ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 24, 16.18
Mírame, Señor, y ten
piedad de mí, porque estoy solo y afligido; mira mi aflicción y mis fatigas, y
perdona todos mis pecados.
ORACIÓN COLECTA
Señor, cuya
providencia es infalible en sus disposiciones, humildemente te pedimos que
apartes de nosotros todo mal y nos concedas cuanto pueda beneficiarnos. Por
nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA 2 Tim 3, 10-17
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Tú has
seguido de cerca mi enseñanza, mi modo de vida y mis proyectos, mi fe, mi
paciencia, mi amor y mi constancia, así como también las persecuciones y
sufrimientos que debí soportar en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Qué persecuciones
no he tenido que padecer! Pero de todas me libró el Señor. Por lo demás, los
que quieran ser fieles a Dios en Cristo Jesús, tendrán que sufrir persecución.
Los pecadores y los impostores, en cambio, irán de mal en peor, y engañando a
los demás, se engañarán a sí mismos. Pero tú, permanece fiel a la doctrina que
aprendiste y de la que estás plenamente convencido: Tú sabes de quiénes la has
recibido. Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: Ellas
pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo
Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para
argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Antes de partir,
víctima de la persecución, el autor de la carta da consejos a su sucesor,
Timoteo, y le previene ante lo que va a suceder. Ante el clima de corrupción de
la sociedad en que vive la comunidad cristiana, Timoteo como responsable de la
misma, debe estar en guardia y animarlos a mantenerse fieles siguiendo las
enseñanzas del Maestro.
SALMO Sal 118, 157. 160-161. 165-166. 168
R. ¡Los que te aman
gozan de paz, Señor!
Son muchos los que
me persiguen y me oprimen, pero yo no me desvié de tus prescripciones. Lo
primordial de tu palabra es la verdad, y tus justos juicios permanecen para
siempre. R.
Los poderosos me
persiguen sin motivo, pero yo temo únicamente tu palabra. Los que aman tu ley
gozan de una gran paz, nada los hace tropezar. R.
Yo espero tu
salvación, Señor, y cumplo tus mandamientos. Yo observo tus mandamientos y tus
prescripciones, porque tú conoces todos mis caminos. R.
ALELUYA Jn 14, 23
Aleluya. “El que me
ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor.
Aleluya.
EVANGELIO Mc 12, 35-37
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús se puso a
enseñar en el Templo y preguntaba: “¿Cómo pueden decir los escribas que el
Mesías es hijo de David? El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo:
«Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus
enemigos debajo de tus pies». Si el mismo David lo llama «Señor», ¿cómo puede
ser hijo suyo?”. La multitud escuchaba a Jesús con agrado.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús no acepta la
filiación davídica, primero porque Él es más que David, y segundo porque evita
la identidad real sea a imagen de David o de otro, debido a que los reyes
terrenos fundamentan su permanencia en la fuerza bélica o el poder político, y
no siempre en Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, confiados en
tu bondad venimos con ofrendas ante tu sagrado altar, para que seamos
purificados por tu gracia que nos dan los mismos misterios que celebramos. Por
Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 16, 6
Yo te invoco, Dios
mío, porque tú me respondes. Inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.
ORA CIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, guía por tu
Espíritu a los que alimentas con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, para que
confesando nuestra fe en ti, no sólo con la lengua y las palabras, sino con las
obras y la verdad, merezcamos entrar en el Reino de los cielos. Por Jesucristo
nuestro Señor.
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