¡Niño Jesús, esta noche me postraré en el pesebre para adorarte y glorificarte,
para abrir mi corazón cerrado tantas veces y convertirme en una ofrenda para Ti
con mi forma de actuar, de pensar, de vivir, de servir! ¡Siguiendo el ejemplo
de los Reyes Magos, Niño Jesús, quiero que mi vida sea una ofrenda permanente de
adoración, de oración y de interioridad para que puedas tocar mi corazón,
transformarlo, renovarlo y sanarlo y puedas hacerte siempre presente en mi
vida! ¡Señor, te ofrezco como ofrenda mi vida: aquí tienes mi corazón pobre que
solo tú puedes transformar!
¡Señor, haz de mí una oblación eterna, una vida que sea ofrenda siempre para ti, una vida entregada al sacrificio y el servicio a los demás, una vida que sea agradable para Ti, un sacrificio de alabanza y adoración! ¡Que mi vida sea para Ti como una oración con el corazón abierto! ¡Señor, tu eres el Dios de mi existencia, eres verdad en mi vida, eres el que da significado a todo mi ser, eres la verdad real de mi vida! ¡Te ofrezco mi vida y como hicieron los Reyes Magos quiero que sea una constante de ofrenda, adoración y camino!
No hay comentarios:
Publicar un comentario