San Juan Pablo II, Papa
Santos: Elodia y Nunilona de Huesca, mártires. Beato Timoteo Giaccardo, presbítero. Feria (Verde)
EL MÁS INSIGNIFICANTE DE
TODOS
Ef 3,2-13; Lc 12,39-48
De servidores y patronos nos habla la parábola de san Lucas. De
los abusos de autoridad y los excesos que cometen las personas que disponen del
más pequeño poder tenemos sobrada experiencia. En la lógica de la parábola,
encontramos una invitación a ir acrecentando nuestra credibilidad delante de
quienes nos delegan algún oficio o responsabilidad. La confianza o la
desconfianza que los demás nos regalan, nos la hemos ganado a pulso con nuestra
forma de comportarnos. Por esa razón, el apóstol san Pablo nos comparte su
experiencia; él se siente un servidor generoso, que no se achica ante las
dificultades, al contrario, ni las persecuciones, ni la cárcel o los ataques
internos o externos, quebrantaron su determinación de anunciar la buena nueva
de Jesús. Orgulloso de su misión evangelizadora, agradece el don y la confianza
que Dios puso en él para asociarlo a su proyecto.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal
73, 20. 19. 22. 23)
Acuérdate, Señor, de tu alianza; no olvides
por más tiempo la suerte de tus pobres. Levántate, Señor, a defender tu causa;
no olvides las voces de los que te buscan.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, a quien confiadamente podemos llamar
ya Padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos
adoptivos tuyos, para que podamos gozar, después de esta vida, de la herencia
que nos has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El designio secreto de Dios realizado en
Cristo ha sido revelado ahora: también los paganos son partícipes de la misma
promesa.
De la carta del apóstol
san Pablo a los efesios: 3, 2-12
Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios,
que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer
este designio secreto que acabo de exponerles brevemente. Y al leer esto,
podrán darse cuenta del conocimiento que tengo del designio secreto de Dios
realizado en Cristo.
Éste es un designio que no había sido manifestado a los hombres en otros
tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles
y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos
de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma
promesa en Jesucristo. Y yo he sido constituido servidor de este Evangelio por
un don gratuito de Dios, que me ha sido concedido con toda la eficacia de su
poder.
A mí, el más insignificante de todos los fieles, se me ha dado la gracia de
anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay en Cristo, y dar a
conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de salvación, oculto desde
el principio de los siglos en Dios, creador de todo.
Él lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría de Dios sea dada a conocer
ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus celestiales, según el designio
eterno realizado en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien podemos acercamos
libre y confiadamente a Dios, por medio de la fe en Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario:
El Misterio Escondido por Siglos
San Pablo siente un gozo singular al descubrir y descubrirnos la
grandeza y hermosura de su propia misión, que describe con estas palabras:
"anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, aclarar a
todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos
en Dios." Los dos verbos son "anunciar" y "aclarar." Y
están relacionados: sin la "claridad" sobre el misterio de la acción
de la gracia de Dios entre los gentiles sería impropio y abusivo el
"anuncio" de la misma gracia a esos pueblos no judíos.
Pablo dio siempre una gran importancia a este misterio de la
"extensión" del amor divino a los pueblos paganos. Es un
"misterio" porque los datos que venían del Antiguo Testamento
hablaban de unas promesas para el pueblo de Abraham pero dejaban en penumbra el
destino de los demás pueblos. El problema, enunciado de modo sintético, es:
¿cómo pueden salvarse los que dan culto a los ídolos y han mostrado ser
enemigos del pueblo de Dios? La respuesta, en la que se cifra todo el misterio
del que habla este apóstol, es: pueden salvarse si el anuncio del amor
misericordioso llega hasta ellos y ellos acceden a creer.
Hay un punto más que conviene subrayar. Pablo dice expresamente
que esa extensión del amor a los pueblos de la idolatría sucede "mediante
la Iglesia." Es algo que no debe ser soslayado. El mensaje de la gracia
acontece en una comunidad real y sólo a través de ella se hace presente en
medio de los incrédulos, los paganos, los herejes y los enemigos de la fe. Por
lo mismo, el misionero no es un solitario ni un aventurero sino un enviado de
la comunidad, un testigo que porta el fuego que ha conocido en la celebración
común de la fe.
Isaías 12 R/. El Señor es
mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios y salvador, con Él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi
protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. R/.
Den gracias al Señor e invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten,
jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido grande con
ustedes. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 24, 42. 44)
R/.Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo del hombre. R/.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho.
Del santo Evangelio según
san Lucas: 12, 39-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Fíjense en
esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría
vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues
también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen,
vendrá el Hijo del hombre".
Entonces Pedro le preguntó a Jesús: "¿Dices esta parábola sólo por
nosotros o por todos?". El Señor le respondió: "Supongan que un
administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre con el encargo de
repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia.
Dichoso ese siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber.
Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si ese siervo
piensa: 'Mi amo tardará en llegar' y empieza a maltratar a los otros siervos y
siervas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más
inesperada llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma
suerte de los desleales. El siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no
haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin
conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho; y al que mucho se le confía, se le
exigirá mucho más".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Vivir vigilantes
El evangelio de hoy nos habla de permanecer vigilantes.
Literalmente, "vigilar" es estar en vigilia, es decir, no dejarse
vencer por el sueño. Por extensión se aplica a no dejarse llevar por el
cansancio, el desánimo, la nostalgia o la distracción.
Cansancio sentimos cuando no renovamos nuestras fuerzas con la
oración, la Palabra, y el encuentro con los hermanos. La fe, que brota de la
Palabra y de los sacramentos y en ellos se expresa, y la comunión de gracia y
servicio con los demás arrojarán fuera ese peligro.
Desánimo sentimos cuando nuestros esfuerzos no son reconocidos o
producen un efecto contrario, incluso adverso, como sucede en los tiempos de
persecución. Con el testimonio de los mártires y la purificación continua de
nuestras intenciones, con la oración y la atención continua a los signos de los
tiempos podemos superar ese peligro.
La nostalgia nos ata a lo que ya no podrá ser; nos amarra al
pasado y nos hace mirar con desconfianza el presente y con miedo el futuro.
Puede hacer incluso que nos declaremos derrotados antes de emprender nada. Con
el oído atento a la voz de los profetas y con la mirada abierta a las promesas
indeclinables de nuestro Señor, iremos entendiendo que cada tiempo tiene su
gracia particular, y que, sin perder lo que podamos aprender como enseñanza, lo
mejor de nuestra vida siempre se escribe en clave de futuro.
La distracción de las cosas, problemas y posesiones de este tiempo
presente produce un cierto tipo de sopor que hay que aprender a vencer. La
conciencia de los dolores que afligen a los más pobres, el aguijón de una conciencia
despierta y la llamada a la santidad que nos da el Espíritu Santo harán que
permanezcamos más atentos frente a este peligro, y que lleguemos a superarlo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, estos dones que has puesto en manos de
tu Iglesia, y con tu poder conviértelos en el sacramento de nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
(Jn 6, 51)
El pan que yo les daré, es mi carne para vida del mundo, dice el
Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Que la recepción de esta Eucaristía nos confirme, Señor, en tu
amor y nos ayude a conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
San Rafael Guízar y Valencia, obispo (m1),
blanco (MR, p. 1005)
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que hiciste a san Rafael Guízar pastor eximio
e incansable en el anuncio del Evangelio, concédenos, por su intercesión, que,
encendidos por el fuego apostólico y fortalecidos por la gracia divina,
llevemos a nuestros hermanos a Cristo y así podamos gozar con ellos de la recompensa
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos en la
fiesta del obispo san Rafael Guízar, para que nos obtengan tu perdón y
glorifiquen así tu santo nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Reanimados por este sacramento, te pedimos, Señor, que, a ejemplo
de san Rafael Guízar, nos esforcemos en dar testimonio de la fe que él tuvo y
en llevar a la práctica sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Homilías de Fr. Nelson
Medina, O.P.
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