Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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NOTICIAS SOBRE S.S.FRANCISCO

Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

27 de enero de 2013

Evangelio según san Lucas: 1, 1-4; 4, 14-21


Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
   En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
  Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista.
  Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor." Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”.

  
COMENTARIO
Qué gratificante es saber que en estos momentos en que a nivel mundial se está haciendo frente al caos y el desastre del pueblo de Haití, ahí en primera fila está nuestra Iglesia con una participación activa, haciendo realidad este mensaje del Evangelio de hoy: instituciones, ONGs, congregaciones  grupos comprometidos de mil modos en paliar tanto mal. Es consolador saber que nuestra Iglesia, en medio de tanto dolor, no se queda recluida en los templos rezando a su Dios, sino que “ungida por el Espíritu”, se hace cargo del sufrimiento, como el Buen Samaritano, y trata en medida de los posible de poner el remedio apropiado. Es consolador saber que las distintas comunidades cristianas no hemos quedado indiferentes al grito desgarrador de ese pueblo, sino que hemos ofertado nuestra ayuda según nuestras posibilidades.

Porque éste es el mensaje resumido que la Palabra de Dios, de la mano de Jesús, este día nos quiere dejar. Hoy sorprendemos a Jesús entrando en la sinagoga de Nazaret, su pueblo, como cualquier judío, cumpliendo con esa costumbre de reunirse los sábados en ese lugar de culto y oración. Jesús volvía a su pueblo después de un tiempo en que había visitado otras poblaciones, en especial la ciudad de Cafarnaún y en donde había realizado varios milagros. Su fama había corrido de boca en boca.

      Naturalmente los antiguos vecinos de Jesús rebosaban curiosidad. ¡Habían oído tantas cosas! No es extraño que, cuando el jefe de la sinagoga le entregó el libro para que leyera e hiciera el comentario oportuno, “toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él”. El texto que leyó decía así: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el evangelio (la buena noticia) a los pobres, a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista, para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor”. Esto es, para sanar, aliviar, liberar, perdonar. Y omitió “para anunciar el día de la venganza de nuestro Dios”, lo cual molestó a los asistentes.

Y ese texto le viene como anillo al dedo para presentar lo que había de ser su misión en medio del pueblo. No es un programa de candidato a la alcaldía de su pueblo Nazaret. (Sabemos lo que pasa en las elecciones para puestos importantes en los diversos campos de la sociedad política, deporte…  No faltan en ellas candidatos que nos hacen la presentación de sus programas; todos ellos ofreciendo más y mejores servicios, con los que conseguirán más y mejores logros que el contrincante para los ciudadanos; pero siempre con el interés de conseguir más votantes.

No viene tampoco con propuestas para conseguir el título de Sacerdote o Jefe de Sinagoga, ni escriba o doctor de la ley. Viene a cumplir el programa que el Espíritu le ha marcado y que viene a coincidir con el texto del Profeta Isaías que tiene en sus manos.

Jesús podía haber dedicado su tiempo en algo más útil y beneficioso para él, a estudiar las leyes y hacerse un maestro, como los escribas y doctores, a inclinarse por la carrera del sacerdocio y entrar a formar parte de la casta sacerdotal y gozar de todos sus privilegios; podía haberse metido en el mundo de la política, pues ocasiones no le faltaron para que le declarasen rey, si hubiese secundado los deseos de la muchedumbre, como sucedió tras la multiplicación de los panes.

Pero aquel espíritu que le llevó al desierto para, durante un tiempo largo e intenso descubrir en la oración la voluntad del Padre sobre él, pone en sus manos esta misión:  «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista, para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor»

Se da cuenta de que, si había asumido la condición humana, no podía ser indiferente a los dolores  y carencias de aquella sociedad enferma y aquejada de tantos males: pobreza, olvido, marginación, exclusión, esclavitud, explotación. Aquellas gentes que él veía tan pobres y abandonadas, con la incapacidad de revertir su situación y dignificar sus vidas, Jesús las mirará como hermanos. Le duele el que está atrapado por la pobreza, o el otro al que la ceguera material o espiritual ha oscurecido su vida, le duele el que está esclavo, oprimido, aplastado, explotado, alienado, cosificado. 

Se sabe enviado a ser “Buena Noticia” para todos ellos. Él ha venido a curar, a liberar, a dignificar, a recomponer al hombre, a humanizar el corazón del hombre y del mundo, a reconstruir la imagen de Dios que hay en cada hombre, tan deteriorada y desfigurada por el abuso de los poderosos. Ha venido a regalar a cada hombre la dignidad de hijo de Dios, a poner en cada persona un corazón de hermano, por más que luego los hombres reneguemos de esas realidades y rompamos esos títulos porque no nos convienen.

 Y así lo expresa en el texto: Hoy ha comenzado a cumplirse este plan de Dios. Y desde aquel día, si seguimos los pasos de Jesús, esta será su tarea. El mismo espíritu que le llevó al desierto lo empujará ahora por las calles, plazas y caminos de Palestina con ojos y corazón de Buen Samaritano haciendo suyos las dolencias y los males de aquellas gentes.

Este es el Dios que nos presenta Jesús, nuestro Dios, a quien no le son ajenas nuestras vidas y lo que en ellas acontece. A Dios le duele todo lo humano, como propio, le duele todo lo que duele a las personas. Una imagen de Dios distinta de la que muchas veces nos han presentado: impasible.

En el interior del cristianismo hay una fe no en cualquier Dios, sino en el Dios atento al dolor humano. Frente a la «mística de ojos cerrados» propia del budismo y de la espiritualidad del Oriente en general, volcados sobre todo en la atención a lo interior, el cristianismo ha de cultivar una «mística de ojos abiertos» y una espiritualidad de la obligación absoluta de atender al dolor de los otros.

Al cristiano verdaderamente espiritual -«ungido por el Espíritu»- se lo encuentra, lo mismo que a Cristo, junto a los más desvalidos y humillados. Lo que le caracteriza no es tanto la comunicación íntima con el Ser Supremo cuanto la apertura al amor de un Dios Padre que empuja y envía a sus fieles hacia los seres más pobres y abandonados. O como bien dijo el cardenal Carlo María Martini, en estos tiempos de globalización, el cristianismo ha de globalizar la atención al sufrimiento de los pobres de la Tierra.

Hemos deformado la palabra “espiritual”, y así decimos que una persona lo es, cuando se pasa todo el día en la iglesia o rezando. Según este texto, “espiritual” es el que se deja guiar por el Espíritu, que cierto que lleva al “templo”, pero que después lo empuja por calles y plazas, los ojos abiertos y el corazón lleno de amor, para ser “Buena Noticia”, como Jesús, para los pobres, los sufrientes, los que no cuentan, los “don nadie”, que más que personas, son tratados como objetos de explotación uso y consumo.  Ya lo dijo Jesús de otro modo: “En esto conocerán que sois discípulos míos.

La imagen del Cuerpo de San Pablo, viene a completar esta misma idea: si algún miembro sufre... todos sufren con él. Somos miembros del cuerpo de Cristo, prolongación de Cristo en la historia. Somos el Jesús que asumió el programa de salvación en Nazaret en el hoy y en el aquí. Cada uno de nosotros puede decir: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido, me ha enviado…” No sólo  sacerdotes y misioneros y misioneras son enviados. Todo cristiano es ungido por el Espíritu. Y todo cristiano es enviado, es misionero. Todo cristiano está llamado a ser testigo de la misericordia de Dios. Tofo cristiano tiene que hacer opción por los pobres y ser buena noticia para ellos. Todo cristiano tiene que acercarse al que sufre y está solo. Todo cristiano tiene que combatir la injusticia y la opresión. Todo cristiano tiene que ser luz. Todo cristiano tiene que ser  “otro ungido”, “otro cristo”, poniendo en marcha “el cumplimiento de la Escritura”.

Este domingo, precisamente, celebramos la INFANCIA MISIONERA, con ese empeño de concienciar a los niños, como seguidores de Jesús que son, para que colaboren en su compromiso salvador, vayan comprendiendo y asumiendo su labor “misionera” y se sientan responsables en la tarea de hacer, con Jesús y como Jesús, un mundo más acorde con el proyecto de Dios, ayudando de diversos modos (oraciones, sacrificios, limosnas, formación…) a dignificar la vida de otros niños de lugares menos afortunados.  

ORACIÓN FINAL
 Gracias, Señor, por tu Palabra. Gracias por hacerte alimento que nos reconforta y da vida. Gracias por enviarnos al Espíritu Santo.
   Queremos ser fieles a la misión que nos tienes encomendada. Que hoy se cumpla también la Escritura en nuestra vida, a pesar de nuestra pequeñez, de nuestro desaliento, de nuestras limitaciones. Que nuestra vida sea liberadora para nuestros hermanos.
   Tú eres nuestra fuerza y nuestra unión. Tú eres nuestra paz.  Ayúdanos para que todos los cristianos caminemos hacia la unidad, en el vínculo de la paz verdadera.
   Te decimos con las palabras del salmista «Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón, Señor.» Amén

http://www.ocdburgos.org

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