Santos: María de Jesús Sacramentado Venegas, fundadora; Pedro Crisólogo,
Doctor de la Iglesia; Leopoldo Mandic, presbítero. Feria (Verde)
LA FORTALEZA INTERIOR
Jr 15,10.16-21; Mt 13,44-46
El profeta Jeremías enfrentó hostilidades y rechazo por parte de la gente
notable de Jerusalén. Lo miraban con desprecio como si fuera un traidor, que se
contraponía a los deseos más profundos de Israel. Experimentó en ocasiones
ciertas crisis de confianza y se desalentó de seguir cumpliendo su misión
profética. Por otra parte, su confianza en Dios era tal, que lo confrontaba con
dureza diciéndole: "te me has vuelto un arroyo engañoso". Esas horas
oscuras quedaron atrás y el profeta resistió y se mantuvo fiel, porque
descubrió que Dios jamás le abandonaría. En cierto sentido, ese es el mayor
tesoro y la más fina perla: saberse fortalecido interiormente para cumplir los
encargos y retos que nos parecen insoportables. Algo de eso se necesita, para
recomenzar a diario con la difícil tarea de educar a hijos rebeldes y desafiantes
que resquebrajan nuestras estrategias educativas.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me
llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos,
merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Por qué mi dolor no acaba nunca? - Si te vuelves a mí, seguirás a mi
servicio.
Del libro del profeta Jeremías: 15, 10. 16-21
¡Ay de mí, madre mía! ¿Por qué me engendraste para que fuera objeto de
pleitos y discordias en todo el país? A nadie debo dinero, ni me lo deben a mí,
y sin embargo, todos me maldicen.
Siempre que oí tus palabras, Señor, las acepté con gusto; tus palabras eran
mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo defendía tu causa, Señor, Dios de
los ejércitos.
No me senté a reír con los que se divertían; forzado por tu mano, me
sentaba aparte, porque me habías contagiado con tu propia ira. ¿Por qué mi
dolor no acaba nunca y mi herida se ha vuelto incurable? ¿Acaso te has
convertido para mí, Señor, en espejismo de aguas que no existen?
Entonces el Señor me respondió: "Si te vuelves a mí, yo haré que
cambies de actitud, y seguirás a mi servicio; si separas el metal precioso de
la escoria, seguirás siendo mi profeta. Ellos cambiarán de actitud para contigo
y no tú para con ellos. Yo te convertiré frente a este pueblo en una poderosa
muralla de bronce: lucharán contra ti, pero no podrán contigo, porque yo estaré
a tu lado para librarte y defenderte, dice el Señor. Te libraré de las manos de
los perversos, te rescataré de las manos de los poderosos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario:
Una Soledad Cargada de Misterio
Jeremías es de las pocas figuras grandes del Antiguo Testamento que no
vivió en matrimonio. La soledad de su voz hizo parejas con la soledad de su
propia existencia. Si Oseas pudo denunciar la infidelidad del pueblo desde su
propia experiencia de hombre casado con una mujer infiel, Jeremías pudo mostrar
la soledad de Dios desde su realidad de hombre obligado a la soledad.
Por otra parte, esta soledad del profeta no es puro vacío. Podemos
equipararla con el hambre, un hambre particular que se convierte en deseo de
recibir y "devorar" la Palabra de Dios. Su drama no es puro dolor,
sino también consuelo y alegría. Semejante ambivalencia entre el gozo y el
sufrimiento la volveremos a encontrar en la Cruz y la Resurrección. Será sello
de nuestra Pascua, en realidad, conocer del dolor y poder ir más allá del
dolor.
Un hombre solo parece un monumento a la debilidad. Su opinión no cuenta, no
hay nadie de su lado y carece del respaldo y cariño que dan una esposa y unos
hijos. Y sin embargo, Dios le declara que lo hace fuerte como el bronce. Se
necesitaba fe para fiarse de eso.
La fortaleza de Jeremías es sencillamente la de la verdad. La verdad
aparecerá y la mentira caerá por su propio peso. Quien anunció verdad será
reivindicado, así ahora parezca solo; quien anunció mentira quedará confundido
así ahora parezca fuerte. Es así de claro, así de difícil y así de hermoso.
Del salmo 58 R/. Me alegraré, Señor, por tu bondad.
Dios mío, líbrame de mis enemigos, protégeme de mis agresores; líbrame de
los que hacen injusticias, sálvame de los hombres sanguinarios. R/.
Mira cómo se conjuran contra mí los poderosos y esperan el momento de
matarme. Sin embargo, Señor, en mí no hay crimen ni pecado; sin culpa mía,
avanzan contra mí para atacarme. R/.
En ti, Señor, tendré fijos los ojos, porque tú eres mi fuerza y mi refugio.
El Dios de mi amor vendrá en mi ayuda y me hará ver la derrota de mis enemigos.
R/.
Yo celebraré tu poder y desde la mañana me alegraré por tu bondad, porque
has sido mi defensa y mi refugio en el día de la tribulación. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 15, 15) R/. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer
todo lo que le he oído a mi Padre. R/.
El que encuentra un tesoro en un campo, vende cuanto tiene y compra aquel
campo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 44-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se
parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a
esconder, y lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas
que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la
compra".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Encuentra el Tesoro
Quizá en ningún otro pasaje el evangelio es tan "evangelio", es
decir, buena nueva, como en el breve texto de la Misa de hoy. La alegría
desbordante, la sensación de haber encontrado lo que siempre se deseó, el gozo
de pasar de la angustia de la búsqueda al deleite de la posesión... todo esto,
no lo olvidemos nunca, todo esto es entraña y carne del Evangelio.
Y uno lee estas cosas y piensa: ¿podemos llamar "evangelizados" a
aquellos que NUNCA han experimentado este tipo de alegría? Si una persona NUNCA
ha sentido que seguir el camino de Dios es su decisión más acertada y que la
puerta que un día se le abrió es lo más fantástico que había podido sucederle,
¿qué pensará esa persona de las exigencias de amor y de la moral de la Iglesia,
sino que son cosas imposibles, anticuadas y tristes?
No es posible, por lo menos yo no creo que sea posible, seguir el camino de
Jesús sin la alegría de Jesús. No se pueden obedecer los mandamientos de Jesús
sin el amor de Jesús. Y por eso está bien que los católicos defendamos el
derecho a la vida, protejamos a los niños no nacidos, tratemos de frenar la
legalización de parejas homosexuales... todo eso está bien, peor todo eso es
MUY POCO si no tenemos un vigoroso y convincente mensaje de alegría que muestre
que sí es verdad que existe algo mejor que el placer efímero, la soberbia
estéril o el lucro fácil.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por
este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve
a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 14)
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; y conozco a mis ovejas, y ellas me
conocen a mí.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu
incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención
y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
*Santa María de Jesús Sacramentado Venegas, virgen (ml), blanco (MR3, p.
756)
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en la sencilla y humilde santa María de
Jesús Sacramentado nos has dado ejemplo admirable de servicio a los enfermos,
pobres y ancianos, concédenos, por su intercesión, que, practicando el bien en
todas partes, seamos signos de tu amor en el mundo. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al proclamar, Señor, tu obra admirable en la santa virgen María de Jesús
Sacramentado, suplicamos humildemente a tu majestad que, así como te agradaron
sus méritos, así también te sea aceptable el desempeño de nuestro servicio. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por la participación de este divino don, te rogamos, Señor Dios
nuestro, que, a ejemplo de santa María de Jesús Sacramentado y llevando en
nuestro cuerpo los padecimientos de Jesús, nos esforcemos por adherirnos sólo a
ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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