(RV).- Ante una plaza de San Pedro repleta de peregrinos, el Papa Francisco en la hora de la oración del Ángelus, dedicó unas palabras a los fieles hablando del significado de la celebración del Corpus Christi, además de hacer un llamamiento contra la tortura de las personas. ¡Torturar es un pecado muy grave!, dijo. En el marco del día mundial de las Víctimas de la Tortura que se celebra el próximo 26 de junio, el Santo Padre dio este apremiante mensaje y condenó “cada forma de tortura” e invitó a los cristianos a “comprometerse para cooperar a su abolición y apoyar a las víctimas y sus familias”
“La comunidad eclesial se reúne alrededor de la Eucaristía para adorar el tesoro más precioso que Jesús ha dejado”. El Santo Padre recordó que “Jesús no vino a este mundo para dar algo, sino para darse a sí mismo, su vida como alimento para los que tienen fe en Él. Esta comunión con el Señor nos compromete a nosotros, sus discípulos, a imitarlo, haciendo de nuestra existencia pan partido para los demás, como el Maestro partió el pan que es su carne”. El Pontífice explicó a los fieles, que le siguieron a pesar del calor típico del verano romano, que viviendo como explica el Evangelio “se descubre la verdadera alegría”. Resaltó que esto es un regalo que los católicos hemos recibido sin nuestro mérito. Exhortó rezar pidiendo a la Virgen para que nos ayude a redescubrir la belleza de la Eucaristía. (MZ-RV)
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