Padre celestial, hoy deseamos ser tus hijos y crecer más y más a la vida eterna con todas sus bondades y verdad.
Ya salimos al trabajo Padre bueno y queremos que nos acompañe y nos bendiga para que todo lo que hagamos sea agradable a tus ojos.
En tu amor a nosotros tus hijos, bendícenos en nuestro caminar aquí en la tierra donde hay gran estrés y tentación.
Guárdanos de ir por el mal camino y permite que todo lo que tú has sembrado en nuestros corazones crezca hacia la perfección, para gloria y honor tuyo.
Que en nuestros corazones exista siempre alegría al entender que nuestra lucha y sufrimiento no son en vano, que si somos fieles, nosotros podemos obtener el fruto de la justicia.
Que la Virgen Maria Milagrosa nos arrope con su manto y San Antonio de Padua me bendiga mi hogar para que nunca falte nada.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario