Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

14 de abril de 2024

Meditaciones del tiempo pascual con textos de Santo Tomás de Aquino 15

 TERCER DOMINGO DE PASCUA

 

ADOPCIÓN DIVINA


Envió Dios a su Hijo... para que recibiésemos la adopción de hijos (Gal 4, 4).

 

1º) La adopción se transfiere a las cosas divinas por semejanza de las humanas. Pues se dice que un hombre adopta a uno como hijo, cuando gratuitamente da el derecho de percibir su herencia al que no le corresponde por naturaleza. Se dice herencia de un hombre aquélla por la cual es rico; pero aquello por lo que Dios es rico es el goce de sí mismo, pues por eso es bienaventurado y, así, ésa es su herencia. En ese sentido, se dice que Dios adopta por hijo a alguno, puesto que a los hombres, que por sus fuerzas naturales no pueden llegar al goce mencionado, les da la gracia con la cual el hombre merece aquella bienaventuranza para que de ese modo le corresponda el derecho a aquella herencia.

 

Acaece, en la adopción humana, que por ella se divide la herencia, porque toda no puede ser poseída simultáneamente por muchos. Mas la herencia celestial es poseída simultáneamente en su totalidad por el padre adoptante y por todos los hijos adoptados; por lo cual no hay allí ni división ni sucesión.

 

2º) Nuestra adopción es por gracia. El hombre, dado que es producido por creación para participar del entendimiento, es producido como a semejanza de la especie del mismo Dios; pues lo que constituye el grado supremo, según el cual la naturaleza creada participa de la semejanza de la naturaleza increada, es la intelectualidad, y por lo tanto sólo la criatura racional se dice creada a imagen de Dios. Luego sólo la criatura racional alcanza el nombre de filiación por la creación.

 

Pero la adopción requiere que el adoptado adquiera el derecho a la herencia del adoptante. Mas la herencia del mismo Dios es su misma bienaventuranza, de la cual sólo es capaz la criatura racional; pero no la adquiere por el solo hecho de la creación, sino por don del Espíritu Santo. De donde resulta evidente que la creación no da a las criaturas irracionales ni la adopción ni la filiación; y a la criatura racional le da ciertamente la filiación, pero no la adopción.

 

Porque la comunicación de algunos bienes no basta para la adopción, sino la herencia. Por lo cual no se dice que una criatura es adoptada por esto de que Dios le comunica algunos bienes, si no le comunica también la herencia, que es la divina bienaventuranza.

 

Pero Cristo de ninguna manera puede llamarse Hijo de adopción, pues por naturaleza, ya que nace eternamente del Padre, le corresponde el derecho a la herencia paterna, y todo lo que tiene el Padre es suyo. Por lo cual no adquiere ese derecho por una gracia sobreviniente.

(3 Dist. X, q. II, a. 1 et 2)

 

 


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