Un nuevo sacerdote al servicio de Cristo y de su Iglesia |
1a parte: El candidato es presentado y llamado por su nombre. Y hace las promesas y votos ante el Obispo.
2a parte: El candidato se postra en el suelo en señal de humildad y de súplica. Mientras se canta las letanías de los Santos. Se termina con esta oración:
Escúchanos, Señor Dios nuestro, y derrama sobre estos siervos tuyos la bendición del Espíritu Santo y la fuerza de la gracia sacerdotal, concede la abundancia de tus bienes a quienes consagramos en tu presencia, Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
3a parte: Plegaria de ordenación sacerdotal. El obispo impone las manos sobre el candidato. Es el momento que el Espíritu Santo desciende por medio del sacramento, (acción sacramental) al ordenado. Termina con la oración consagratoria, y ya es sacerdote para siempre:
TE PEDIMOS, PADRE TODOPODEROSO, QUE CONFIERAS A ESTOS SIERVOS TUYOS LA DIGNIDAD DEL PRESBITERADO; RENUEVA EN SUS CORAZONES EL ESPÍRITU DE SANTIDAD; RECIBAN DE TI EL SEGUNDO GRADO DEL MINISTERIO SACERDOTAL Y SEAN, CON SU CONDUCTA, EJEMPLO DE VIDA.
4a parte: Unción de las manos. Un vez revestido ya con las vestimentas del sacerdote, las manos son ungidas con el Santo Crisma, mientras que le dice el Obispo la Siguiente oración:
Jesucristo, el Señor, a quien el Padre ungió con la fuerza del Espíritu Santo, te auxilie para santificar el pueblo cristiano y para ofrecer a Dios el sacrificio.
5a parte: El Obispo entrega al nuevo sacerdote, el cáliz y la patena, mientras le dice la siguiente oración:
Recibe la ofrenda del pueblo santo para presentarla a Dios. Considera lo que realizas e imita lo que conmemoras y conforma tu vida con el misterio de la Cruz.
6a parte: Como muestra de acogida en el presbiterio, el obispo y los demás concelebrantes, dan un abrazo al nuevo sacerdote mientras le dicen:
La paz sea contigo, hermano.
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