Santos: Teresa del Niño Jesús o de Lisieux, Doctora de la
Iglesia; Verísimo de Lisboa y compañeros, mártires. Beato Carmelo Juan Pérez y
compañeros, mártires. Memoria (Blanco)
NO CREO QUE ME HICIERA CASO
Jb 9,1-12.14-16; Lc 9,57-62
Un alegato entre Dios y Job resultaría inequitativo y desbalanceado.
Dios tiene todos los argumentos poderosos de su lado. Más aún, quién podría
interpelarlo, para llamarlo al orden y pedirle que no abusara. La impotencia
que experimenta Job es totalmente comprensible. Su situación es un caso tan
serio que lo lleva a poner en entredicho la justicia divina. ¡Menudo conflicto!
¿Quién podría hacer comparecer a Dios y preguntarle por lo que hace? La
situación del inocente que sufre parece totalmente desesperada. En el Evangelio
de san Lucas encontramos un diálogo conciso con tres candidatos a discípulos.
Cada uno de éstos es informado sobre las exigencias radicales que implica el
seguimiento de Jesús. No se puede optar por el seguimiento, sin vivir confiando
plenamente en su persona.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12, 42)
Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso
al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu inefable providencia elegiste a
san José por esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos tener como
intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por
nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El hombre no puede hacer triunfar su causa contra Dios.
Del libro de Job: 9, 1-12. 14-16
Job tomó la palabra y les dijo a sus amigos: "Sé muy
bien que el hombre no puede hacer triunfar su causa contra Dios. Si el hombre
pretendiera entablar pleito con él, de mil cargos que Dios le hiciera, no
podría rechazar ninguno. El corazón de Dios es sabio y su fuerza es inmensa.
¿Quién se le ha enfrentado y ha salido triunfante? En un
instante descuaja las montañas y sacude los montes con su cólera; Él hace
retemblar toda la tierra y la estremece desde sus cimientos. Basta con que dé
una orden y el sol se apaga; esconde cuando quiere a las estrellas; Él solo
desplegó los cielos y camina sobre la superficie del mar. Él creó todas las
constelaciones del cielo: la Osa, Orión, las Cabrillas y las que se ven en el
sur; Él hace prodigios incomprensibles, maravillas sin número.
Cuando pasa junto a mí, no lo
veo; cuando se aleja de mí, no lo siento. Si se apodera de algo, ¿quién se lo
impedirá? ¿Quién podrá decirle: 'Qué estás haciendo'?
Si Dios me llama a juicio,
¿cómo podría yo rebatir sus acciones? Aunque yo tuviera razón, no me quedaría
otro remedio que implorar su misericordia. Si yo lo citara a juicio y Él
compareciera, no creo que atendiera a mis razones".
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario:
Descubriendo el propio tamaño
Los antiguos griegos tenían un nombre para esa especie de
vanidad o locura con la que a veces los seres humanos olvidamos las
proporciones y creemos que somos infinitos, colosales, inteligentísimos o
poderosos sin medida. Ese defecto, esa falsa grandeza es la "hybris."
Aunque todos podemos sufrir de esa megalomanía, no cabe
duda que la gente en puestos de mando está más tentada de sufrirla. Hitler
quería un "Reich" (reino) que duraría por lo menos mil años, y para
inaugurarlo invadió al resto de Europa. Stalin no dudó en enviar a la muerte a
millones de personas: era el precio justo para que él pudiera sentirse grande y
cómoda en "su" Unión Soviética.
La hybris se manifiesta también en otras escalas. Cada
vez que uno intenta cosas que superan por completo sus fuerzas está cayendo en
hybris, y esto involucra el dinero, la salud, e incluso la manera como a veces
desgastamos el "capital" de afecto o acogida que tenemos entre
nuestros amigos.
Todo esto viene a que el libro de Job es como una gran
catequesis de muchas cosas, y una de ellas es la victoria sobre la hybris. Las
palabras de Job el día de hoy son exactamente eso: el reconocimiento del propio
tamaño, la conciencia de que uno tiene límites; incluso más que eso: la
seguridad de que uno nunca logrará saber cuánto ignora, como decía san Agustín.
En nuestro tiempo se valora mucho el conocimiento, y eso
está bien. Pero, ¿has notado que son muchas más las personas que quieren
mejorar su inteligencia y mucho menos las que quieren aprender a amar, servir o
adorar? Job nos recuerda que el mundo es más grande que lo que podemos
controlar, y que saber que uno no sabe ya es comienza de verdadera sabiduría.
Del salmo 87 R/. Señor, que llegue hasta ti mi súplica.
Todo el día te invoco, Señor, y tiendo mis manos hacia
ti. ¿Harás tú maravillas por los muertos? ¿Se levantarán las sombras para darte
gracias? R/.
¿Se anuncia en el sepulcro tu
lealtad? ¿O tu fidelidad en el reino de la muerte? ¿Se conocen tus maravillas
en las tinieblas? ¿O tu justicia en el país del olvido? R/.
Pero yo te pido ayuda, Señor,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica. ¿Por qué, Señor, me rechazas y
apartas de mí tu rostro? R/.
ACLAMACIÓN (Cfr. Flp 3, 8-9) R/. Aleluya, aleluya.
Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura, para
ganar a Cristo y vivir unido a Él. R/.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 57-62
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus
discípulos, alguien le dijo: "Te seguiré a dondequiera que vayas".
Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos;
pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza". A otro,
Jesús le dijo: "Sígueme". Pero él le respondió: "Señor, déjame
ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Deja que los
muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios". Otro
le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi
familia". Jesús le contestó: "El que empuña el arado y mira hacia
atrás, no sirve para el Reino de Dios".
Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Seguir a Cristo
Después de escuchar el evangelio de hoy uno puede
preguntarse si Jesús era lo que hoy llamamos un "promotor
vocacional." Casi diríamos que se esfuerza en presentar obstáculos y que
ciertamente no ayuda a que la decisión sea fácil. ¿Por qué lo hace? Es solamente
por honestidad, algo así como no pintar ilusiones en los posibles candidatos?
Si Jesús estuviera simplemente haciendo un contrato, el
objetivo de esas palabras sería aclarar los términos de ese contrato. Pero el
mensaje del evangelio no es una negociación sino una palabra de gracia. Somos
salvados por gracia, por pura compasión de Dios, y ello no cambia sino que se
acentúa con el hecho de que uno entre al seguimiento más cercano de Cristo.
Es posible que la voz "exigente" de Cristo no
sea pura exigencia. Las dificultades no son sólo para desanimarlo a uno. Hay
corazones que al contrario se animan cuando ven que hay problemas qué
resolver y barreras qué superar. Las palabras del Señor son realistas, por
supuesto, pero también son su modo de invitarnos a dar lo mejor de nosotros
mismos por la única causa que genuinamente lo merece: que Dios reine.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por intercesión de san José, a quien confiaste la misión
de cuidar de tu Unigénito como padre, te pedimos, Señor, que nos concedas poder
ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu
Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos,
Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por
intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus
servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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