Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados
En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO
NOTICIAS SOBRE S.S.FRANCISCO

Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

20 de octubre de 2014

Palabra de Dios diaria: Lunes de la 29ª semana del Tiempo Ordinario





Santos: 
 Adelina de Mortain, abadesa; Artemio de Egipto, mártir. Beato Jaime de Strepa, obispo. Feria (Verde)

DIOS RICO EN MISERICORDIA
Ef 2,1-10: Lc 12,13-21
El autor de la carta a los Efesios caracteriza a Dios con la imagen de la riqueza. Dios abunda y sobreabunda, es rico sin duda, pero no en inversiones monetarias sino en misericordia y compasión. Su misericordia es inagotable. No conoce la mezquindad que caracteriza a nosotros los humanos. En cambio, el personaje que nos presenta el Evangelio con el epíteto de insensato es un pobre rico. Además de sus graneros y sus costales de monedas, no tenía otra riqueza. Su afán por asegurarse y acumular describía de cuerpo entero su propia mezquindad. Quien disfruta en soledad de sus bienes no conoce a Dios. El Dios que nos ha salido al encuentro en la persona de Jesús se complace en regalarnos sus bendiciones. La comunión amorosa, que forman el Padre, el Hijo y el Espíritu nos encamina a vivir confiadamente en sus manos. La bondad de Dios es un manantial inextinguible que se derrama sin límites sobre todos sus hijos.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Col 3, 14-15)
Sobre todas las virtudes pongan la caridad, que es el vínculo de perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo.

ORACIÓN COLECTA
Señor, que guías y proteges a tu Iglesia, concede a tus hijos reunidos en el Sínodo, el espíritu de sabiduría, de verdad y de paz, para que se esfuercen por conocer tu voluntad y te sirvan con todo empeño. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Nos dio la vida en Cristo y nos ha reservado un sitio en el cielo.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 1-10
Hermanos: Ustedes estaban muertos por sus delitos y pecados, porque en otro tiempo vivían según los criterios de este mundo, obedeciendo al que está al frente de las fuerzas invisibles del mal, a ese espíritu que ejerce su acción ahora sobre los que resisten al Evangelio. Entre ellos estuvimos también nosotros, pues en otro tiempo vivíamos sujetos a los instintos, deseos y pensamientos de nuestro desorden y egoísmo, y estábamos naturalmente destinados al terrible castigo de Dios, como los demás.

Pero la misericordia y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y Él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado, y con Él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así, en todos los tiempos, Dios muestra por medio de Cristo Jesús, la incomparable riqueza de su gracia y de su bondad para con nosotros. En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados por medio de Cristo Jesús para hacer el bien que Dios ha dispuesto que hagamos. 

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Comentario:
No son nuestras obras, sino la obra de Dios

A veces las cosas más importantes se dicen con palabras breves. De fondo, nuestra fe no es algo extremadamente complicado sino profundamente sencillo: Dios ha manifestado y ofrece en Cristo el amor que no merecíamos pero que sí necesitábamos. Si aceptamos ese amor, que es puro regalo, nuestra vida cambia completamente. Acoger la propuesta de Dios es creer, o sea, ejercer fe. El cambio que esa fe trae es que nos abre a un futuro que rebasa nuestros mejores sueños, y así quedamos abiertos a la esperanza. Gozosos por haber sido amados somos también capacitados para amar, y así llega la caridad. En apretada síntesis, esto que hemos contado es el Evangelio; es lo mismo que Pablo recuerda a los Efesios.

Si todo es así claro y sencillo, ¿por qué nos cuesta vivirlo? Una clave puede estar en lo que Pablo recuerda a los Efesios: "No se debe a vosotros..." Es maravilloso saberse amado pero hay algo en el orgullo humano que quiere siempre encontrar un motivo para ese amor. La razón es que si Dios tenía un buen motivo en mí para amarme, entonces bien se ve lo bueno que soy. Uno trata de ser bueno por propia fuerza, por propio impulso; eso seduce nuestra vanidad y mima a nuestro ego. Uno trata de convencerse de que es lo suficientemente sagaz, sabio, virtuoso, inocente, bello o fuerte como para "merecer" que lo salven. La Biblia no respalda esas aspiraciones. Dios me ha salvado por puro amor, por puro regalo. Lo bueno que había en mí no alcanzaba su verdadera meta, pues tanta inteligencia no me hizo descubrir al Dios que se esconde en los humildes, y tantas riquezas no me sirvieron para ganarme a un Dios que se pone del lado de los pobres.

Así que uno tiene escoger: ¿quiero con mis obras convencer a Dios de que me ame o quiero ser la obra de un Dios que me ha amado sin que yo en realidad lo mereciera?

Del salmo 99 R/. El Señor es nuestro dueño.

Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.

Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/

Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.

Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.



ACLAMACIÓN (Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.



¿Para quién serán todos tus bienes?

Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 13-21
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?".

Y dirigiéndose a la multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea".

Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida. Pero Dios le dijo: ‘;Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?'. Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios". 

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
Cuando hablamos demasiado solos...

El rico del evangelio de hoy hablaba demasiado. Pero ese no es el problema; el problema es que hablaba demasiado solo. Tenía ojos para su cosecha, oídos para sus anhelos y vientre para su prosperidad. Vivía y giraba en torno a sí mismo. Eso lo mareó. Se emborrachó y perdió la perspectiva.

Dios le interrumpió esa conversación en solitario. Dios se entrometió y abrió un diálogo, cortando el monólogo que este "pobre rico" llevaba antes. La primera palabra, con la que Dios irrumpe, es dura: "¡insensato!". Es dura, pero es cierta, porque es insensatez construirse el ser humano desde sí y para sí, sin ojos para el cielo ni para el pobre.

Y nuestro mundo en muchos aspectos sigue repitiendo la parábola de hoy. Pueblos, familias o individuos siguen hablando sólo consigo mismos, y siguen o seguimos ciegos al cielo y sordos al clamor del pobre. También a nosotros Dios nos reprocha por insensatos.

Pero la parábola no está ahí para regañarnos solamente. Está para salvarnos. Dios denuncia nuestra insensatez para llamarnos a su sabiduría. Nos hace ver que no vemos para que empecemos a ver. Nos corrige para salvarnos y nos llama a juicio ahora para no juzgarnos al final de los tiempos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Padre misericordioso, las ofrendas que te presentamos e ilumina con tu Espíritu a los pastores de tu pueblo, a fin de que conozcan realmente tu voluntad y la lleven a cabo con firmeza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Donde hay caridad y amor ahí está Dios. El amor de Cristo es el que nos ha congregado aquí.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que acabamos de recibir, confirmen, Señor, en la verdad, a los ministros de tu Iglesia y los impulsen a buscar en todo la gloria de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

*Beato Juan Pablo II, Papa (m1), blanco

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, rico en misericordia, que has querido que el beato Juan Pablo II, Papa, guiara a toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, estas ofrendas en honor de tus santos, seguros de que su protección nos librará de todos los males presentes y futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que la recepción de este sacramento avive en nosotros el mismo amor que impulsó al beato Juan Pablo a entregarse por completo al servicio de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario