Porque las lágrimas de una madre que intercede ante el Padre por sus hijos, que no se cansa de rogar por su salvación, las de una esposa rogando por el favor de Dios sobre su esposo, con fe; serán vistas por el Señor y tomadas en su redoma como súplicas de amor y oración de olor grato.
Lo que viven muchos padres, matrimonios, familiares y aún hermanos en la fe, Situaciones que podrán ser de tristeza, con dolor y mucho sufrimiento, pero mañana serán de gran gozo
Pues tendrán retribución delante del Señor
Esa es la perseverancia repleta de esperanza de todo hijo de Dios ¡Aleluya!
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