Saliendo Jesús de una ciudad para continuar su camino, un joven de familia distinguida vino corriendo a darle alcance y, postrándose ante Él, le preguntó:
– Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?
– Guarda los Mandamientos -le contestó Jesús, y añadió-: Ya los conoces: no matarás; no hurtarás; no darás falso testimonio; no cometerás fraude; honrarás a tus padres, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
– Ya los guardo desde mi niñez. ¿Qué más puedo hacer?
Jesús le sonrió; lo miró fijamente y le dijo:
– Aún te falta una cosa; si quieres ser perfecto, anda, vende cuanto tienes y entrégalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo, Luego ven y sígueme.
El joven tenía muchas posesiones y, al oír esto, se marchó muy triste. Entonces Jesús comentó a sus discípulos:
– ¡Difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos!
Los discípulos se asombraron ante estas palabras del Maestro; pero Él insistió:
– Hijos míos, otra vez os lo digo: ¡Cuán difícil es entrar en el reino de los cielos para los que tienen puesta su confianza en el dinero! Más fácil es que un camello entre por el ojo de una aguja.
– ¿quién, pues, podrá salvarse? -se interrogaron los discípulos. Y Pedro aprovechó para preguntarle:
– ¿Qué será de nosotros que hemos dejado todo cuanto teníamos para seguirte?
– Vosotros y todos los que dejan padres, mujer, hermanos, hijos, casa y tierras por mí y por el Evangelio, recibirán el ciento por uno junto con persecuciones en esta vida, y luego poseerán la vida eterna -les aseguró Jesús.
(Mateo 19, 23-30; Lucas 18, 24-30)
(Texto adaptado por D. Samuel Valero. Biblia infantil. Editorial Alfredo Ortells, S.L. Valencia. página 212)
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
Objetivo.- Vivir desprendido de las cosas
Contenido.- Desprendimiento
El valor del desprendimiento nos enseñará a poner el corazón en las personas, y no en las cosas materiales.
El valor del desprendimiento consiste en saber utilizar correctamente nuestros bienes y recursos evitando apegarse a ellos y, si es necesario, para ponerlos al servicio de los demás.
El desprendimiento como valor se origina al reconocer que todos tenemos necesidades y en algunos casos encontramos personas con carencias. En cualquier situación debemos superar nuestro egoísmo e indiferencia para colaborar en el bienestar de los demás, no importa si es mucho o poco lo que hacemos y aportamos, lo importante es tener la conciencia de ofrecer algo, de aportar. En la generosidad que requiere el desprendimiento no cabe el ofrecer algo que nos sobra.
Actividades.-
1.Hacer copias del texto para los chicos.
2.Contestar por escrito a estas cuestiones:
a) ¿Qué Mandamientos guardaba el joven rico?
b) ¿Qué más le pidió Jesús?
c) ¿Por qué se marchó triste el joven?
d) ¿Por qué es difícil entrar en el reino de los cielos?
e) ¿Qué dijo Jesús a sus discípulos?
3. Puesta en común leyendo algunas respuestas.
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