Santos: Luis IX de Francia, rey; José de Calasanz, fundador. Beato Metodio Trcka, mártir. Feria (Verde)
LA EJEMPLARIDAD DE LA
IGLESIA DE TESALÓNICA
2Ts 1,1-5. 11-12; Mt
23,13-22
Estos dos textos nos
describen dos formas totalmente diferentes de articular las relaciones entre
los creyentes. La comunidad de Tesalónica conformaba una existencia ejemplar
porque vivían intensamente la caridad, la fe y la esperanza. Esos cristianos se
mantenían estrechamente unidos entre sí y sobrellevaban animosamente las
dificultades derivadas por causa de su fidelidad a Jesús. Por esa razón reciben
elogios notables por parte del apóstol Pablo. En cambio, en el fragmento del
Evangelio de san Mateo el Señor Jesús fustiga duramente la inconsistencia de
los dirigentes religiosos de Israel, que son descritos como incongruentes y
abusivos. En lugar de estimular la incorporación de nuevos miembros a la
comunidad creyente, los desalientan con su comportamiento escandaloso.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Pr
14, 1-2)
Alabemos a esta mujer santa
que construyó su casa en el amor, vivió en santo temor de Dios y cumplió
siempre su voluntad.
ORACIÓN COLECTA
Dios de misericordia y de
consuelo, que escuchaste la insistente oración de santa Mónica por la
conversión de su hijo Agustín, concédenos, por su intercesión, una viva
contrición de nuestros pecados y la seguridad infinita de tu perdón. Por
nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Nuestro Señor Jesús será
glorificado en ustedes y ustedes en Él.
De la segunda carta del
apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 1, 1-5. 11-12
Silvano, Timoteo y yo,
Pablo, deseamos la gracia y la paz que proceden de Dios Padre y de Jesucristo,
el Señor, a la comunidad cristiana de Tesalónica, reunida en el nombre de Dios,
nuestro Padre, y en el de Jesucristo, el Señor.
Hermanos: Debemos dar gracias a Dios en todo momento, como es justo, por lo mucho que van prosperando ustedes en la fe y porque el amor que cada uno tiene a los otros es cada vez mayor. Por eso nos mostramos orgullosos de ustedes ante las comunidades cristianas de Dios, y de la constancia y de la fe que ustedes tienen en todas las persecuciones y tribulaciones que están sufriendo. Ésta es una prueba de que, en el justo juicio de Dios, serán considerados dignos de su Reino, por el cual ahora padecen.
Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder lleve a efecto tanto los buenos propósitos que han formado, como lo que ya han emprendido por la fe. Así glorificarán a nuestro Señor Jesús y Él los glorificará a ustedes en la medida en que actúe en ustedes la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Hermanos: Debemos dar gracias a Dios en todo momento, como es justo, por lo mucho que van prosperando ustedes en la fe y porque el amor que cada uno tiene a los otros es cada vez mayor. Por eso nos mostramos orgullosos de ustedes ante las comunidades cristianas de Dios, y de la constancia y de la fe que ustedes tienen en todas las persecuciones y tribulaciones que están sufriendo. Ésta es una prueba de que, en el justo juicio de Dios, serán considerados dignos de su Reino, por el cual ahora padecen.
Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder lleve a efecto tanto los buenos propósitos que han formado, como lo que ya han emprendido por la fe. Así glorificarán a nuestro Señor Jesús y Él los glorificará a ustedes en la medida en que actúe en ustedes la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario
Saludo a Una Comunidad
Cristiana
La primera lectura de hoy,
tomada del comienzo de la Segunda Carta de San Pablo a los fieles de
Tesalónica, es un precioso testimonio de las relaciones de fe y amor que
sirvieron de contexto en el nacimiento de las primeras comunidades cristianas.
Examinemos un poco qué aparece ahí porque estas palabras no son puras fórmulas
de cortesía.
Comenta Santo Tomás de
Aquino que los deseos de "gracia" y "paz" que escribe el
apóstol son como el resumen de toda la vida espiritual, porque todo empieza en
la gracia y todo culmina en el don estimable de la paz. El deseo de gracia nos
recuerda que todo ha llegado como un regalo para nosotros, porque su precio fue
pagado con amor en la Cruz; el deseo de paz nos recuerda que ningún bien falta
a los que acogen ese amor en sus vidas.
Pablo por una parte reconoce
el camino recorrido, pues escribe: "nos mostramos orgullosos de ustedes
ante las comunidades cristianas de Dios, y de la constancia y de la fe que
ustedes tienen en todas las persecuciones y tribulaciones que están
sufriendo." Sin embargo, no considera concluida su tarea de apóstol ni les
hace creer a ellos que ya están en la plenitud del Reino, sino que los invita a
crecer y prosperar: "Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga
dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder lleve a efecto
tanto los buenos propósitos que han formado." Sus palabras, pues, se
dirigen al presente de una comunidad que tiene un fundamento que viene del
pasado y que se abre a una perspectiva de futuro.
Queda claro entonces que los
cristianos somos peregrinos. Hay una consumación a la que aquí se alude
discretamente pero que ocupará más espacio en el cuerpo de esta misma Carta.
Pablo escribe, en efecto: "En el justo juicio de Dios, (ustedes) serán
considerados dignos de su Reino, por el cual ahora padecen." Brillan así
la fe como cimiento que viene del pasado, el amor como norma del presente y la
esperanza como horizonte de futuro.
Del salmo 95 R/. Cantemos la
grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo; que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos, de nación en nación sus maravillas. R/.
Cantemos al Señor, porque Él es grande, más digno de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen. Porque los falsos dioses son apariencia; ha sido el Señor quien hizo el cielo. R/.
Cantemos al Señor un canto nuevo; que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos, de nación en nación sus maravillas. R/.
Cantemos al Señor, porque Él es grande, más digno de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen. Porque los falsos dioses son apariencia; ha sido el Señor quien hizo el cielo. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 10, 27) R/.
Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, yo las conozco y ellas me siguen. R/.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, yo las conozco y ellas me siguen. R/.
¡Ay de ustedes, guías
ciegos!
Del santo Evangelio según
san Mateo: 23,13-22
En aquel tiempo, Jesús dijo
a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos
hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos! Ni entran
ustedes ni dejan pasar a los que quieren entrar.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un adepto y, cuando lo consiguen, lo hacen todavía más digno de condenación que ustedes mismos!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes que jurar por el altar no obliga, pero que jurar por la ofrenda que está sobre él, sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el templo, jura por él y por aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él".
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un adepto y, cuando lo consiguen, lo hacen todavía más digno de condenación que ustedes mismos!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes que jurar por el altar no obliga, pero que jurar por la ofrenda que está sobre él, sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el templo, jura por él y por aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él".
Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Comentario
Polémica de Jesús con las
Autoridades Judías de su Tiempo
El evangelio de hoy, por su
parte, tiene un tono muy fuerte: son palabras de Jesús que desenmascaran las
pretensiones de autoridad de dos grupos fuertes e influyentes de la sociedad
judía de su tiempo: los escribas y los fariseos. Los escribas se ufanaban de
conocer en profundidad la Escritura y los fariseos tenían su orgullo en
practicar mejor que nadie los preceptos allí descritos.
La palabra clave de toda la
invectiva de Nuestro Señor es "hipócritas." Los fariseos y los
escribas no son como parecen, no son como se muestran, no son como quieren ser
vistos, no son como lo que enseñan: están rotos y su virtud es pura fachada. Seguirlos
es volverse como ellos y eso implica perder la capacidad de gozarse en la Buena
Nueva de salvación.
Esto es importante
destacarlo: si Jesús denuncia a los escribas y fariseos no es por buscar la
importancia o la fama o el poder que ellos detentan. No los fustiga por el
hecho de ser pecadores sino porque su pecado los hace ciegos para ver el
anuncio de gracia que trae el mismo Jesús. Además, su orgullo vano no sólo los
paraliza a ellos sino que los convierte en obstáculo para que otros crean.
Esta reflexión nos ayuda a
entrar un poco en la intención de Jesucristo: no es denunciar por el gusto de
hacerlo, ni por hacer alarde de independencia o por ganar multitudes a su
favor. Cristo denuncia porque ama. Es el amor que tiene a sus enemigos lo que
lo mueve a quitar con vigor inusitado los obstáculos que no se van a quitar de
otro modo. Y esos obstáculos son ante todo la soberbia, la mentira y el
desprecio a los pequeños. De todo esto aprendemos cuánto detesta Dios estas
faltas y cuánto hemos de evitarlas para recibir con gozo y gratitud el don que
él nos ofrece.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los
dones que tu pueblo te presenta en honor de santa Mónica, y haz que esta
Eucaristía nos dé fuerzas para progresar por el camino de nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt
12, 50)
Todo el que cumple la
voluntad de mi Padre, que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi
madre, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de
tu Hijo, recibidos en este sacramento, nos purifiquen, Señor, de nuestras
culpas y nos ayuden a vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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