Todo es Gracia recibida de tu Mano generosa, porque todo nos ha sido dado gratuito y sin condiciones. Simplemente nos ha sido dado para que podamos alcanzar nuestra salvación. Encima más de más, porque sin lo recibido no podemos lograr a lo que estamos llamados: "La Vida Eterna".
Y la puerta siempre está abierta, Señor. Tendré tiempo hasta muy tarde, aunque no conviene jugar ni perder el tiempo. Los retrasos en acudir a la cita pueden costarnos muy caro. No importa la hora de la llamada, lo verdaderamente importante es acudir a la llamada.
Hoy leemos esperanzado tu Palabra, Señor, y vemos gratamente sorprendido que Tú no pagas según la productividad ni el tiempo. Tú, Señor, eres dueño de las horas, de los frutos, de la vida, de todo... y Tú pagas, Señor, según quieres.
Y nos quieres mucho y a todos por igual. Y a todos nos convoca, aunque a diferentes horas y tiempo, pero para Ti todos tienen la recompensa de tu Amor. Gracias Dios nuestro por todo lo que nos das cada día, por tu salario gratuito, por tu paciencia, por tu paz.
Gracias porque me has prometido la vida eterna, y como a los viñadores que has llamados, a nosotros también, llamados por Ti, nos pagarás lo prometido.
Amén.
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