Señor Jesús:
Empiezo a escribirte esta carta solo con el propósito de sacarme las dudas que tengo. Un día en oración sentí un no se qué me gusto, no se explicarlo con palabras, mi mente queda en banco, de repente se despliega a mi alrededor una sensación de inmensidad, mi espíritu se apacigua, se deleita ante tu imagen en la Cruz, y salta de mi corazón una pregunta, ¿Señor que quieres de mi? Se que me quieres, que me amas y te entregaste por mi así como por el mundo, pero cómo responder a tanto amor.
Esa duda esta presente en mi, y frente a ello se aparece mi vida actual, mi familia, mi trabajo, mis estudios, mi proyecto de vida, pero en ese proyecto no estas, siento que este proyecto el mío no esta completo le falta algo, le faltas Tú. A mi me enseñaron a construir mi vida, a proyectarme… pero nunca te presenté mi proyecto mi vida, ahora ante todo esto que me esta sucediendo se presentan estas dudas que no me abandonan, ¿qué quieres Tu de mi?
Me empecé a dar cuenta que en mis oraciones, solo tu amor me llena, siento ganas de trabajar por tu reino, mi entrega no me parece suficiente, creo que me llamas a algo más, quieres que me comprometa a fondo contigo, pero siento que aún es más, será acaso una consagración especial… solo se que quiero servirte, amarte y amar a mis hermanos, pero me asusta la idea de un compromiso para toda la vida. A pesar de todo este lío que tengo en mi cabeza, resuenan en mí las palabras del Evangelio del domingo pasado “Ven y sígueme”…
Señor Jesús, si quieres que te entregue mi vida, ayúdame en estas dudas, disípalas guíame hacia ti, dame el don del discernimiento, para no dejarme guiar por sensaciones o sentimentalismos, que sepa ver tu llamado en mis hermanos, aparta de mi esta incertidumbre, para que pueda adentrarme a la aventura de seguirte.
Firma: Josefina
No hay comentarios:
Publicar un comentario