Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

12 de febrero de 2012

Domingo 6º del Tiempo Ordinario (B)

Domingo 6º del Tiempo Ordinario (B)

1. Preparación
Señor, aquí estoy delante de ti. Ayúdame a tomar conciencia viva de que tú estás conmigo siempre. Esté donde esté, tu presencia amorosa me envuelve. Dame tu gracia para que este rato de oración me sea provechoso. Que vea claro qué quieres de mí. Dame un corazón nuevo, que me guíe por tus caminos de amor. Me pongo en tus manos, Señor. Soy todo tuyo. Haz de mí lo que tú quieras. Amén.
Ahora lee despacio la Palabra de Dios y las reflexiones que se proponen. Déjate empapar de la Palabra de Dios. Si con un punto de reflexión te basta, quédate ahí, no prosigas.
2. La palabra de Dios
El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: "¡Impuro, impuro!" Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento. (Levítico 13,45-46)

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: - «Si quieres, puedes limpiarme.» Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.» La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»  Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grades ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes. (Marcos 1, 40-45)

1. San Marcos nos presenta los comienzos de la predicación de Jesús, con esta proclamación: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios.” Y después nos ha ido presentando a Jesús cómo era buena noticia para una serie de personas concretas. Así nos presenta a Jesús como “buena noticia” para los primeros discípulos, para un poseído de un espíritu inmundo, para los enfermos a los que cura... Y hoy nos lo presenta siendo “buena noticia” para el grupo más marginado de Israel: los leprosos.  La situación de los leprosos, en aquellos tiempos, era realmente lamentable.  Eran personas totalmente excluidas de la sociedad. Ni participar en el culto podían. Eran declarados impuros y nadie podía tocarlos ni siquiera acerarse a ellos. Y hoy vemos que un  leproso se acerca a Jesús y le suplica: “Si quieres, puedes curarme.” Y Jesús, que ha venido a revelarnos el verdadero rostro de Dios, de un Dios misericordioso, compasivo y bueno, que no aísla a nadie, que a nadie excluye, no  rechaza aquel atrevido leproso que se le acerca, sino que lo toca y le dice: “Quiero, queda limpio.” Y así arranca de la soledad y la marginación en que moría a aquel hombre, y lo reinserta en la vida fraterna.

2. También nuestra sociedad tiene sus “leprosos”, sus “malditos” e “impuros”, a los que margina y expulsa: ahí están los enfermos de sida, los drogadictos, los alcohólicos, las prostitutas, los emigrantes, los mendigos, y hasta los enfermos y ancianos. ¡A cuántos margina y aísla esta sociedad del bienestar y los mantenemos bien alejados! No queremos que nos “contagien”, que “manchen” nuestra aburguesada vida, nuestro mezquino bienestar… Hoy tenemos que preguntarnos cada uno de nosotros a quiénes excluimos y mantenemos a la puerta de nuestra vida, sin abrirles, aunque nos llega su grito, pidiéndonos un poco de comprensión, un poco de cariño, un rato de compañía, una mano que los saque de la situación de soledad, de hambre, de tristeza en que viven y mueren… Hoy, Señor, ter ruego por ellos, por los marginados de nuestro mundo de hoy, y te ruego por nosotros… Cambia, Señor, este corazón nuestro, tan egoísta, cómodo y duro,  para que escuche su llamada. Danos, Señor, un corazón semejante al tuyo, compasivo, lleno de amor.

3. ¡Qué diferencia de nuestro comportamiento al de Jesús! Nosotros haciendo asco de tantas personas, y Jesús, acogiendo y tocando al leproso! Pidamos al Señor que cure nuestro corazón corroído por la lepra  del egoísmo,  de la apatía de nuestra vida cristiana, de nuestros miedos a “contragirarnos”, que nos impide acercarnos a los "leprosos" de nuestro mundo. Sánanos, Señor, para que abramos la puerta de nuestras vidas a todos, sin dejar a nadie fuera. Se cuenta que la Madre Teresa de Calcuta visitó a un anciano que estaba solo. La casa estaba muy sucia. Ella comenzó a limpiarla. El enfermo le dice: “No se moleste, Hermana. ¿Para qué limpiarla? Si aquí no viene nadie a verme.” La religiosa vio una lámpara llena de polvo y pregunta:  “¿Por qué no la enciende?” El anciano se justifica: “¿Para qué?  Nadie viene a verme. Y yo estoy bien a oscuras.” Pregunta la Madre: - “¿La encendería si alguien viniera a verle?”. -“Sí, la encendería con tal que escuchar una voz humana en esta casa”. Días después, la Madre Teresa recibe un recado del anciano aquél: “Decidle a mi amiga que la lámpara que ella prendió en mi vida sigue encendida." ¿No sería maravilloso que un día alguien pudiera decirnos: "la lámpara que tú encendiste en mi vida sigue encendida?” Y en nuestro mundo hay tántos con la lámpara apagada, porque no tienen un motivo para encenderla…

3. Diálogo con Dios
A la luz de esta Palabra y estas reflexiones, pregúntate qué te pide el Señor... Háblale como a un amigo. Pídele perdón, dale gracias. … Escucha en tu corazón qué te dice el Señor. Pide que te ayude para poder llevar a la práctica los deseos que han surgido en tu corazón.
12/02/2012

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