ENTRADA
Bienvenidos todos a la celebración de
la Eucaristía.
Convocados por el Señor y animados
por el Espíritu, venimos a dar gracias a Dios, a expresarle nuestro amor, a
iluminar nuestra vida con su palabra y a fortalecerla con el pan de vida.
El pueblo de Dios dice: Señor, danos
tu Espíritu, tu vida y tu perdón.
Entonemos el canto de entrada.
PRIMERA LECTURA
La autoridad es un don de Dios que
hay que ejercer con respeto a los demás. A Shebna le son quitadas las llaves
por abusar de su autoridad. Dios nos pide a todos la responsabilidad en el
ejercicio del poder que ha puesto en nuestras manos.
Escuchemos la proclamación de la
Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA
Pablo recibió de Dios el ministerio
de ser apóstol de los gentiles y se defendió de todos sus acusadores. Pablo no
entendió del todo el plan de Dios pero amó, confió y adoró a Dios con pasión.
Escuchemos la proclamación de la
Palabra de Dios.
EVANGELIO
El Señor nos pregunta a todos
hoy: ¿Quién dicen ustedes que soy yo?
Aquí venimos a confesar nuestra fe y
dar nuestra respuesta al Señor.
Escuchemos la proclamación del
evangelio.
ORACIÓN DE LOS FIELES
- Oremos por el
Papa, que sea fortalecido por Dios en su ministerio de comunión. Y
nosotros compartamos esa responsabilidad para el bien de la Iglesia
universal.
- Oremos por
todos los líderes que reciben la autoridad de Dios para que fomenten la
paz y la justicia en todos los rincones del mundo.
- Oremos por los
que formamos esta comunidad para, que abramos las puertas a los hermanos.
- Oremos por los
enfermos de la parroquia para que experimenten la mano poderosa de Dios y
su consuelo.
- Oremos por los
difuntos (nombres…) para que el Señor, dueño de las llaves del Reino, les
abra las puertas de la vida.
Lectura de
Postcomunión
MONICIÓN
La exigencia de Jesús es fuerte. La
oración del Padre Leoz nos va a ayudar e entender mejor lo que el Maestro nos
propone. Escuchemos con atención.
¡DAME TU CRUZ, SEÑOR!
¡Dame tu cruz, Señor!
Merece la pena arriesgarse por Ti
Merece la pena sembrar en tu campo
Merece le pena sufrir contratiempos
Merece la pena adentrarse en tus
caminos
sabiendo que, Tú, los recorriste
primero.
¡Cogeré tu cruz, Señor!
Enséñame dónde y cómo
Indícame hacia dónde
Háblame cuando, por su peso,
caiga en el duro asfalto.
Quiero coger tu cruz, Señor,
porque bien lo sé,
hace tiempo que lo aprendí
que ideales como los tuyos
tienen y se pagan por un alto precio
Quiero coger tu cruz, Señor,
porque es preferible
en el horizonte de los montes
ver tu cruz
que el vacío del hombre errante
Amén
Exhortación de
Despedida
Marchemos a casa con el
convencimiento de que con la ayuda del Señor Jesús todo será posible. El nos
acompaña por el camino y se hace más fácil y llevadero.
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