Y el Señor dijo a Samuel: Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han rechazado a ti, sino que me han desechado a mí para que no sea rey sobre ellos.
Te has puesto ha pensar cuantas veces has sido rechazado en tu vida. Y cuanto dolor sufriste por cada una de esas veces que fuiste rechazado. Para entenderlo de mejor manera veamos que significa “rechazar”, su definición es: no aceptar, resistirse, negarse a una persona a aceptar lo que otra dice o no admitir lo que propone u ofrece. También significa: hacer retroceder una cosa o a una persona en su curso o movimiento. El rechazo es una acción mas dañina de lo que puede suponerse. Provoca amargura, tristeza, y dolor. Sufre una persona cuando lo rechazan por su color de piel, o por su clase económica, también sufre un hijo cuando su padre lo rechaza por no ser como él esperaría que fuera. Sufre un hijo cuando se entera que durante el embarazo la madre lo rechazaba y que fue tanto su desprecio que incluso intentó abortarlo. Sufre una padre cuando en su vejez los hijos lo rechazan y ningún quiere asumir ninguna responsabilidad para cuidarlo. Sufren los hombres y mujeres cuando su pareja los rechazan. Sufren las personas cuando no los aceptan para ejercer un cargo laboral o cuando no tienen oportunidad de crecimiento ministerial.
El rechazo es una de las
sentimientos mas negativos que el ser humano puede vivir. Cuantas experiencias
hemos escuchado alguna vez de hombres que fueron rechazados en su niñez, que
quisieron abrazar a sus padres y estos solo les volvieron la espalda. Y ahora
sufren de baja auto estima o incapacidad para tener relaciones interpersonales
con otros. O que son incapaces de mantener relaciones estables y duraderas por
el rechazo vivido. Cuantas anécdotas hay de niños que anhelaron jugar con papi
o mami y lo único que encontraron siempre fueron un dedo moviéndose de lado a
lado, respondiéndoles NO. Y que como resultado del rechazo se consideran
personas sin valor alguno, llenos de desconfianza, temores e inseguridades. Y
es que el rechazo solo es una evidencia de la carencia de amor y aceptación,
ante lo cual los seres humanos no estamos diseñados para afrontar dicha
emoción. Simple y sencillamente no somos capaces de aceptarlo porque estamos
diseñados para vivir en comunidades, para vivir en sociedades. Para
establecernos como familias, unidas bajo el vinculo del amor y la aceptación.
Por ello cuando
somos rechazados, cuando somos despreciados no sabemos como manejarlo, el
rechazo puede dejar tan invalida a una persona tal como lo hace la ausencia de
la vacuna de la poliomielitis en la infancia. Nos deja marcados de por vida,
pues muy difícil que el rechazo no deje secuelas. Ante el rechazo todos reaccionamos
de distinta manera de acuerdo a nuestro temperamento. Algunos lo asimilan de
mejor forma que otros. En algunos aparecen una serie de pensamientos negativos
y albergan malos sentimientos también. Digo esto porque muchas personas que han
sido rechazadas alguna vez han tomado medidas extremas para desquitarse del
dolor que sienten. Tras ser rechazados por sus parejas algunos han cometido
crímenes espantosos en contra de quienes los han rechazado. Otros incluso se
han suicidado, el caso de un amigo de la infancia, a quien recuerdo con gran
cariño, luego que su esposa lo botara de la casa optó por envenenarse, acabó
con su vida porque no pudo manejar ese sentimiento. Otros por el contrario se
han dejado morir lentamente, otros pierden el sentido de la vida y se refugian
en grupos como las maras, o en las tendencias inmorales que vemos hoy día
dentro de nuestras sociedades. Otros cuando maduran se dedican a arremeter
contra sus padres por venganza ante el rechazo que sufrieron de niños.
Pocas personas somos capaces de manejar de buena forma el rechazo, no tan
fácilmente alguien no se llena de amargura y rencor.
Por eso al comparar la
reacción de la humanidad con la reacción de Dios ante el rechazo, continúo
diciendo que Dios nunca va dejar de sorprenderme. Porque cada vez que mas
intento hacerlo desde mi mente tan finita no puedo entender a ese Dios tan
infinito. No logro entender porque aun cuando lo rechazamos Él sigue amándonos.
Lo puedo ver con el pueblo de Israel, porque pese a todo lo los desaires, los
desplantes y desprecios que le hizo el pueblo escogido, Él siguió cumpliéndoles
la promesa de no abandonarlos. Siguió siendo el mismo Dios que tuvo misericordia
de ellos mientras fueron esclavos en Egipto. No cambió. Ciertamente los
reprendió pero siempre lo hizo como el padre que por amor disciplina a sus
hijos. Incluso siguió amándolos a pesar que conocía que un día rechazarían su
reinado (Deuteronomio 17:14-20).
En el pasaje previo a este
versículo, el pueblo de Dios enfrenta al gran profeta Samuel diciéndole que lo
consideran ya viejo y obsoleto y que como sus hijos no han sido tan íntegros
como él, desean tener un rey tal cual lo tienen las otras naciones. Ante tal
petición Samuel experimenta como su pueblo lo rechaza, pero en realidad no es a
Samuel a quien estaban rechazando era a Dios. El pueblo estaba despreciando el
Reino Eternal de Dios. Preferían tener un rey humano, lleno de errores y
desaciertos que gozar del Reinado de un Dios quien es Todo Poderoso. Pese a
ellos Dios consuela a Samuel y acepta que su propio pueblo, el que fue sacado
de esclavitud, el que es trasladado paraun lugar mejor, el que ha sido guardado
y protegido, lo rechace. Dios demuestra el gran amor que siente por ellos
aceptando que este pueblo siga la corriente de los otros pueblos. Acepta que
ellos quieran seguir los modelos terrenales en lugar de continuar amparados
bajo su cuidado. Y me pregunto ¿por qué Dios jamás reacciona como los humanos?
Y la respuesta es simple: DIOS ES AMOR, no es que tenga amor, es que Él es
amor, su sustancia es amor.
Tal amor se sigue poniendo
de manifiesto hoy en pleno siglo XXI, continúa aguardando paciente mientras los
humanos lo siguen rechazando, sigue brindando la oportunidad de acercarnos a Él
y tal como el pueblo de Israel la humanidad sigue prefiriendo caminar de
acuerdo a la corriente de las sociedades, siguen poniendo sus propios reyes
delante de sí mismo. Siguen ante poniendo sus intereses antes que la voluntad
de Dios. La humanidad sigue estando bajo sus propias reglas dándole la espalda
a la Bendita Palabra de Dios. Han experimentado como la misericordia de Dios
los ha alcanzado y aun así simplemente no logran aceptarlo en sus vidas. Dios
sigue esperando que la humanidad reaccione, que desee libertad, pero
muchos aun prefieren estar bajo el dominio del pecado, prefieren seguir siendo esclavos
del pecado. Cristo es la muestra del amor de Dios, pues de tal manera amó al
mundo que les entregó a Cristo, su único hijo, con el propósito de que todos
los hombres crean en Él y no se pierdan sino que por el contrario tengan vida
eterna, pero a pesar de ello, muchos le siguen moviendo el dedo de un lado a
otro, diciéndole NO TE ACEPTO.
Razón hay en las palabras
del profeta Isaías cuando escribió: fue despreciado y desechado de los
hombres, varón de dolores, y experimentado en aflicción; y como uno de quien
los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos, (Isaías
53:3), porque muchos hoy día aun continúan rechazando el sacrificio de Cristo
en la cruz del calvario. Cada que alguien predica el Evangelio, o presenta un
tratado, o te invita a que vayas a un lugar donde se predique a Cristo, esta
diciéndote no rechaces a Dios, por el contrario acéptalo. Cristo vino a la
tierra a reconciliarnos con Dios por causa de nuestros pecados y no hay otra
forma de llegar al cielo sino es por medio de Cristo, ahora yo te digo no lo
rechaces. Porque si bien es cierto que Dios es amor también es justo y en el
momento que Él lo tiene establecido hará justicia, sobre buenos y malos.
Finalmente a ti que evangelizas o eres misionero transcultural cuando
evangelices y presentes a Cristo no te sientas mal porque algunos te rechazan y
no aceptan tus palabras, porque recuerda no es a ti a quien rechazan sino a
Dios. Como siempre para despedirme te motivo de la siguiente manera: haz
tu lo posible y deja que Dios haga lo imposible.
semillaquedafrutoalcientoporuno.wordpress.com
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