Los primeros Santos Mártires de la Iglesia Romana.
Santos: San Ladislao de Hungría, rey. Beato Basilío Velychkosky,
mártir. Feria (Verde)
SEGUIR A JESÚS
Am 2, 6-10. 13-16; Mt 8, 18-22
Los candidatos anónimos que pretendían seguir a Jesús le permitieron
precisar las demandantes condiciones del seguimiento cristiano. Jesús
relativiza las condiciones de bienestar, la seguridad personal, las relaciones
familiares y otros valores genuinos, ante la urgencia de proclamar la buena
noticia del reinado de Dios. Los que se decidieron a ser sus testigos de manera
congruente, enfrentaron hostigamiento por parte de los poderosos. La liturgia
nos invita a celebrar la memoria de los primeros mártires romanos y por eso nos
alimenta con esta exhortación al seguimiento de Cristo. El profeta Amós
denuncia la descomposición religiosa existente en Samaria, por parte de
aquellos que invocaban con los labios el nombre del Señor pero se apresuraban a
sacar ventaja de las necesidades y apremios de otros israelitas que también
invocaban al mismo Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 16, 18-19)
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del
infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los
cielos.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, pastor y guía de todos los fieles, mira con bondad a tu siervo
el Papa Francisco, que quisiste que presidiera a la Iglesia como su pastor, y
concédele que, con su palabra y ejemplo, sirva a aquellos a quienes preside,
para que, junto con el rebaño a él confiado, llegue a la vida eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Aplastan a los pobres contra el suelo.
Del libro del profeta Amós: 2, 6-10. 13-16
Esto dice el Señor: "Por sus innumerables pecados no perdonaré a
Israel. Porque venden al inocente por dinero, y al pobre, por un par de
sandalias. Aplastan a los pobres contra el suelo y sacan del camino a los
humildes. Padre e hijo acuden a la misma mujer, profanando mi santo nombre.
Sobre ropas tomadas como prenda se sientan a comer en sus santuarios y se beben
las multas de los pobres en el templo de su Dios.
Cuando ustedes llegaron a esta tierra, yo destruí a los amorreos; eran altos
como los cedros y fuertes como las encinas; destruí sus frutos por arriba, y
por abajo, sus raíces. En cambio, a ustedes yo los saqué de Egipto y los
conduje por el desierto durante cuarenta años, para darles en posesión la
tierra de los amorreos.
Pues bien, ahora yo los aplastaré contra el suelo, como la carreta tritura las
espigas. El más veloz no logrará escapar, al más fuerte de nada le servirá su
fuerza, y ni el más valiente salvará su vida. El arquero no resistirá, no se
librará el más ágil, el jinete no se salvará, el soldado más fuerte y valiente
huirá desnudo aquel día".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario:
Tiempo de Denuncia
La primera lectura es un ejemplo paradigmático de las denuncias de los
profetas. Y aunque se ha destacado con razón el cariz social de la predicación
de Amós, en particular, lo cierto es que todo género de pecados reciben azote
de su boca: las injusticias contra los pobres, por supuesto, pero también el
desorden que trivializa el sexo, porque "padre e hijo van a una misma
mujer" y también la malversación de fondos, pues los dineros del templo se
han vuelto plata para vicios y embriagueces.
¿Estamos frente a un Dios "castigador" e implacable? ¿Es ese
nuestro Dios? Un antiguo hereje, llamado Marción, llegó a afirmar que el Dios
del Antiguo Testamento era distinto del Dios del Nuevo Testamento, y que de
hecho no era nuestro Dios. ¿Qué decir?
Es importante recordar que la revelación de Dios en nuestra historia humana
sucedió de un modo progresivo, de acuerdo con nuestra propia capacidad. Es algo
como lo que sucede con la educación de un niño: hay ocasiones en que los muchos
razonamientos son no sólo inútiles sino perjudiciales. En tales oportunidades
los papás hablan con el lenguaje de los hechos y en ocasiones se necesita
alguna palmada.
La Humanidad no ha estado siempre dispuesta a oír y atender palabras y
razones; hay ocasiones en que es preciso que sucedan los hechos y que se vean
las consecuencias desastrosas de nuestras malas elecciones porque sólo así
entendemos y nos enmendamos. La culpa no es de Dios, desde luego, sino de la
obstinación nuestra unida a la inmadurez.
Del salmo 49 R/. Perdona a tu pueblo, Señor.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú, que detestas
la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Cuando ves un ladrón, corres con él, te juntas con los adúlteros; usas tu
lengua para el mal, tu boca trama el engaño. R/.
Te pones a insultar a tu hermano y deshonras al hijo de tu madre. Tú haces
esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que yo soy como tú? No, yo te
reprenderé y te echaré en cara tus pecados. R/.
Quien las gracias me da, ése me honra, y yo salvaré al que cumple mi voluntad.
Entiendan bien esto los que olvidan a Dios, no sea que los destroce sin
remedio. R/.
ACLAMACIÓN (Cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón".
R/.
Sígueme.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 18-22
En aquel tiempo, al ver Jesús que la multitud lo rodeaba, les ordenó a sus
discípulos que cruzaran el lago hacia la orilla de enfrente. En ese momento se
le acercó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré a dondequiera que
vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y las aves
del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en donde reclinar la
cabeza". Otro discípulo le dijo: "Señor, permíteme ir primero a
enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Tú sígueme y deja que
los muertos entierren a sus muertos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
No es tan fácil
Jesús despierta entusiasmo, pero también lo templa, como se templa el metal
con agua helada después de sacarlo del horno encendido. El metal que se deja
enfriar a su propio ritmo se endurece, claro está, pero no alcanzará su mejor
dureza si no es templado.
Así obra también Jesucristo, como vemos en el evangelio de hoy. A aquel que
le dice: "te seguiré adondequiera que vayas" le echa un poco de agua
fría, no para desanimarlo sino para templar su carácter y mejorar la calidad de
su decisión.
No nos extrañe entonces que al seguir a Cristo nos pasen tantas cosas que
nos desagradan o que tratan de desanimarnos. Muchas veces es voluntad del mismo
Cristo que seamos probados no para que retrocedamos sino para que demos con
mejor vigor cada paso.
Conviene decir una palabra sobre el otro encuentro que nos presenta el
evangelio de hoy.
Cuando el otro entusiasta, o mejor: medio entusiasta, manifiesta su
condición, "permíteme ir primero a enterrar a mi padre", Jesús le
dice una frase que puede costarnos entender: "deja que los muertos
entierren a sus muertos". No es que el hombre estuviera en trance de duelo
y Cristo le pidiera que abandonara los asuntos del funeral. La expresión de
aquel hombre, sepámosla entender, alude a "déjame esperar a que mi padre
muera", cosa que no implicaba unas horas ni unos días, sino seguramente
años enteros. Cristo le hace ver ese tiempo y lo contrasta con la urgencia del
anuncio del reino de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos; y dirige con tu continua
protección a la santa Iglesia en unión con nuestro Papa Francisco, a quien
constituiste su pastor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Señor, tú lo sabes todo; tú
bien sabes que te quiero.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al participar de este banquete celestial, te suplicamos, Señor, que por la
eficacia de este sacramento confirmes a tu Iglesia en la unidad y en la
caridad, y que a tu siervo el Papa Francisco, a quien diste el encargo de
pastorearla, lo salves y protejas, junto con el rebaño a él confiado. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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