SÁBADO 6
Santos: Zacarías, Profeta; Eleuterio de Espoleto, presbítero. Beato
Bertrán de Garrigue, presbítero.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 945 y 188.
Para los fieles: pp. 642 y 414. Edición popular: pp. 202 y 478. Feria (Verde)
EL ENGREIMIENTO Y LA TOZUDEZ
1 Co 4, 6-15; Lc 6, 1-5
Los cristianos de Corinto se habían llenado de engreimiento. Se sentían
adornados de tantos dones y carismas que pretendían estar muy por encima de sus
hermanos; más aún, utilizaban a los apóstoles como bandera para autoafirmarse
de manera protagónica. Faltando al principio fundamental de la caridad, habían
menospreciado a Pablo, que los había engendrado en la fe para Cristo. Para
llamarlos a la cordura, el apóstol exhibe de manera sarcástica su falsa
presunción y les invita a dejarse conducir por el mensaje genuino del
Evangelio. Por su parte, el Evangelio nos muestra a los fariseos que se
empecinaban en imponer sus interpretaciones rigurosas acerca del reposo
sabático. Efectivamente, las normas presentes en el Pentateuco, imponían un
cese de los quehaceres ordinarios, aduciendo el reposo de Dios en la creación y
la experiencia de la opresión egipcia. Desde ambas perspectivas, el descanso
sabático era una norma que promovía la libertad y no la opresión.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 1, 47-48)
Entonces dijo María: mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador,
porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que te dignaste elegir el seno virginal de la santísima Virgen
María como morada en que habitara tu Palabra, concédenos que, fortalecidos con
su protección, podamos tomar parte, llenos de gozo, en esta celebración. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pasamos hambre y sed, vamos pobremente vestidos y recibimos golpes.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 6-15
Hermanos: Si he hablado de Apolo y de mí, ha sido para que aprendieran con
este ejemplo a no enorgullecerse de uno despreciando al otro, como ya se lo he
escrito a ustedes. Pues, ¿quién te ha hecho superior a los demás? ¿Qué tienes,
que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué presumes como si no lo
hubieras recibido?
Conque ya están ustedes satisfechos, ya son ricos, ya han obtenido el Reino
sin nuestra ayuda... Ojalá fuera esto verdad, para que también nosotros
reináramos con ustedes. Porque me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios
nos trata como a los últimos de todos, como a gente condenada a las fieras,
pues nos hemos convertido en todo un espectáculo para el mundo, tanto para los
ángeles como para los hombres.
En efecto, nosotros somos los locos a causa de Cristo y ustedes los
sensatos en las cosas de Cristo; nosotros los débiles y ustedes los fuertes;
nosotros los despreciados y ustedes los dignos de respeto. Hasta el presente
pasamos hambre y sed, vamos pobremente vestidos y recibimos golpes; andamos
errantes y nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Nos maldicen y
nosotros les deseamos el bien; nos persiguen y los soportamos; nos calumnian y
correspondemos con bondad. Nos tienen, incluso hasta el día de hoy, como la
basura del mundo y el desecho de la humanidad.
Les escribo esto, no para avergonzarlos, sino para llamarles la atención
como a hijos queridos. Pues aunque como cristianos tuvieran ustedes diez mil
maestros, no tienen muchos padres, porque solamente soy yo quien los ha
engendrado en Cristo Jesús, por medio del Evangelio.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario:
No te quedes a medio camino
Hay ocasiones en que conocemos personas maravillosas que nos hacen sentir
que Dios está muy cerca. Hay ocasiones en que asistimos a ceremonias o
reuniones de oración tan especiales que podemos cantar: "Tan cerca de mí,
que hasta lo puedo tocar." Hay ocasiones en que la alegría del Espíritu
Santo nos llena por una predicación que oímos o un canto que nos toca el alma.
Y sin embargo, quedarse en una canción, prédica, persona o ceremonia es
quedarse a medio camino. Sólo Dios es Dios.
Los corintios amaban a sus líderes y eran casi fanáticos de ellos. Los
seguían con entusiasmo y habían llegado al extremo ridículo de ponerlos como en
competencia, de modo que su atención se quedaba en los ministros del Señor y no
en el Señor. De este error quiere corregirlos san Pablo, porque sólo Dios es
Dios.
El apóstol enfatiza en un punto: si Dios es el que da a todos y si cada uno
es sólo administrador de lo que Dios otorga, nuestra atención y nuestro amor
deben quedarse en él y centrarse en el que es la fuente. Sin dejar de agradecer
a quienes nos ayudan, sabemos que hay Uno solo que hace posible toda ayuda y
todo bien, y sólo Él merece toda adoración y todo honor.
Del salmo 144 R/. El Señor cuida de quienes lo aman.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus
obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de
quien lo invoca. R/.
Satisface los deseos de sus fieles, escucha sus gritos de auxilio y los
salva; el Señor cuida de los que lo aman, pero destruye a los malvados. R/.
Que mis labios alaben al Señor, que todos los seres lo bendigan ahora y
para siempre. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
¿Por qué hacen lo que está prohibido hacer en sábado?
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 1-5
Un sábado, Jesús iba atravesando unos sembrados y sus discípulos arrancaban
espigas al pasar, las restregaban entre las manos y se comían los granos.
Entonces unos fariseos les dijeron: "¿Por qué hacen lo que está prohibido
hacer en sábado?"
Jesús les respondió: "¿Acaso no han leído lo que hizo David una vez
que tenían hambre él y sus hombres? Entró en el templo y tomando los panes
sagrados, que sólo los sacerdotes podían comer, comió de ellos y les dio
también a sus hombres".
Y añadió: "El Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
¿Qué se puede hacer el día de reposo?
El evangelio de hoy nos invita a plantearnos una pregunta aparentemente
obvia: ¿Para qué descansamos? ¿Por qué cesa nuestra actividad?
Ya en otras ocasiones hemos visto que Cristo no critica las prácticas en
cuanto tales. Él mismo se abstuvo de comer carne de cerdo, fue circuncidado, y,
en fin, de hecho enseñó a observar los preceptos de la Ley Mosaica, hasta los
más pequeños. Guardémonos de ver a Cristo como un aleve trasgresor de la Ley, o
como un cínico que ironiza sobre los mandamientos antiguos. No son las
prácticas legales lo que él fustiga sino esa obediencia desprovista de sentido,
que hace que finalmente el ser humano no sepa ni por qué obedece ni por qué se
priva de lo que se priva. Es esta ignorancia del "para qué" lo que
reprocha una y otra vez nuestro Señor.
De otra parte, ¡vaya descanso el de estos criticones de Jesús! ¡De todo
descansan, menos de observar y juzgar a los demás! Dan reposo a sus manos pero
no a su lengua mordaz; dejan quietos sus pies pero no su pensamiento retorcido;
se abstienen de trabajar en sus negocios pero siguen urdiendo la trama de sus
envidias y celos, de sus mentiras y orgullos.
La expresión con que Jesús cierra el pasaje tiene su misterio. ¿Qué quiere
decir que él es "Señor del Sábado"? He conocido varias
interpretaciones. Hay quien dice que es un modo de indicar que cualquier
persona vale más que cualquier precepto legal sobre los días o las horas. Hay
quien dice que Cristo no necesariamente se miraba a sí mismo como el "Hijo
del Hombre", y que, por tanto, al decir la frase que nos ocupa estaba
indicando simplemente que al final de los tiempos poco importarán cosas como
este tipo de observancias, puesto que frente al Gran Día, el día del "Hijo
del Hombre", según la imagen del profeta Daniel, palidecen los demás días.
Hay quien dice que, cuando Cristo dice que él "también" es Señor del
sábado, después de citar el ejemplo de David, estaba aludiendo sencillamente a
que, así como David fue ahí "señor" de un precepto, bien cabía
suponer que el "Hijo de David", esto es, Cristo, pudiera ser señor de
otro precepto. Hay, en fin, quien dice que al declararse "Señor" estaba
diciendo que sólo a él concierne decidir qué es y qué no es lícito en el día de
reposo.
¿Con qué nos quedamos sobre esto del "Señor del Sábado"? Tal vez
no hay que escoger entre las anteriores interpretaciones, excluyendo unas y
aceptando otras. Probablemente, el Señor no tenía una mentalidad tan excluyente
en sus motivos, simplemente expandía su corazón y su pensamiento inmenso, y nos
dejaba saber con palabras densas que las cosas iban mucho más allá de nuestras
pequeñas y a veces mezquinas expectativas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean aceptables, Señor, los dones que tu pueblo te ofrece en la
conmemoración de la santísima Virgen María, quien por su virginidad fue grata a
tus ojos y por su humildad concibió a tu Hijo, Señor nuestro. Él, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 2, 19)
María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Hechos partícipes del alimento espiritual, te pedimos, Señor Dios nuestro,
que imitando asiduamente a la bienaventurada Virgen María, nos encontremos
siempre diligentes para el servicio de la Iglesia y experimentemos el gozo de
ser tus servidores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Homilías de Fr. Nelson Medina, O.P
No hay comentarios:
Publicar un comentario