-Dentro de la Iglesia, NO se debe hacer ninguna actividad excepto rezar: “Mi casa será llamada casa de oración” (Mt. 21,13). Ni hablar, ni comer, ni fumar, ni contestar el mensajito del celular o Blackberry, ni jugar con los niños (se puede darles algo para que se entretengan), sólo oración.
-La luz roja al lado del Sagrario indica la presencia de Jesús Sacramentado: arrodillarse con las dos rodillas.
-Si uno no comulga de rodillas (postura ideal), es OBLIGATORIO una reverencia con la cabeza o genuflexión justo antes de comulgar (al estar frente a Cristo).
-Si uno pasa delante de un altar (donde en cada consagración se derrama la Sangre de Cristo): reverencia bajando la cabeza.
-Ante las estaciones del Via Crucis o imagen de un Santo: genuflexión.
-Al entrar en una Iglesia donde no está el Santísimo a la vista (por ejemplo en una capilla lateral): ponerse agua bendita (si es que hay) para limpiarse los pecados veniales y estar presentable ante el Señor y persignarse.
-Si encuentras a una persona rezando lejos de la capilla del Santísimo, reza por ella y dile con humildad: “acá es como hablar por teléfono con Dios, allá, es cara a cara. Si vas a visitar a un amigo ¿te quedarías en la sala mientras él te espera en el comedor? Allí Él te bendecirá más con los rayos que salen de su corazón. Donde está Jesús, está María. María también está allí en la Eucaristía, y es mejor rezar allí que frente a una imagen lejos.”
-Si durante la Misa quedan jóvenes (o tus hijos) fuera, reza dolido por ellos y diles con humildad: eso no es cumplir con el precepto dominical (pecado mortal). En una boda, la Misa, la novia no queda fuera (por lo menos una que ama al novio) y nosotros la iglesia somos la novia de Cristo.
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