¡Padre gracias! Porque puedo
presentarme ante Ti nuevamente. ¡Tú eres Santo! Y ante tu santidad y soberanía
estamos.
Perdona si nos cargamos demasiado, si las emociones nos traicionan y si los pensamientos nos agobian. Siempre necesitaremos de ti y dependeremos de tu gracia y amor para renovarnos y sentirnos con nuevas fuerzas.
¡Perdona nuestras faltas, nuestros momentos de debilidad, en los cuales sabemos te perfeccionas. Danos nuevas fuerzas para continuar en fe, sostenernos en tu palabra y llenarnos de esperanza! Esperanza de ver un mejor mañana aunque halla nubarrones y vientos que anuncien tormenta.
La esperanza de ver cómo seguimos creyendo aunque muchas veces nuestras mentes batallen. ¡No nos sueltes! Ayúdanos a permanecer. Orar se nos dificulta, llorar es nuestro pan diario y el dolor parece ser parte de nuestra vestimenta.
Más cuando venimos ante ti, todo cambia, ya no nos afecta.¡¡ Nos renovamos y cobramos nuevas fuerzas! Permítenos siempre comenzar el día contigo y culminarlo por igual contigo Señor.
Así podremos tener paz y sosiego ante lo que se vive en el mundo y con fe enfrentar las luchas personales que vivimos. Esta oración es en general para todos los que necesitamos tu Presencia diaria, en ti esperemos amado Dios! Cobijados bajo tus alas, en oración de súplica y ruego por nuestras familias y todo en lo que te servimos amado Salvador.
¡En tu nombre Jesús, con quien conjuntamente ya hemos vencido!
Amén.
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