Dios bajó al mundo disfrazado de pordiosero y se encontró con un zapatero, le dijo:
El zapatero lo interrumpió y dijo:
- Ya estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar, necesito mucho dinero.:
- ¡Yo puedo ayudarte! -le dijo Dios.
El zapatero dudando del mendigo le dijo:
- ¿Tú podrías darme el millón de dólares que necesito para ser feliz?
El pordiosero le respondió:
- Yo te puedo dar eso y más, puedo darte... dos millones de dólares a cambio de tus brazos.
El zapatero respondió:
- Y para que quiero yo tanto dinero si no voy a poder ni comer solo, ni abrazar a mis hijos, a mi esposa, no, no.
El pordiosero dijo:
- ¡Esta bien, te doy 100 millones de dólares a cambio de tus piernas!
El zapatero respondió:
- Para que quiero yo tanto dinero, si no voy a poder caminar solo, ni trabajar, ni correr. No, no, gracias...
El pordiosero le dijo:
- ¡Está bien te doy... 1.000 millones de dólares a cambio de tus ojos!
El zapatero sin dudarlo dijo
- ¡No! ¿Para que quiero tanto dinero si no voy a poder ver la naturaleza, ni el sol, ni a mis hijos, a mi esposa? No, no, no gracias...
Y el pordiosero le respondió:
- ¡Ah, hermano, hermano, qué fortuna tienes y no te das cuenta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario