En España, hay una palabra simpática que se aplica cuando se dice algo positivo, de admiración a alguien: piropo.
Y yo a María, como solemos decir en Andalucía, le digo todo los días "guapa", "qué hermosa eres", "toda pura Madre mía".
Ojalá que como niños acudamos a ella durante toda nuestra vida para cantarle sus bellezas, donadas por Dios. Cantándolas, echándole "piropos" estamos alabando al Creador, a Dios Padre, a Jesucristo, al Espíritu Santo. Cuando fue creada, no me queda duda, toda la Trinidad dijo: "qué hermosa, qué guapa es María"
No hay comentarios:
Publicar un comentario