en mí, este desierto es mezquino con la vida, pero tú eres lo más grande, podrías hacer florecer cada pedacito de este estéril suelo, escucha mi suplica y haz florecer en mí una flor, para que sea alegría en tu jardín. Confiamos en que nos escuchas, ¡OH! Dios, tus fieles hijos esperan confiados en ti.
1.“ADORARÁS AL SEÑOR TU DIOS Y SÓLO A ÉL DARÁS CULTO"
Tengo la impresión que una los mayores complacencias de algunas confesiones no católicas, es hacernos ver que no respetamos el mandamiento entregado a Moisés (Dt 6,13) “A Yahvé tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás. No vayáis en pos de otros dioses, de los dioses de los pueblos que os rodean, porque un Dios celoso es Yahvé tu Dios que está en medio de ti”, es decir “Adorarás al señor tu Dios y sólo a él darás culto". Esto es algo que he venido escuchando siempre, y por desconocimiento nos dicen en forma acusatoria, que adoramos a María como si fuera una Diosa, algo que no es cierto y nunca nuestra Iglesia lo ha propuesto.
Desde los primeros tiempos de la Iglesia, los fieles han intuido la radiante belleza de «María, ensalzada por gracia de Dios después de su Hijo, por encima de todos los ángeles y de todos los hombres, por ser Madre santísima de Dios, […] a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos los peligros y necesidades» (LG VIII, 66).
A. EN LA ENCARNACIÓN
16. Dios Padre entregó su Unigénito al mundo solamente por medio de María. Por
más suspiros que hayan exhalado los patriarcas, por más ruegos que hayan
elevado los profetas y santos de la antigua ley durante 4,000 años a fin de
obtener dicho tesoro, solamente María lo ha merecido y ha hallado gracia
delante de Dios por la fuerza de su plegaria y la elevación de sus virtudes. El
mundo era indigno dice San Agustín de recibir al Hijo de Dios inmediatamente de
manos al Padre.
Quien lo entregó a María para que el mundo lo recibiera por medio de Ella.
Dios Hijo se hizo hombre para nuestra salvación, pero en María y por María.
Dios Espíritu Santo formó a Jesucristo en María, pero después de haberle pedido
consentimiento por medio de los primeros ministros de su corte.
Como la gallina a sus pollitos estabas con aquellos apóstoles asustados, infundiéndoles la fortaleza y el valor de una Madre. Les enseñaste a rezar, como Jesús les había enseñado, pues Tú eras una maestra insigne. Única. Bajo tu ejemplo ellos aprendieron a gustar la oración, a hacerlo de manera semejante a como Tú lo hacías. “Nosotros nos dedicaremos a la oración y a la predicación” diría más adelante Pedro a la comunidad de forma contundente.
Cuando hablamos de la Virgen María, hablamos de uno de los personajes más conocidos y destacados de la historia de la humanidad, el cuál ha sido alabado por varias religiones. El legado de la Virgen María, destaca por sus valores, forma de obrar y como ejemplo de santidad y apariciones se ha convertido en uno de los más interesantes que hoy podemos encontrar.
Fue el mismo Dios quien primero rindió homenaje a aquella mujer que cumpliría un papel fundamental en la redención humana.
Todas las madres son excepcionales, especiales y con un sinfín de cualidades que las hace tan amadas y ser ese centro de cada hogar. Así fue también la Virgen María, que con su “hágase en mí según tu palabra (Lc. 1, 38), se convirtió en la madre del Salvador, para todos los creyentes.
Vamos a aprender qué son, cuál es el origen y significado de los dogmas de María.
Los dogmas son una verdad de fe que la Iglesia católica admite, aunque siempre había existido esa verdad. Distinto es una opinión de teólogos, los que estudian las cosas de Dios, o una verdad que los creyentes confesamos. Esta verdad de fe debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles, nosotros, los cristianos. Creemos que el Espíritu Santo va guiando a la Iglesia para descubrir las verdades que tienen que ver con nuestra salvación, y María es fundamental como veremos más adelante.
Conoce las virtudes que la Virgen María nos enseña
De la Virgen María podemos aprender muchas virtudes que nos van a servir en nuestra vida para hacer el bien y amar más a Dios y a los demás.
Algo muy fuerte fue confiado a la hermana Faustina Kowalska en el misterioso Día del Juicio, un momento terrible antes del cual incluso los ángeles tiemblan. Tal vez ya se ha establecido? Por eso es importante recurrir a la Divina Misericordia.
Aunque nadie sabe "ni el día ni la hora", excepto el Padre, ese tremendo momento tal vez ya ha sido establecido por Él, y nos advierte en todas las maneras para ser salvos.
La adoración a la Divina Misericordia y la fiesta celebrada en el primer domingo después de la Pascua fueron fuertemente buscados por Jesús, quien los señaló a Santa Faustina Kowalska (G łogowiec, 25 de agosto de 1905 - Cracovia, 5 de octubre de 1938) como una manera de alcanzar grandes gracias espirituales, donde los canales de Su Misericordia propia.
Jesús se apareció ante ella muchas veces durante su vida y le ordenó escribir un diario que contenía todas las revelaciones a las que él le confiaría, para hacer que todo el mundo conozca la insondable misericordia de Dios, y difundiera su adoración.
El mensaje de la Divina Misericordia
Jesús explicó al Santo cómo su misericordia era infinita e inconmensurable, que tenía un enorme deseo de que el mundo la conociera y experimentara sus gracias:
«Cada vez que quieras traerme alegría, cuéntale al mundo sobre Mi gran e inconmensurable misericordia».
«Los más grandes pecadores ponen su esperanza en Mi misericordia. Ellos antes que otros tienen derecho a confiar en el abismo de Mi Misericordia. Hija mía, escribe sobre Mi misericordia para las almas que sufren. Las almas que invocan Mi Misericordia me traen gran alegría. A estas almas doy gracias más de lo que piden.
Incluso si alguien ha sido el mayor pecador, no puedo castigarlo si ruega por Mi misericordia, pero lo justifico en Mi insondable e impenetrable Misericordia. ”
Incluso la Virgen María se apareció varias veces a la hermana Faustina, confiándole algunos mensajes personales, incluyendo un mensaje profético sobre el fin de los tiempos y la importancia que tiene el hombre recurrir a la Divina Misericordia y su adoración. María también le revelará que es la Madre de la Misericordia, siguiendo su paso a paso en su misión.
María en el diario de la hermana Faustina Kowalska
"De repente vi a la Virgen SS. Sino con el Niño Jesús y el Santo Abuelo, que estaba detrás de la Virgen María. La Santa Madre me dijo: «Aquí está el tesoro más preciado»
"De repente vi a la Virgen María con el Niño Jesús. El niño Jesús sosteniendo la mano de la Virgen María. En un momento el Niño Jesús corrió alegremente por el medio del altar y la Virgen María me dijo: "Mira con qué silencio confío en Jesús en sus manos, así que tú también debes confiar en tu alma y ser como un niño delante de él. "Después de tales palabras mi alma se llenó de una misteriosa confianza".
"Mientras más tarde, durante las noches, seguía examinando este tipo de mezcla de sufrimiento y gratitud, de repente escuché la voz de la Virgen María: "Sabes, hija mía, que aunque he sido elevada a la dignidad de la Madre de Dios, siete dolorosas espadas han atravesado mi corazón. "No hagas nada en tu defensa; soporta todo con humildad. Dios mismo tomará tu defensa»".
“Es imposible agradar a Dios sin hacer su santa voluntad. «Hija mía, te recomiendo encarecidamente que cumplas fielmente todos los deseos de Dios, porque esto es lo que es querido para sus ojos. Deseo con ansias que te distingas en esto, es decir, en esta fidelidad, en hacer la voluntad de Dios. La voluntad de Dios está antes que todos los sacrificios y holocaustos»
"De repente vi a la Santísima Virgen indescriptiblemente hermosa, que vino a mí desde el altar, a mi taburete de rodillas. Él me sostuvo cerca de él y me dijo estas palabras: «Soy Madre por la infinita misericordia de Dios. El alma que más me quiere es la que hace fielmente la voluntad de Dios». Él me hizo darme cuenta de que he llevado a cabo fielmente todos los deseos de Dios y por lo tanto he encontrado gracia en sus ojos. «Se valiente; no temas a los obstáculos complicados, sino considera cuidadosamente la Pasión de Mi Hijo y de esta manera ganarás».
Profecía del Fin del Tiempo y Divina Misericordia
La Virgen María trató a Suor Faustina un escenario de gran importancia: la adherencia o no por el hombre a la voluntad de Dios para dar a cada uno su misericordia, como el último llamado de salvación.
"De repente vi a la Virgen que me dijo: "¡Oh, cuán querida es Dios el alma que fielmente sigue la inspiración de su gracia!”He dado al mundo el Salvador y debes decirle al mundo su gran misericordia y preparar al mundo para su segunda venida.
No vendrá como un Salvador misericordioso, sino como un Juez justo. ¡Ohhhh ese día va a ser increíble! El Día del Juicio ha sido establecido (cfr. A los 17,31), el día de la ira de Dios ante el cual tiemblan los ángeles. Habla a las almas de esta gran misericordia, mientras dure la misericordia.
Si te callas ahora, en ese tremendo día tendrás que responder por un gran número de almas. No temas a nada; sé fiel hasta el final. Te acompaño con mi ternura»”.
Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, tiernísima Madre nuestra y poderoso Auxilio de los Cristianos! Nosotros nos consagramos enteramente a tu dulce amor y a tu santo servicio. Te consagramos la mente con sus pensamientos, el corazón con sus afectos, el cuerpo con sus sentidos y con todas sus fuerzas, y prometemos obrar siempre para la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.
"Oye, Madre, yo te quiero
más que a todas las criaturas de la tierra y del cielo... después de Jesús,
claro. Te quiero tanto… Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte… Sí, eres hermosa, Madre mía… Si no hubiera fe los hombres te llamarían
diosa. Tus ojos resplandecen más que el sol. Eres hermosa, Madre: ¡te
quiero!"
Siguiéndola, no te extravías. Invocándola, no te desesperas. Pensando en ella,
no divagas. Apoyado en ella, no caes. Guiado por ella avanzas tranquilo.
Escudado con ella, no temas. Con su favor, llegas hasta el fin.
Amén