Oración para rezar frente al Santísimo Sacramento, en Adoración Eucarística:
Padre Nuestro que estás en el cielo. Hágase tu voluntad.
Nuestro Padre que estás en el Cielo, en el Cielo de la Eucaristía.
Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)
Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.
Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...
Gracias
Maria Beatriz.
Oración para rezar frente al Santísimo Sacramento, en Adoración Eucarística:
Padre Nuestro que estás en el cielo. Hágase tu voluntad.
Nuestro Padre que estás en el Cielo, en el Cielo de la Eucaristía.
Oh Dios eterno, Padre de bondad infinita que instituiste el matrimonio para propagar el género humano y poblar el Cielo y destinaste principalmente nuestro sexo para esa tarea, queriendo que nuestra fecundidad fuese una de las marcas de vuestra bendición sobre nosotros, yo me postro suplicante, frente a Tu Majestad, que te adoro.
Señor, tal vez no tenga muchas cosas para dar,
pero he recibido muchos dones
para compartir con los demás.
Enséñame a no ser egoísta,
a pensar primero en los demás
y a compartir con alegría.
Enséñame a compartir
lo que soy y lo que tengo.
Que no me apegue
a mis cosas y me las guarde,
sino que aprenda a ofrecerlas,
para que todos puedan disfrutar
con lo que he recibido.
Tengo mucho para dar,
y lo que tengo se puede
multiplicar si lo comparto.
Jesús, cambia mi corazón
y que comparta lo que tengo
porque dando se recibe
y compartiendo se descubre
Tu presencia en nuestro corazón.
¡Que así sea, Señor!
Autor: Marcelo A. Murua
Que tu luz ilumine las oscuridades de mi corazón. Me muestre el rumbo, el camino por donde debo caminar. Que no me pierda ante los caminos oscuros de la vida, pero si me pierdo que Tu luz me encuentre.
Ilumina los rincones de mi alma, donde se esconden las penas, las frustraciones, las decepciones y los resentimientos.
Que tu luz caliente las llamas de la fe, de la fortaleza, del amor y de la templanza en mi ser. No me dejes adormecido por el desánimo, por la amargura y la falta de ternura.
Incendia mi alma con la pureza, con la bondad y la verdadera caridad.
Que tu luz apague las llamas de la vanidad, la maldad y la inmadurez en mí.
Me torne sereno, me vuelva humilde, me haga pequeño para que tu luz crezca y yo desaparezca escondido en ti.
¡Que así sea!
p. Roger Araujo
La Sangre de Cristo tiene poder.
Nos cubrimos, protegemos y sellamos con ella.
Lo hacemos recitando en dos coros la oración de Protección
Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual que Tú pretendes con esta enfermedad que me has enviado.
Haz que comprenda que las enfermedades del cuerpo me ayudan a conseguir un conocimiento más perfecto del mismo, a desprenderme de todo lo creado y me invitan mediante la espontánea reflexión que trae consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar con más empeño y seriedad en preparar mi alma para la vida futura donde no existe ni enfermedad ni pena, sino el eterno gozo de tu compañía.
Amen.
Oremos por los enfermos.
Grupo de Oración Santo Cura de Ars