En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y
dijo de él:
- «Ahí tienes a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
- «¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
- «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te
vi».
Natanael respondió:
- «Rabí, tú eres Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
- «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera crees? Has de ver
cosas mayores».
Y le añadió:
- «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y
bajar sobre el Hijo del Hombre». (Juan 1, 47-51)
CLAVES para la LECTURA
- El evangelista Juan, el “discípulo amado”, ha transformado la escena de
la vocación de los discípulos en un testimonio más de fe sobre Jesús. Andrés le
ha confesado ya como Mesías. Felipe viene a decir lo mismo, aunque con
distintas palabras: hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés,
en la Ley, y también los profetas: Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Y
en la reacción de Natanael se acumulan los títulos dados a Jesús: Rabino, Hijo
de Dios, rey de Israel. Todos los títulos apuntados convienen adecuadamente a
Jesús. El resto del evangelio se encargará de ponerlo de relieve. Pero, ¿es
verosímil que en este momento del primer encuentro, los discípulos (los que van
a serlo) hayan descubierto toda la realidad escondida en Jesús de Nazaret?
- Llama la atención la sorpresa de Natanael y su reacción ante la
presentación que Felipe le ha hecho de Jesús. La sorpresa obedece a que,
efectivamente, existía una creencia bastante generalizada de que el Mesías
aparecería de incógnito. Pero ¿este incógnito podía llegar hasta el extremo de
que el Mesías viniese de Nazaret? Era algo inadmisible. Nazaret, pueblo lejano
y desconocido, sin mención alguna en el Antiguo Testamento, ¿podía ser el lugar
de origen de Aquel en quien se cumpliesen las esperanzas de Israel? Increíble.
Natanael no figura en las listas que en el Nuevo Testamento tenemos de los
apóstoles. Tampoco en la narración de Juan se nos dice que lo fuese. Si el
evangelista Juan ha conservado esta escena, se debe al valor de testimonio que
posee. Hay más. Jesús dijo de él: «He aquí un verdadero israelita,
en quien no hay dolo».
- La definición que hace Jesús de Natanael es utilizada por el evangelista
para establecer una contraposición muy intencionada entre los «judíos»,
enemigos de Jesús, cerrados a la fe que él exigía en su persona, y el israelita
fiel y sincero, sin prejuicios, que lo acepta sin reservas. Esta serie de
testimonios sobre Jesús -que comienza con el Bautista y termina con Natanael-
fue completada por el testimonio del propio Jesús, que dijo de sí mismo: «Veréis
al Hijo del hombre». Jesús se presenta como el Hijo del hombre.
CLAVES para la VIDA
- Una vez más nos encontramos que el “discípulo amado” nos quiere llevar
más allá. En este caso, la llamada a los primeros discípulos, se convierte en
una confesión de fe en el Maestro y Señor Jesús. Y la figura misma de Bartolomé
se vuelve paradigmática (modelo) para cuantos se acercan a Él, con un corazón
noble y abierto. Es el mensaje. Y es que Jesús es ya para siempre el lugar de
la presencia de Dios en medio de la historia y de los hombres: “Yo
os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre
el Hijo del hombre” (v. 51). En Jesús, Dios-Padre realiza en
plenitud la obra de salvación que se había anunciado a través de la historia de
la salvación.
- Acoger con corazón noble (como Natanael) la presencia salvadora de Dios
en Jesús; aceptar que esa presencia es definitiva y portadora de plenitud para
nosotros, es la propuesta que HOY se me vuelve a hacer. Esa presencia de Dios
(en sus ángeles) siempre es positiva y creadora, de ayuda y protección, y es
que el proyecto de Dios es de vida. ¡Disfruta de ello, hermano/a!
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
“Señor Jesús, acepto el testimonio del “discípulo amado” acerca de ti, como
presencia definitiva de Dios en medio de nosotros. Ayúdame a vivir en
coherencia con esta fe y ofrecer a otros el testimonio que necesitan para que
se encuentren contigo”.
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