Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

24 de septiembre de 2014

Miércoles, 24 de Setiembre de 2014. Comentarios de las Lecturas,



Prov. 30, 5-9. Toda Palabra de Dios es verdadera. Los que nos acercamos al Señor como discípulos para escuchar su Palabra debe ser porque queremos amoldar a ella nuestra vida. Así convertidos en discípulos del Señor, podremos llevar a los demás el mensaje de Salvación, tal como nosotros lo recibimos del Señor. De lo contrario estaríamos propiciando que los demás creyeran en falso, pues no irían tras las huellas del Señor sino tras nuestros inventos.

Por eso, con un humildad pidamos al Señor que nos libre de la falsedad y la mentira. Centremos en el Señor toda nuestra existencia y que sea Él el tesoro de nuestro corazón. Si lo buscamos a Él y trabajamos por su Reino, todas las demás cosas llegarán a nosotros por añadidura.

No centremos nuestra vida en los bienes pasajeros, ni los hagamos nuestro Dios; que más bien nos lleven a compartir lo nuestro con los más desprotegidos. Sólo así ni nosotros quitaremos del centro de nuestro corazón a Dios, ni los pobres se revelarán en contra de Él, sino que vivirán con un corazón agradecido hacia Él, que despierta buenos sentimientos en los que todo lo tienen pero saben compartirlo con ellos.

Sal. 119 (118). No seamos como discípulos olvidadizos. Aprendamos a escuchar la Palabra de Dios, a meditarla amorosamente en nuestro corazón, y a ponerla en práctica. Sólo así no sólo creceremos en edad, sino también en sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres.

Puesto que somos frágiles y más inclinados al mal que al bien, roguémosle al Señor que nos fortalezca con su Gracia y con su Espíritu Santo para que siempre le permanezcamos fieles.

Sólo con la fuerza que nos viene de lo alto podremos vivir libres de todo pecado, pues Dios es más fuerte, incluso, que la misma muerte.

Que el Señor sea el centro de nuestra vida y se convierta en nuestra fortaleza para hacer siempre el bien a todos.

Lc. 9, 1-6. Ser elegido por Cristo, ser instruido por Él, ser revestido de su poder, ser enviado y ponerse en camino para cumplir con la misión encomendada; todo esto es lo que caracteriza al auténtico enviado de Dios.

No son nuestras iniciativas personales, ni únicamente nuestro estudio sobre la Palabra de Dios, ni sólo nuestros planes temporales, sino Dios el que realiza su obra de salvación por medio de Cristo y por medio de la Iglesia de su Hijo.

Esto nos debe llevar a ser nosotros los primeros comprometidos con Cristo y con su Reino, pues nosotros mismos debemos ser los primeros en vivir aquello que anunciamos.

¿Cómo podrían ser creíbles nuestras palabras de liberación de la esclavitud al mal y a lo pasajero si nosotros mismos permanecemos esclavos de todo eso? ¿No seríamos así, acaso, motivo de burla y no de salvación para los que nos escuchen y contemplan nuestra vida?

El Señor nos reúne en esta Celebración Litúrgica. Nosotros hemos escuchado su voz y, obedeciéndole, hoy estamos en su presencia dispuestos a dejarnos instruido por Él.

Mas no sólo queremos llenar nuestra cabeza de conocimientos tal vez muy importantes, pero que no tendrían sentido si no llegaran a hacerse vida en nosotros. Antes que nada nosotros queremos dejarnos transformar por la Gracia; el Espíritu Santo debe ir transformándonos, día a día, conforme a la imagen del Hijo de Dios.

Nuestra Eucaristía nos une a Cristo y nos hace uno con Él. Por eso debemos vivir en una continua conversión, de tal forma que, fieles a su Palabra, lleguemos a la plenitud de Cristo, convertidos, así, en un signo del amor de Dios en el mundo.
No podemos conformarnos con el culto que le tributamos a Dios ni con nuestra santificación persona.
El Señor, habiéndonos transformando conforme a la imagen de su propio Hijo, nos quiere enviar para que proclamemos a todos la Buena Nueva del amor de Dios, que los libra de sus diversas esclavitudes al pecado y a la muerte.

Esto, por tanto, no puede transformarnos en simples predicadores del Evangelio, sino que nos debe hacer cercanos a toda persona que sufre para ayudarle a salir de todo aquello que le oprime, que le esclaviza y que le rebaja su dignidad personal como humano y como hijo de Dios.

El Señor nos quiere eternamente con Él, libres de toda maldad; santos como Él es Santo.

La Iglesia de Cristo lucha constantemente por hacer realidad este deseo del Señor ya desde ahora; y lo hace no sólo con sus palabras, sino con su vida, convertida en un testimonio verdadero de la vida nueva que Dios quiere para todos, y en la que nosotros ya vamos en camino.

Roguémosle al Señor que nos conceda, por intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, la gracia de amar en todo su voluntad y de vivir conforme a ella, de tal manera que podamos proclamar su amor y su misericordia a los demás, partiendo de aquello que nosotros mismos hemos ya experimentado del Señor desde esta vida. Amén.

Homiliacatolica.com

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