MONICIÓN
DE ENTRADA
Os deseamos nuestra más cordial
bienvenida en este último domingo de septiembre que celebramos el XXVI del
Tiempo Ordinario. Nos abrimos a nuevos trabajos, a nuevos compromisos.
El Señor trae para nosotros un mensaje que nos confronta con nuestra forma de ser. Te invita a un diálogo y a la acción. Son muchas las ocasiones en que contestaremos sin meditar en lo que decimos y la conciencia nos lleva a la conversión para actuar conforme al llamado de Dios y en armonía con las enseñanzas de Cristo. Te invito a que tu palabra y tu acción vayan de la mano para agradar más a Dios.
Jesús de
Nazaret nos pide que en reflexionemos todos juntos sobre la autenticidad de
nuestras palabras y nuestras acciones: hoy, la Palabra de Dios nos pone muy
claro el compromiso que entraña decir SÍ.
El problema de nuestro tiempo es que
nos cuesta mucho comprometernos.
Decimos SÍ con facilidad, pero si ese SÍ lleva detrás un compromiso serio, la
cosa no es tan fácil.
Creemos merecerlo todo porque hemos dicho "voy
Señor”, y no nos damos cuenta que no engañaremos a Dios por un SÍ no madurado.
Dios ve en lo profundo
del corazón, y sabe lo que algunas afirmaciones, no sentidas, encierran.
Dispongámonos, pues a iniciar la Eucaristía con el firme propósito de revisar
nuestro Sí.
Pero hagámoslo con alegría pues Dios
nos perdona y nos ayuda siempre. Y por ello iniciemos nuestra eucaristía con
gran gozo y mucha esperanza.
MONICIONES
SOBRE LAS LECTURAS
1.- El profeta Ezequiel nos invita, en la primera
lectura, a modificar nuestra manera de vivir. Siempre hay posibilidad de
cambio, siempre existe la posibilidad del arrepentimiento, de mejorar la
conducta, de optar por el bien. Sin embargo nosotros despreciamos a
determinadas personas que se cruzan en nuestro camino, olvidando que su
arrepentimiento puede ser mayor que el nuestro.
S.- Este salmo 24 es una súplica del creyente
ante una situación de angustia. Y era una oración muy frecuente entre los
judíos contemporáneos de Jesús por la que pedían que el Señor les guiase por el
camino justo, el de la verdad y de la justicia. Tambien a nosotros nos puede
servir hoy para rectificar y recobrar la inocencia, volviendo al Padre que nos
espera.
2.- En la segunda lectura San Pablo nos recuerda
cómo Cristo se hizo siervo y bajó hasta tocar la mayor humillación, ocupó el
último puesto hasta llegar a anonadarse, marcando así el camino a sus
seguidores. Sin embargo la vida común parece olvidarse de ello. Buscamos el
prestigio, el ascenso, los títulos, los honores y por desgracia, a veces lo
buscamos, en nombre del que arrinconó los privilegios para hacerse esclavo.
3.- El evangelio de Mateo nos recuerda todas esas
veces que somos fieles sólo de fachada. Somos correctos, respetamos las formas
pero rechazamos una fidelidad que supone sacrificio, un compromiso hondo, una
entrega por amor, una generosidad sin excepciones, una vida que grite a los
demás. No nos engañemos creyendo que tenemos el Reino en posesión. Otros a los
que precisamente catalogamos de irresponsables, quizá se hayan conmovido con la
invitación de Cristo y hayan respondido el SÍ con su arrepentimiento. Pensemos
que nunca se acaba de ser cristiano de verdad.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Nueva plegaria del padre Leoz
–que se encuentra de peregrino en Polonia—para este último domingo de
septiembre
MI “SÍ” DE CADA DIA, SEÑOR
Sea darte
lo poco o mucho de mi persona
La verdad
de mi existencia
La
sinceridad de mis palabras
La bondad
de mi corazón
El deseo
y la seguridad de que, ir por donde Tú me envías,
es el
mejor camino para salvarme y ayudar a los demás.
¿Aceptas
mi “si”, Señor?
Ayúdame a
pronunciarlo, a que sea auténtico
y, nunca,
me olvide de llevarlo a cabo.
Amén.
. Oración
universal
A cada petición contestaremos: Señor, no me apartes de
tu camino.
-Por la Iglesia, el Papa, los obispos, sacerdotes y
laicos comprometidos, para que utilicen todos los medios de comunicación para
que la Buena Nueva llegue a todos los rincones de este mundo. Roguemos…
-Por los gobernantes del mundo, especialmente los de
los países pobres, para que se identifiquen con sus pueblos y luchen con ellos
por una vida mejor en Cristo. Roguemos…
Por los marginados de nuestra sociedad, para que veamos
en ellos a nuestros hermanos y los ayudemos tanto de palabra como en la acción.
Roguemos…
-Por esta comunidad, para que recibamos al recién
llegado y le brindemos nuestra hospitalidad ayudándolos a sentirse como
parte nuestra. Roguemos..
Por los misioneros de la Iglesia, para que con la
ayuda de todos lleven el mensaje de amor, esperanza y fe en nuestro Señor
Jesucristo. Roguemos…
Exhortación de despedida
Jesús nos ha enseñado hoy que la
sinceridad y el arrepentimiento son dos enormes virtudes. Hemos de tenerlo muy
en cuenta.
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