(Oración por los
misioneros)
¡Señor, dispón de mí
según tu voluntad!
Haz que sea pies y
manos para los cojos y los mancos,
ojos para los ciegos,
oídos para los
sordos,
boca y lengua para
los mudos,
voz para las víctimas
de la injusticia.
¡Señor, envíame a los
arrozales!
Haz que lleve
alimento a los que tienen hambre,
agua a los que tienen
sed,
medicina a los
enfermos,
vestido a los
desnudos,
abrigo a los que
tiemblan de frío.
¡Señor, envíame a los
caminos desiertos!
Haz que sea una lámpara
que ilumine los pasos
de los perdidos en la
oscuridad,
fuego en la noche,
fuego que caliente a
los que entumece el frío.
Haz que sea testigo
de la compasión
para aquellos que
caminan en su soledad.
Haz que devuelva su
dignidad a los oprimidos,
haz que dé la
libertad a los abatidos.
¡Señor, envíame a los
lugares más remotos!
Haz que lleve la paz
a los que viven en discordia,
la serenidad a los
que viven en la angustia,
el consuelo a los que
sufren,
la felicidad a los
afligidos,
la suerte a los privados
de ella.
¡Señor, hazme como
una buena suerte!
Que dé felicidad a
todos los desposeídos
que encuentre en mi
camino.
Haz que ningún miedo
me detenga,
que avance por el
océano de la vida
con un corazón de
volcán
y dulces manos como
las de una madre.
¡Señor, conviérteme
en un instrumento disponible para todo!
Que a todos lleve la
paz y la alegría de la felicidad.
Mi suerte la pongo en
tus manos.
Tú que eres Dios,
Amor y Sentido de la vida,
dame la plenitud de
tu esperanza
para que en ti y sólo
en ti encuentre mi felicidad.
Amén
Joseph Nguyen Công
Doan, S.J
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