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Maria Beatriz.



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En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

29 de agosto de 2014

"No te es lícito tener a la mujer de tu hermano" Mc 6, 17-29

"No te es lícito tener a la mujer de tu hermano"
Mc 6, 17-29
1.    EL TETRARCA HERODES O HERODES ANTIPAS
El tetrarca Herodes o Herodes Antipas, era hijo de Herodes el Grande y de Maltace, esposa samaritana de Herodes. Entonces, este Herodes era medio samaritano y, casi seguramente, no corría por sus venas ni una gota de sangre judía. En una ocasión, Herodes Antipas viajó a Roma y allí conoció Herodías, que era mujer de Filipo, hijo de Herodes el Grande. Se unió apasionadamente a su cuñada Herodías, repudiando a su legítima esposa. Herodías vino a ser su genio maligno, fue la instigadora del asesinato de Juan el Bautista (Mt. 14:1-12; Ant. 18:5, 2). Entre Antipas y Herodías, se acordó una unión ilegal y llevar con ellos a la hija de Herodías, llamada Salomé.
La presencia de Antipas y Herodías, trajo el escándalo. El adulterio de Antipas iba abiertamente contra la Ley, que prohibía estas uniones incestuosas. La voz apostólica del Bautista sonó repetidas veces contra aquel adulterio. Antipas temía un levantamiento popular, pero también temía el gran prestigio del Bautista. En los manejos de primera hora contra el Bautista estaba ya Herodías, que le odiaba y quería matarle, pero no podía por temor al pueblo.
Este Antipas era un claro y agudo neurótico. Tenía la obsesión por el Bautista. Juan Bautista fue encarcelado, precisa san Lucas, por lo de Herodías y por todo lo malo que había hecho Antipas, y que el Bautista censuraba.

2.    TEMÍA A JUAN, PORQUE SABÍA QUE ERA HOMBRE JUSTO Y SANTO, Y LO GUARDABA.
San Marcos, destaca que el tetrarca, cuando tenía prisionero Juan Bautista, temía a Juan, porque sabía que era hombre justo y santo, y lo guardaba. ¿De quién? Probablemente de las insidias de Herodías. También detalla san Marcos, que Herodes Antipas le oía con gusto, haciéndole traer, seguramente, de la prisión. Marcos también nos narra el juramento de Herodes Antipas a Salomé después del baile, que le daría lo que pidiese, aunque sea la mitad de mi reino. Esta frase tiene antecedentes bíblicos, y además Antipas no tenía reino, sino tetrarquía.
Sucede que Herodes Antipas buscó el ser rey, pero no obtuvo de Roma más que el título oficial de tetrarca. Entonces podemos pensar que si San Marcos le nombra rey, puede ser como un título genérico, o por reflejar el uso que popularmente, por halago, le diesen los súbditos, o acaso por estar un tanto condicionado por la segunda frase usada: la mitad de mi reino. Esta frase aparece en el libro de Ester (Est 5:3; cf. 1 Re 13:8).
Pero si esta frase, literariamente, pudiese provenir del pasaje semejante del libro de Ester, no habría ningún inconveniente en que el mismo Herodes Antipas hubiese añadido esta expresión genérica, como sinónima de su tetrarquía, en un momento de exaltación bajo el vino y el halago de los presentes.
3.    HERODES COMO REPRESENTANTE DEL PODER ES SOBERBIO, ALTIVO Y EXIGENTE
Nuestro Señor Jesús, hablando de este marrullero, tramposo y astuto tetrarca, lo llamó «esta zorra» (Lc. 13:31, 32). Es evidente que Herodes Antipas debía tener una cierta influencia sobre sus seguidores, porque Jesús habla de «la levadura de Herodes» (Mc. 8:15).
Herodes como representante del poder es soberbio, altivo y exigente, quiere que todos se postren ante él y cedan a sus caprichos, incluso el mismo Jesús. Pero el bellaco tetrarca aún no sabía quién era el Señor. Por eso mismo había se excitado en él una gran curiosidad de verlo actuar, aun quizás poder presenciar algún milagro.
Lo que Herodes nos sabía, que es el que tenía que venir, el que bautiza no con agua, sino con el fuego del Espíritu-Amor (Lc 3,16); el hijo amado de Dios, sobre el que desciende en el bautismo el Espíritu, como paloma que se refugia en su nido; el que, lleno de Espíritu santo, es tentado por el diablo en el desierto, como lo fue en su día el pueblo en el éxodo hacia la tierra prometida, pero superando las tres tentaciones que asaltan a cada mortal por el desierto de la vida; el que anuncia una amnistía de perdón universal para todos sin excepción y, a cambio, recibe amenazas de muerte por parte de sus paisanos en Nazaret; el que habla con autoridad, y no como los escribas, dando órdenes a los espíritus inmundos que salen; el que invita a Pedro y a los suyos a pescar obteniendo resultados sorprendentes; el que cura al leproso y no queda impuro; el que hace levantarse del lecho al paralítico, imagen de la humanidad postrada por el pecado; el que llama a Leví, escandalizando a los fariseos; el que se autoproclama el esposo e invita a sus seguidores a entender la vida como una fiesta de bodas, de amor fecundo alegría; el vino nuevo que requiere odres nuevos; el señor del sábado que pone en el centro de atención de su vida el bien del hombre por encima de la observancia del precepto de descanso y el que proclama un orden nuevo basado en la pobreza o austeridad solidaria para poder ejercer con libertad el amor sin límites, el perdón, la generosidad e invitar a todos a construir la casa sobre roca. No es de extrañar, ante tanta novedad y capacidad, que todos, hasta Herodes, se pregunten quién es ése que rompe los moldes del pasado y coloca a sus seguidores en la puerta del futuro, sin saber que no es otro entrega y enseña a entregar el amor sin medida.
4.    SALOME BAILA A HERODES
Pero la oportunidad para la muerte del Bautista fue bien calculada por Herodías. Llegó el día del cumpleaños de Herodes y se preparó un suntuoso banquete. En él bailó la hija de Herodías, Salomé. En la antigüedad semita no eran bailes de sociedad, sino representaciones coreográficas de situaciones, que, en principio, podían ser muy dignas Pero en este ambiente es muy fácil suponer la licencia. La escena agradó a todos, máxime en aquel ambiente, y Antipas, en la euforia del mismo, juró dar a Salomé lo que le pidiese. Ella, salió a consultar con su madre, y ésta le manda pedir la cabeza del Bautista.
Porque Juan le decía No te es lícito tenerla, Herodes había encarcelado a Juan Bautista, con este encierro, Herodes hijo de aquel homicida mando a matar a los niños en Belén, quería acallar una verdad.
5.    HERODES LE TEMÍA A JUAN PORQUE SU VOZ ESTABA SIENDO ESCUCHADA
Quizás sea bueno preguntarse, ¿si sabemos una verdad, debemos callarla?, ¿si callamos, lo hacemos por temor, por vergüenza o por desidia?, Juan vio que la única forma de terminar con los malos hábitos y así seguir el camino de la verdad era decirla.
Herodes le temía a Juan porque su voz estaba siendo escuchada por la gente y a su vez el pueblo le tenía temor a Herodes, por ser un hombre de represalias, en este ambiente aparece fuerte la voz apostólica y profética de Juan para denunciar y convertirse en la voz de los sin voz, pero quien sigue el camino de la verdad, siempre ha de estar dispuesto como lo hizo Juan a morir por ella.
Hemos visto, y seguimos observando cómo hasta el día de hoy se repiten situaciones como la de Juan. El que se atreve contra un poderoso, el que sale en defensa de la injusticia o la opresión es encarcelado, o criticado por este. La eterna lucha del bien contra el mal, enfurece a los malignos.
6.    JUAN, COMO HOMBRE FIEL, NO SE FIJO EN CATEGORÍAS PARA DECIR LA VERDAD
Juan le puso en cara a Herodes su pecado y lo hace con energía y con entereza de espíritu, es así, como la palabra de Juan producía grandes remordimientos que incordiaban y molestaban su conciencia. De este modo para enmudecer a Juan, lo encarceló, pero nada pudo acallar su voz profética.
Muchos por el amor a la verdad y por expresarlas libremente, dejaron a un lado los miedos al dolor físico, al hambre, a las injurias y calumnias e incluso a la muerte.
Juan, como hombre fiel, no se fijó en categorías para decir la verdad y empezó por la autoridad, nada acalló la denuncia de la inmoralidad y la injusticia.
Todo aquel que sigue verdaderamente al Señor, como muchos ya lo han hecho, no deben acallar frente al mal, Juan denuncio el escándalo y la inmoralidad, mucha veces nos corresponderá a nosotros hacer lo mismo, pero consideremos que no tiene por qué ser con agresividad, sino por nuestro ejemplo de vida, con nuestra conducta, al modo como Jesús espera de nosotros.
7.    SI PERMANECÉIS EN MI PALABRA, SERÉIS EN VERDAD DISCÍPULOS MÍOS
Herodes sintió un gran remordimiento por el crimen que cometió ordenando decapitar a Juan, por eso cuando conoció la fama de Jesús, le hizo pensar Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos, porque el pecado lleva consigo el remordimiento que golpea fuerte la conciencia del que comete la falta, no le hace vivir tranquilo ni conocer la paz. La mentira destruye el alma, la verdad la fortalece.
Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si permanecéis en mi palabra, seréis en verdad discípulos míos, y conoceréis la verdad, y la verdad os librará. (Jn 8, 31-33)
Herodes, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano". Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía.
El profeta no  puede callar lo que le ha sido revelado con el propósito de darlo a conocer a otros
El coraje, es la característica inconfundible de todo auténtico profeta. En efecto, el profeta no  puede callar lo que le ha sido revelado con el propósito de darlo a conocer a otros. Justamente este valor de decir la verdad y no ocultar los hechos que ofenden a Dios, es lo que llevara a Juan Bautista por el camino del martirio.
¿Somos capaces de enfrentar a los poderosos que tienen la actitud de Herodes como lo hizo Juan Bautista?, quizá para algunos sea un coraje misterioso, pero no cabe duda que una franqueza que sólo Dios puede dar a quien se le somete y acepta la misión que le da.
Este fragmento del Evangelio donde se nos relata el martirio de Juan el Bautista, está instalado en el camino de Jesús hacia Jerusalén, aquí no sólo se ultima la vida del Bautista, además es preámbulo del martirio de Jesús. Este relato nos viene a descubrir cómo este gran profeta pone término a su vida por los mismos motivos que morirá Jesús.
Este relato, es una invitación a profundizar sobre el don de la profecía, en particular sobre la figura del profeta.
¿Somos nosotros profetas, nos sentimos iluminados y elegidos para llevar la Palabra de Dios?, ¿Cuál es religiosamente nuestra ocupación en el pueblo de Dios? ¿Cuáles son las opciones que nos caben para llevar las Buenas Noticias del reino?, ¿De qué modo podemos ser testigos de una presencia superior, como portavoz de una Palabra divina?
Como cristianos, siempre estaremos expuestos a cierto Herodes por ser profetas, pero proyectaremos la Palabra de Dios, que es profética, porque impulsa el bien, a la justicia y al amor.
Todo cristiano seguidor de Cristo debe asumir como profeta y hablar en nombre de Jesús, transmitir su mensaje, que por ser de justicia, amor, paz, libertad, se oponen al poder de los Herodes de hoy, de los poderes de hoy, de las ambiciones, por ello, nos criticarán, nos juzgarán, nos condenarán, y dirán muchas cosas de nosotros, y se preguntaran como Herodes, ¿quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?".
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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